Cultura
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Presentarán su libro En memoria del fuego

Falleció Jorge Luis Espinosa, notable periodista cultural
 
Periódico La Jornada
Sábado 7 de noviembre de 2009, p. 6

Jorge Luis Espinosa en primera persona:

“Aún no nacía cuando su madre soñó con el destino del ser que llevaba en el vientre. Ella bajaba por la calle central del pueblo. Por el aire descendían páginas de periódicos que no alcanzaba a atrapar. A su alrededor, otros tomaban con facilidad esas hojas que caían. Lo que ahí estaba escrito parecía ser importante, por lo que se empeñó en tomar una para descubrir que en esas páginas venía escrito el nombre del hijo que pronto nacería. ‘Mi hijo va a ser famoso’, se dijo al despertar.”

Son las primeras líneas de En memoria del fuego, libro del compañero Jorge Luis Espinosa, notable periodista cultural quien falleció hace pocas horas, luego de un largo padecimiento. No eligió la fama sino la noble discreción que prodiga el periodismo cultural.

Sus restos físicos fueron velados anoche en Mausoleos del Ángel. La presentación de su libro, editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en su colección Periodismo Cultural, ya había sido agendada, en días previos a su muerte repentina, para el 19 de noviembre próximo, y así ocurrirá.

Nació hace 46 años en Comitán, Chiapas. Al terminar la carrera de periodismo eligió especializarse en la fuente literaria, porque el periodismo es fuego de todos los días.

Explicaba: el periodismo cultural tiene la viveza de la llama, pero, como ella, pronto se convierte en ceniza y va al depósito de la historia diaria, aquella de la que pocos o nadie se acuerda, porque otra llamarada se ha prendido y atrae al instante la mirada del lector, ávida del acontecer de los días.

En memoria del fuego compendia el trabajo cultural que ejerció durante décadas en distintos medios de información. En 347 páginas cirnió fuegos de un solo día: entrevistas, crónicas y reportajes que nacieron para el instante periodístico, en el horno de la redacción diaria, sin tiempo para el reposo pero sí frente al segundero.

Eligió el pensamiento de un filósofo para sus reflexiones, sus charlas con los compañeros, su indagación interior y también para iniciar su libro: “tras once años de ese vagabundeo por las zonas oscuras, una apoplejía acabó con la vida de Friedrich Nietzsche. El siglo comenzaba, pero con una advertencia: –No nos cobijemos bajo las apariencias, no narcoticemos la existencia con sus vapores. Veamos lo que es y puede ser el hombre enfrentado al abismo de la vida (...) ¡Refundemos al Hombre!”

Su esposa, Blanca, su hija Alba Sofía, a quien está dedicado el libro, sus compañeros, colegas, amigos, tienen en la memoria personal y En memoria del fuego, el legado de un hombre bueno y de un excelente periodista.