Opinión
Ver día anteriorDomingo 1º de noviembre de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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El despertar

El dedo en la llaga

Bajo la Lupa

El gobierno mundial de George Soros

José Agustín Ortiz Pinchetti
Alfredo Jalife-Rahme
A la mitad del foro

De Comonfort, Echeverría y Calderón

Telescopio
C

olombia-EU vs. Ecuador y Venezuela: El diario boliviano Los Tiempos es uno de los muy pocos que destacan la firma del acuerdo colombiano-estadunidense sobre la instalación de siete bases militares de Washington en el país sudamericano. En relación con este reforzamiento de la presencia militar aérea, terrestre y naval de Estados Unidos en Colombia, ha surgido la cuestión del espionaje militar colombiano en Venezuela y Ecuador. El diario ecuatoriano Universo dice que el presidente Rafael Correa considera grave ese espionaje y su coterráneo Hoy agrega que Colombia espía a ambos países en el contexto de la operación Salomón. Bogotá negó el espionaje que le atribuyen autoridades venezolanas, pero en abierta contradicción con el desmentido la fiscalía colombiana dijo que juzgará por traición a la patria a quienes filtraron a Caracas documentos de la operación de espionaje militar, informa el antichavista periódico caraqueño Tal Cual.

León García Soler
El Buscón
Desde otras ciudades

Diputados rebeldes

Mar de Historias

El altar de los muertos

Cristina Pacheco
¿La Fiesta en Paz?

Byron Gálvez, sin tema prohibido

Honduras: perspectivas tras el acuerdo
F

ue necesaria la intervención directa de Estados Unidos, por medio de una comisión especial encabezada por el subsecretario de Estado, Thomas Shannon, para que los estamentos oligárquico-militares que subvirtieron la democracia el pasado 28 de junio en Honduras acordaran poner fin a su aventura golpista, profundizaran las gestiones para destrabar la crisis política en aquel país y aceptaran formalmente, mediante la firma de un documento, el establecimento de un gobierno de conciliación. La eventual restitución del legítimo presidente, Manuel Zelaya Rosales, tendrá que ser ratificada en días próximos por el Congreso de la nación centroamericana.

Leonardo Páez
El Correo Ilustrado

Por el respeto a la legalidad

A

la luz de los acontecimientos más recientes, y de la persistente embestida gubernamental y mediática en contra del Sindicato Mexicano de Electricistas, nos parece importante dirigirnos a los sindicatos, movimientos sociales, juveniles, campesinos y al pueblo en general para exigir la derogación del decreto de extinción de LFC y el respeto a la Constitución, no sólo por parte del Ejecutivo sino también de los poderes Legislativo y Judicial de la Federación y de los estados.

2010: los mínimos de un balance
A

riesgo de pecar de optimismo, imaginemos que 2010 se vuelva el año del gran recuento mexicano, de un balance sin autocomplacencias de nuestras precariedades como sociedad política y de nuestras debilidades acumuladas como organización económica. En fin, como la fecha en que los mexicanos decidimos asumir la vulnerabilidad del Estado nacional y nos atrevimos a reconocer que sin un Estado fuerte no hay viabilidad nacional alguna, precisamente en el mundo más global que antes pero también distinto, que emergerá de la crisis y redefinirá los rumbos y perfiles de las naciones.

Rolando Cordera Campos
Las mentiras y la productividad en LFC
L

as mentiras no son ninguna novedad, especialmente con el régimen actual, que empezó desde la campaña electoral ofreciendo el oro y el moro. Es más: contrastamos más esas mentiras diciendo y diciéndonos la verdad. Pero ahora se dieron vuelo, y lo vamos a ver más en detalle.

La nación, la Constitución y los trabajadores
N

uestra Constitución, tan imperfecta y atrasada como es en casi todas las materias, define a la nación mexicana como una sociedad dedicada al trabajo y es por ello que en su artículo quinto consagra la libertad de profesión, industria, comercio y trabajo. Por supuesto que no se revela en ello la idea de una sociedad de trabajadores, como llegó a sugerirse en los amplísimos debates en torno a este artículo en el Constituyente de 1916 y 1917. De hecho, no hay Constitución en el mundo que no haga lo mismo. Pero el artículo 123 contempla a esa misma sociedad como dividida en clases de individuos dedicados a diferentes tareas. En él no se habla de clases, desde luego, sino de factores de la producción.

