León, Gto., 23 de agosto. El 30 de agosto se iniciará la colecta anual en favor del sacerdote enfermo o anciano, porque la Iglesia católica no tiene dinero para cubrir gastos médicos y necesita de la generosidad del pueblo cristiano, comentó José Guadalupe Marín Rábago, arzobispo de León.

Treinta por ciento de los 230 sacerdotes de la arquidiócesis local son mayores de 60 años y requieren atención médica e inclusive cirugías de columna vertebral o tratamientos contra el cáncer, entre otros padecimientos que los aquejan.

La Iglesia vive tradicionalmente de lo que aporta la gente y no hay una situación de bonanza, pese a lo que se diga. Además, los costos de la medicina y la atención en hospitales se han disparado, y varios curas ya tuvieron intervenciones quirúrgicas muy costosas, dijo el prelado.

En 2008 se recaudaron 3 millones 400 mil pesos, pero faltó un millón, y en lo que va de 2009 el faltante suma 200 mil pesos. La recaudación que hemos conseguido por la aportación sacerdotal es a todas luces insuficiente, lamentó.

Marín Rábago también dijo que la Iglesia requiere apoyo de los feligreses porque los curas enfermos han entregado su vida a la comunidad. Por ello apelamos a la generosidad del pueblo cristiano, que tradicionalmente ha sido muy sensible a la colaboración para el seminario y el sostén de los sacerdotes.

El arzobispo insistió en que los curas no tienen riqueza y viven en los templos, que son de la comunidad. A lo mejor pueden tener su carrito para moverse de un lado a otro y servir a la gente, pues gracias a Dios tenemos lo básico para vivir con dignidad, pero en un ambiente austero.

Por otra parte, el prelado sugirió al gobierno federal que calcule los impuestos a cobrar el próximo año conforme a las posibilidades de las personas, y sobre todo tratando de aumentar la base de quienes tienen que aportar.