Hugo Blanco:

 “Un pueblo agredido con las armas

 tiene derecho a defenderse”

“Si la humanidad quiere salvarse, tiene que retornar a los principios indígenas”. Para el militante campesino y ex guerrillero peruano Hugo Blanco, esta afirmación cobra fuerza en la lucha de los pueblos amazónicos del Bagua, Perú, asesinados y encarcelados por la Dirección de Operaciones Especiales (DIROES) el pasado 5 de junio. Haciendo uso de su derecho a la autodefensa, señala Blanco, los indígenas repelieron el ataque con piedras, lanzas y flechas. “Los nativos están acostumbrados a que cuando hay paz, hay paz, pero si me atacan, me defiendo. Es un derecho y un instinto.”

“La Amazonía ocupa la mayor parte del territorio peruano. El 11 por ciento de la población peruana está compuesta por comunidades nativas amazónicas, que desde el punto de vista occidental son las más primitivas y desde nuestro punto de vista son las menos contaminadas por la moral y los principios capitalistas. Esos hermanos no fueron conquistados ni por los incas ni por los españoles. Cuando la fiebre del caucho redujo a la esclavitud y masacró a poblaciones nativas, muchos pueblos cortaron  toda comunicación con la llamada civilización y se mantuvieron en aislamiento voluntario. Esos compañeros son los que hoy le están dando ejemplo al Perú de cómo se contesta a este régimen. Porque hay una agresión terrible no sólo para el Perú, sino para todos nuestros países. Con las explotaciones mineras, de gas, petróleo, etcétera, no sólo están usurpando nuestras riquezas sino destruyendo la naturaleza, contaminando los ríos, el aire, el agua, el suelo. Esta agresión a quienes hiere profundamente es a las poblaciones indígenas que viven de la naturaleza. Por eso hay una lucha fuerte en el Perú por la defensa del medio ambiente, y quienes están a la vanguardia de esta lucha son precisamente los más ‘primitivos’, o sea los selváticos, que son los más unificados”, explica Hugo Blanco.

Entrevistado en el caracol zapatista de Morelia, Chiapas, en el marco del Encuentro Continental contra la Impunidad y por la Justicia Autónoma, el dirigente de la Federación de Campesinos de Cusco-Perú, y director de la revista Lucha Indígena, recuerda que en los sesentas pidieron para él la pena de muerte por ejercer el derecho a la autodefensa: “No fui yo ni mi partido el que decidió, fue el campesinado de la zona, que había hecho la reforma agraria pacífica y fue atacado de forma armada por el gobierno. Entonces decidieron defenderse de ese ataque y me nombraron para que organizara la autodefensa, siguiendo la orden de la colectividad.”

La autodefensa, explica, “es un derecho que se nos ha querido quitar a nosotros. Cuando hay una masacre, ¿qué pasa? Algunos de los heridos son acusados por resistirse a la autoridad. Y los que entran a la cárcel son los que quedan vivos de la masacre, no los atacantes. ¿Por qué? Porque estamos en un sistema en el que los que mandan son las grandes multinacionales y los gobiernos no son más que los sirvientes de esas multinacionales, y cualquier voz que se levante contra ellos debe ser silenciada”. Por eso, señala el luchador peruano, los indígenas ya no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados, por lo que, de acuerdo a lo expresado en este Encuentro, “si un pueblo es agredido con las armas, tiene derecho a defenderse”.

Hugo Blanco reitera que más allá de sus implicaciones inmediatas, la lucha de los pueblos amazónicos del Perú es un ejemplo de la importancia del retorno a los principios de los pueblos indios.

“¿Cuáles son esos principios? Algunos de ellos han sido conocidos en el mundo por los zapatistas, como el mandar obedeciendo. Pero eso no es sólo de los zapatistas. Eso lo hacen los mapuches, lo hacemos los quechuas, lo hacen los colombianos. También eso de que el cargo público es para servir y no para servirse. Otro principio es que las cosas que afectan a la comunidad deben ser resueltas por la comunidad y no por un individuo. Otro principio es el amor a la naturaleza. Los indígenas de Canadá, de Chile o cualquier parte, amamos mucho a la naturaleza y la consideramos un ser viviente. Otro principio es el buen vivir, que lo practican más que ninguno de nosotros los indígenas amazónicos. Creo que la vuelta a esos principios, no digo la vuelta a lo primitivo, sino a que sea la sociedad la que diga de qué cosas puede prescindir y qué cosas no puede prescindir, es lo que va a salvar a la humanidad.”

 

Entrevista: Alejandro Reyes Arias

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