Antonio Gershenson
Arnaldo Córdova
El laboratorio uruguayo
E

n las elecciones del domingo pasado en Uruguay votó 90 por ciento del electorado (o sea, sacando los ausentes, sobre todo en el exterior, prácticamente todos los que están en condiciones de votar). La principal incógnita, con vistas a la segunda vuelta, el último domingo de noviembre, es pues si los trabajadores uruguayos en Argentina son capaces de repetir el gran esfuerzo realizado e incluso de acudir aún en mayor número a las urnas (esta vez viajaron 40 mil de los 500 mil expatriados, sobre una población de 3.5 millones) y, secundariamente, si los votantes de Asamblea Popular lo harán ahora por el Frente Amplio (FA), y cómo se dividirán los votos del Partido Independiente entre la abstención, el voto en blanco, el frente de la derecha (Partido Nacional más los Colorados) e incluso el Frente Amplio. Porque el ex presidente Luis Alberto Lacalle, candidato del Partido Nacional (Blanco) y ahora de los Colorados, es muy resistido por su corrupción en las filas de su propio partido, y naturalmente entre los colorados, adversarios tradicionales de los blancos.

Empresarios y capitalismo
L

os empresarios son sujetos débiles. Cuando son pillados in fraganti en blanqueo de dinero, evasión fiscal u otros actos de corrupción, contratacan exigiendo despido libre, congelación salarial, más privatizaciones y amenazan con cerrar sus empresas. Al fin y al cabo, argumentan, su actividad, ganar dinero, acumular y ganar más dinero, debe ser protegida. Se consideran una especie en peligro de extinción. No entienden por qué los partidos de izquierda los vapulean cuando los empresarios pertenecientes al capital financiero les ayudan en sus campañas electorales. Tampoco comprenden la etiqueta de chupasangre adscrita por los sindicatos cuando a la limón negocian y consensúan despidos y políticas de reducción de plantillas. Y menos se explican la mala prensa en los medios de información cuando los mismos sobreviven gracias a los anuncios publicitarios. Por todas estas razones se sienten acosados. Son unos incomprendidos. Parece ser que olvidamos los valores altruistas que encierra su actividad. Al fin y al cabo, no es fácil ser empresario. Ellos asumen una pesada carga. Son honrados capitanes de barco, responsables de llevar la nave a buen puerto y evitar el naufragio. Asimismo, dan trabajo a los parias, a los menesterosos, a quienes carecen de iniciativa y prefieren recibir un sueldo a fin de mes sin riesgo alguno. Por consiguiente, los empresarios se dejan la piel por los demás. Su actividad debe considerarse como un acto de altruismo. ¿Que más podemos pedir a los sufridos empresarios?

Guillermo Almeyra
Marcos Roitman Rosenmann
Lujoso deportivo en La Merced
E

n muchas ocasiones hemos hablado del barrio de La Merced calificándolo como el más castizo de la ciudad. Comercial por excelencia desde la época prehispánica, ya que en su corazón desembocaba la Acequia Real, una de las más importantes de México-Tenochtitlán. Era la ruta para trasladar las mercancías que venían de Xochimilco y Tláhuac, destacadas productoras de legumbres y flores y utilizada por los que llevaban granos a la ciudad, razón por la que en esa zona se ubicaba la alhóndiga en donde se preservaba el maíz para las épocas de escasez y la Casa del Diezmo, en donde la Iglesia cobraba su diez por ciento, obligatorio para entrar al cielo.

Días de té y bibliotecas
P

uesto que desde hace algunos años no leo fuera de programa, salvo por algún libro que se me imponga y por el cual me vea forzada a romper mi rígida disciplina, que no es sino una estructura de vida a la cual me engancho porque es la que mejor despierta mi entusiasmo, el mundo y sobre todo la gente son para mí una enorme reserva de libros en mi biblioteca, que contemplo y hojeo, pero cuya lectura profunda dejo pendiente para mejor ocasión.

Ángeles González Gamio
Bárbara Jacobs
Nueva York en escena
Foto
Philip Seymur Hoffman en un fotograma de la cinta Synecdoche, New York
Carlos Bonfil