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Habrían encontrado huellas; el gobierno estatal niega la información

Especulan con pistas sobre los asesinos de Chavarría

Zeferino Torreblanca dice a diputados que no necesita su compasión ante sospechas de que está implicado

Analiza el PRD postular a viuda

Corresponsales
Periódico La Jornada
Lunes 24 de agosto de 2009, p. 30

Chilpancingo, Gro., 23 de agosto. El gobierno de Guerrero se deslindó de la versión difundida hoy acerca de que peritos de la Procuraduría General de la República (PGR) y del equipo estatal que investiga el asesinato del diputado perredista Armando Chavarría Barrera detectaron huellas dactilares en la escena del crimen y recrearon la forma en que ocurrió el ataque.

Un funcionario de Comunicación Social pidió evitar especulaciones y añadió que si hay algún avance en las investigaciones del caso el gobernador Zeferino Torreblanca lo dará a conocer este lunes en conferencia de prensa.

Hoy trascendió que, ante las versiones que le atribuyen responsabilidad en el asesinato del presidente la Comisión de Gobierno del Congreso de Guerrero, el mandatario estatal dijo a diputados locales no necesitar que lo compadezcan y anunció que vigilará la investigación del caso.

El jueves pasado –día en que se cometió el homicidio– el mandatario se reunió con legisladores locales de todos los partidos en la residencia oficial, y reiteró que no hay elementos para pensar en un crimen político, según el priísta Marco Antonio Leyva Mena, quien estuvo entre los concurrentes.

Tras insistirles tres veces en que no necesita su compasión, Torreblanca dijo a los legisladores que asumirá la responsabilidad de las investigaciones e informó que un equipo especializado de la PGR llegaría en breve para apoyar al procurador de Justicia estatal, Eduardo Murueta Urrutia, y al equipo designado para investigar el crimen.

Leyva Mena rechazó las acusaciones del líder nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Ortega, sobre la culpabilidad de grupos caciquiles ligados al Partido Revolucionario Institucional, y su correligionario, el senador y ex gobernador Ángel Aguirre Rivero –compadre de Chavarría– llamó a no politizar el asunto sino confiar en las autoridades.

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El gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca, dijo estar dispuesto a que lo investiguen sin contemplaciones en torno al asesinato del perredista Armando Chavarría, presidente del Congreso estatalFoto Javier Verdín
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El PRD analiza la posibilidad de ofrecer la candidatura al gobierno estatal a la viuda de la víctima, Martha Obeso, quien aparece en la imagen con una flor en la mano, durante el sepelio efectuado el viernesFoto Lenin Ocampo

El jueves también, el vicecoordinador de la fracción parlamentaria del PRD, Sebastián de la Rosa Peláez –quien por la mañana hizo duras críticas al gobernador y dijo que se trataba de un crimen político– cambió de postura en la reunión oficial. Dijo que se viven tiempos difíciles y hasta propuso a Torreblanca cerrar filas con las instituciones de Guerrero.

Entretanto, diversas corrientes perredistas discuten la designación del candidato a la gubernatura, pues Chavarría Barrera encabezaba las preferencias. Miembros de la Coordinadora de Bases Municipales del PRD en Chilpancingo dijeron ver no con malos ojos la posibilidad de que los represente la viuda del diputado, Martha Obeso.

El líder estatal perredista, Misael Medrano Baza, respondió que la idea no le desagrada, pero primero debe aclaraerse el crimen para evitar confrontaciones.

Mientras tanto, Felipe Aguirre Franco, arzobispo de Acapulco, llamó a la sociedad, partidos políticos, funcionarios y agrupaciones civiles a no enrarecer más el ambiente del estado en aras de buscar culpables del crimen.

El clérigo rehusó opinar sobre las versiones de que hubo móviles políticos en el asesinato. Es una afirmación riesgosa y delicada. Las autoridades son las que deben investigar, y las especulaciones sólo dividen más a la población y ensombrecen la situación política.

Aguirre Franco dijo que el crimen no debe ser motivo para írsele a la cabeza al gobernador Zeferino Torreblanca; ello es un desahogo irreflexivo. Después de la pena y el derramamiento de sangre lo peor que puede pasar es dividirnos y que la muerte sirva para el enfrentamiento.