Sociedad y Justicia
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Su número bajó en 30 años de 45 mil a 17 mil: fundadora de escuela para esa profesión

Alertan sobre riesgo de que el oficio de partera desaparezca ante falta de apoyo

Hasta 85% de los embarazos que atienden concluye sin problemas para las madres o los bebés

 
Periódico La Jornada
Domingo 4 de octubre de 2009, p. 33

Hasta 85 por ciento de los embarazos atendidos por parteras profesionales concluyen sin ningún problema de salud para la mamá o el bebé, y aunque se ha comprobado que este apoyo tradicional contribuiría a reducir la mortalidad materna en el país, es una práctica que se encamina a la desaparición por la falta de interés de las autoridades y el cambio en la orientación de las jóvenes de las áreas rurales e indígenas.

Afirmó lo anterior Nadine Goodman, fundadora de la Escuela de Parteras Profesionales, de la organización civil Centro para los Adolescentes de San Miguel de Allende (CASA), Guanajuato.

Aseguró que en los pasados 30 años el número de parteras pasó de 45 mil a 17 mil o menos que existen actualmente en el país y aunque ha habido proyectos para retomar esta actividad, nada se ha podido concretar.

La escuela de CASA es la única de parteras en México. También cuenta con un hospital de atención al alumbramiento. En apenas tres años han egresado del plantel 45 mujeres, con cédula profesional y capacidad para trabajar en hospitales o atender a embarazadas en sus comunidades.

En entrevista, Goodman resaltó la importancia de recuperar la que en su consideración es la profesión más antigua. Siempre las mujeres han ayudado a las mujeres a la hora de dar a luz, apuntó.

De entrada, reivindicó la actividad que en las áreas rurales se lleva a cabo de manera empírica.

Sin embargo, para abatir de manera efectiva el número de decesos relacionados con la maternidad se requiere incrementar la calidad, para lo cual hay que complementar esa experiencia adquirida a lo largo de los años con los avances de la medicina y transmitirlo a las jóvenes.

Ese es el modelo que propone y practica CASA, por el cual ha sido objeto de diversos reconocimientos en varios países, menos en México. Por el contrario, en las autoridades nacionales prevalece el criterio de promover la atención hospitalaria del parto, la cual no siempre es opción para las mujeres, en particular las que viven en las zonas marginadas de la República.

El gobierno federal reconoció en el tercer Informe que la mortalidad materna forma parte del rezago en salud en México, lo cual se refleja en una tasa de defunción en 2008 de 57 por cada cien mil nacidos vivos.

La cifra representa un incremento en relación con 2007, cuando fue de 55.6 por cien mil nacidos vivos. Todavía está lejana la meta del milenio fijada para 2015, de 22 muertes por cada cien mil.

Goodman destacó que las parteras han sido desaprovechadas, no obstante que, por ejemplo, en la plantilla de personal del IMSS existen puestos de trabajo con esa categoría, que han estado vacantes durante casi medio siglo.

En el sexenio pasado, el ex titular de la Secretaría de Salud (Ssa) Julio Frenk propuso retomar el trabajo de las licenciadas en enfermería y obstetricia.

Incluso, se asignó presupuesto para pago de salarios, pero se dieron cuenta de que las alumnas no sabían nada de la atención de embarazos y partos. No están preparadas para ello.

Además a las enfermeras tampoco les interesaba ir a trabajar a los estados, y menos a las comunidades, señaló Goodman. Otra vez las plazas se quedaron sin ocupar.

Ante el grave problema de la mortalidad materna, el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva de la Ssa ha realizado estudios con los que ha podido comprobar el valor y la importancia de reconocer el trabajo de las parteras y, específicamente, el de las formadas en CASA.

Sin embargo, esos resultados no se han traducido en acciones concretas. Goodman también comentó que debido a la importancia que se ha dado a los Objetivos del Milenio, el tema está muy de moda, y aunque las mujeres, generalmente las más pobres, siguen muriendo, persiste el subregistro de casos.

Al comentar sobre la escuela de parteras de CASA, la fundadora del proyecto recordó que les tomó 10 años obtener el reconocimiento de validez oficial de la Secretaría de Educación Pública (SEP), lo que finalmente ocurrió en 2006, pero apenas el año pasado concluyó el trámite, con lo que las parteras profesionales, con nivel técnico, obtuvieron sus cédulas profesionales.

Al respecto, Maricruz Coronado, directora general de CASA, mencionó que la carrera dura tres años, en los cuales las alumnas deben atender 80 partos, otorgar 100 consultas prenatales, 100 de posparto y realizar 25 aspiraciones manuales endouterinas.

Al término de su preparación son evaluadas por la SEP. La mayoría de las egresadas obtiene las calificaciones más altas, indicó.