Sociedad y Justicia
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La pandemia ha causado la muerte de 25 millones de personas

Científicos, confundidos ante los resultados de la vacuna antisida
 
Periódico La Jornada
Martes 29 de septiembre de 2009, p. 39

Washington, 28 de septiembre. Más de 25 años después de iniciada la pandemia de sida, un grupo de científicos finalmente logró crear una vacuna que protege a algunas personas, pero en lugar de celebrar están apuntando a revisar los resultados para comprenderlos.

La vacuna, que es una combinación de dos inmunizaciones antiguas, sólo redujo la tasa de infección alrededor de un tercio después de tres años de prueba en 16 mil voluntarios tailandeses.

Para ser útiles, las vacunas requieren al menos 50 por ciento de efectividad, aunque habitualmente deben tener entre 70 y 80 por ciento. Por debajo de esos valores, nadie puede indicar con certeza por qué funcionan.

Claramente se necesitan estudios adicionales para comprender cómo este régimen de vacuna disminuyó el riesgo de infección con VIH, dijo a periodistas el doctor Eric Schoomaker, cirujano general del Ejército de Estados Unidos, organismo que ayudó a financiar el estudio.

El virus letal e incurable ha causado la muerte de 25 millones de personas y actualmente se estima que hay unos 33 millones de infectados en todo el mundo.

Los expertos coinciden en que una vacuna es la única forma de dominarlo, pero el virus muta increíblemente rápido, puede evadir el sistema inmune y atacar a las propias células enviadas para combatirlo.

Para funcionar, cualquier vacuna contra el VIH tendría que activar ambos brazos del sistema inmune: los anticuerpos, que se dirigen a los invasores como los virus, para neutralizarlos, y las células T, que reconocen y destruyen los virus.

Esta vacuna no pareció generar mucho en lo que hace a esta respuesta, pero aun así previno la infección 30 por ciento de las veces. Lo que es incluso más confuso es que en las 51 personas que se vacunaron, pero de todas formas se infectaron, el virus prosperó de igual manera que como lo hizo entre pacientes con VIH no inmunizados.

Los investigadores no esperaban eso, sino que la vacuna al menos hiciera que la infección fuese menos grave, como sucede, por ejemplo, con las inmunizaciones contra la influenza.

El doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas estadunidense, señaló: Necesitamos reunir las mejores mentes y delinear el camino por delante.

No estoy seguro de que esto incentive a las compañías a lanzarse de inmediato, manifestó Mitchell Warren, de la Coalición de Defensa de la Vacuna contra el Sida, entidad sin fines de lucro. Lo que oímos de (las empresas) farmacéuticas y pequeñas biotecnológicas es que están fascinadas por una vacuna contra el sida, pero como propuesta de negocios es muy riesgosa, añadió Warren, para quien el ensayo realizado en Tailandia ayudaría a revaluar la cuestión.

Es probable que se necesiten esfuerzos significativos para comprender totalmente los resultados del estudio y para apreciar cómo informarán los próximos pasos en el desarrollo y administración de una vacuna contra el VIH segura y efectiva, indicó en un comunicado el doctor Peter Kim, presidente de Merck Research Laboratories.

La primera vacuna de Merck contra el sida falló en 2007.