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Gestión integral de los residuos sólidos de la UAM-Azcapotzalco Rosa María Espinosa Valdemar, Sylvie Turpin Marion, Griselda Polanco Segovia, Alfonso de la Torre Vega e Irma Delfín Alcalá
La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) es una Institución comprometida con el cuidado y protección del ambiente así como con el aprovechamiento responsable de los recursos naturales. En octubre de 2003, la Unidad Azcapotzalco puso en marcha un programa de gestión integral de residuos sólidos, denominado “Separacción por un mejor UAMbiente”, como respuesta a la responsabilidad de esta casa de estudios de no sólo dar cumplimiento a la normatividad ambiental en materia de residuos sólidos, sino principalmente como resultado del interés por incluir la educación ambiental en la formación de estudiantes, profesores y trabajadores y, en general, en el ámbito universitario y la comunidad próxima a sus instalaciones. La institución ocupa una superficie 190 mil 500 m 2 de la que 72 mil 300 m 2 son áreas verdes. La comunidad de la UAM-A incluye 3 mil trabajadores entre profesores y empleados administrativos, además de 12 mil alumnos. En estas instalaciones universitarias se generan cada semana 7.74 toneladas de residuos sólidos, entre los que se incluyen casi dos toneladas de residuos de jardinería, de los que la mayor parte pueden clasificarse como urbanos y un pequeño porcentaje de residuos de manejo especial, lo que equivale a que por persona se generen alrededor de 110 gramos de residuos sólidos por día. El programa “Separacción por un mejor UAMbiente” b usca concientizar a la comunidad universitaria acerca de la problemática de los residuos en el Distrito Federal e involucrarla en la cultura de su separación. En el periodo de 2003 a 2007 se han enviado a reciclaje 3.1 toneladas de PET, 492 kilos de aluminio, 2.7 toneladas de vidrio, 1.6 toneladas de envases de tetrapak, 1.0 tonelada de papel, 3.8 toneladas de cartón, 153 cartuchos de tinta y 240 cartuchos de tóner. Estos materiales representan, en conjunto con los residuos de poda, alrededor de 3 mil m 3 de residuos que no tuvieron que ser depositados en el relleno sanitario. El envío de estos materiales a reciclaje hace que se reintegren a un ciclo productivo, lo que contribuye a reducir el consumo de agua y energía para producirlos a partir de recursos naturales, posiblemente no renovables. Las tres etapas del programa El programa fue diseñado en tres etapas. En la primera se implementó la separación de los residuos sólidos en dos fracciones: recuperables (envases de PET, de vidrio, de aluminio y tetrapak) y no recuperables (todo lo demás). Fue necesario establecer el manejo de esas fracciones, su recolección selectiva, su almacenamiento temporal por separado en el contenedor, la localización y el contacto con posibles comercializadores o recicladores de los residuos recuperables. Aunado a ello se hicieron talleres informativos y campañas de sensibilización y difusión a la comunidad. Estas acciones se han mantenido hasta hoy, mejorándolas conforme se observa la necesidad o la conveniencia de hacerlo.
Para el manejo de los residuos fueron colocados en la primera etapa de la campaña 118 parejas de botes en los espacios exteriores de la unidad. Los botes blancos son para depositar residuos recuperables y los rojos para todo lo demás. Los residuos separados, una vez recolectados por el personal de intendencia, son depositados en las áreas previstas para su almacenamiento temporal del centro de acopio, sitio en el que se les revisa, acondiciona y pesa en tanto son enviados al destino final que les corresponda: tratamiento, reciclaje o relleno sanitario. La segunda etapa comenzó en julio de 2004 y consistió principalmente en instalar 73 parejas de contenedores en las zonas en que se había detectado que no había o eran insuficientes, con lo que se evitó que los residuos sean arrojados sin cuidado a las zonas de jardines o a los patios. En paralelo se mejoró la señalización de los residuos que deben depositarse en cada color de contenedor. A esta etapa correspondió la incorporación al programa de las oficinas académico-administrativas, espacios en que se genera un gran volumen de papel y envases recuperables. Con base en el diagnóstico realizado en estos sitios se diseñó la forma de separación, como una fase piloto en sólo 11 oficinas y se planea que paulatinamente se incorporen las demás.
En la tercera etapa, que se inició en el 2007, se incluyeron en el programa aquellas áreas de la unidad en que se generan residuos de manejo especial, así como otros espacios no considerados en las dos primeras etapas, tales como: talleres, laboratorios de docencia e investigación, y áreas de fotocopiado y de mantenimiento. Por lo pronto, se hicieron negociaciones que condujeron a un convenio de “clientes permanentes” con las empresas Hewlett-Packard e Industrias Kores. Consiste en enviar a reciclaje, a través de dichas empresas, los cartuchos de tinta y toners agotados, que son residuos de manejo especial. Se está buscando establecer convenios similares con otras empresas del mismo ramo. Caracterización de los residuos En la siguiente tabla se muestran las cantidades promedio mensuales de los residuos que se generan. Generación mensual de residuos sólidos y su destino final
A continuación se indican las cantidades de los residuos recuperados de 2005 a julio del 2007. Recuperación de residuos sólidos
Los residuos recuperados que aparecen en la tabla representan, en conjunto con los residuos de poda, aproximadamente 3 mil m 3 , volumen importante que no fue necesario enviar al relleno sanitario. En la tabla 3 se presenta los datos que indican el porcentaje de reducción de residuos generados en el campus, ya sea por su envío a reciclaje o por composteo.
Es así como los residuos generados en la UAM Azcapotzalco son manejados con una visión integral que se rige por los principios de prevención, minimización y protección al ambiente, así como por el reaprovechamiento en forma material o energética de los residuos. <Para contribuir a desarrollar la cultura ambiental se requieren acciones de concientización y convencimiento, esfuerzo que paulatinamente conduce a los resultados deseados. Considerando eso se han utilizado diferentes estrategias, entre ellas: • Implementar el programa en etapas, considerando que la separación de residuos es un hábito que la comunidad sólo adquiere paulatinamente. • Realizar campañas de difusión y concientización dirigidas a toda la comunidad y a conjuntos especiales, por ejemplo, a jardineros, trabajadores de intendencia, trabajadores de mantenimiento, estudiantes de nuevo ingreso. • Impartir pláticas informativas en foros académicos y eventos realizados al interior de la institución, como “ La Semana del Ambiente”, “ La Semana de la Química ” y “ La Semana de la Energía ”. • Desarrollar actividades interactivas en eventos como los mencionados anteriormente. • Atender las indicaciones acerca de la claridad o falta de claridad en la señalización de los contenedores para cada tipo de residuo y en los folletos informativos. • Crear grupos interdisciplinarios de trabajo para retroalimentación interna de las motivaciones del proyecto. • Establecer y mantener un vínculo con el Servicio de Limpia de la Delegación Azcapotzalco , en la que se localiza la institución. • Mantener una comunicación continua entre las creadoras del programa Separacción y las instancias institucionales que participaron en la planeación del mismo, lo que ha permitido que los objetivos y las propuestas se hayan ido renovando y actualizando conforme los resultados observados y las nuevas necesidades. Conclusión La problemática ambiental es un tema prioritario a nivel mundial desde hace varios años. La Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana está comprometida con el cuidado del ambiente. Los resultados obtenidos permiten considerar que el programa ha sido exitoso. Sin embargo, debemos recalcar que se ha necesitado de un esfuerzo constante de parte de todos los actores, resaltando el apoyo de las autoridades universitarias. Las últimas etapas del programa están en proceso de implementación, y las primeras en mejoramiento y seguimiento. Se trata de mantener una campaña permanente, sin detrimento de la revisión y adecuación que se juzguen pertinentes para lograr una participación cada vez mayor de la comunidad en relación, tanto a la problemática de los residuos, como al cuidado y protección del ambiente. |
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