En un cónclave que congregó en Los Pinos a todos los gobernadores, incluyendo por primera vez al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, el presidente Felipe Calderón declaró el regreso a la normalidad una vez que se estabilizó el contagio por la influenza, y agradeció que se hayan coordinado sin consideraciones de carácter político.

Fue en este encuentro donde el michoacano dio a conocer las medidas que los mandatarios estatales detallarían después y que el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, oficializaría una hora más tarde en cuanto al regreso escalonado a clases: el 7 de mayo los estudiantes de bachillerato y de educación superior; el 11 los de primaria y secundaria, así como la reanudación de actividades económicas el próximo miércoles.

Doce días después de que el gobierno federal declaró la emergencia se dio este primer diálogo con los ejecutivos estatales, el cual fue pactado el sábado anterior con los responsables de la Comisión de Salud de la Confederación Nacional de Gobernadores.

La reunión se hizo al aire libre, en apego a las medidas aplicadas por el Estado Mayor Presidencial para proteger a Calderón y sus invitados.

Enfrente de la residencia Miguel Alemán, en torno de una gran mesa rectangular protegida por una carpa, se sentaron todos. En la cabecera, el Presidente estuvo flanqueado por Córdova y el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont.

El jefe del GDF en Los Pinos

Ebrard, quien llegó 15 minutos antes de la cita de las 11 de la mañana, quedó un poco lejos del panista, en el extremo derecho de la mesa, en lo que significó su primera visita a la casa presidencial y su tercer encuentro con Felipe Calderón.

Las dos ocasiones anteriores fueron en las sesiones del Consejo Nacional de Seguridad. Esta vez tampoco hubo saludos de mano, por las medidas sanitarias, según se explicó en Los Pinos.

Concluida la reunión casi tres horas después, fue el jefe de Gobierno capitalino uno de los primeros en informar a la prensa los acuerdos sobre el regreso a clases y la estabilización del virus.

A su salida de Los Pinos, explicó que se dejó en claro que las medidas aplicadas por su gobierno, que aún se discuten, como el cierre de los restaurantes, tuvieron éxito, y de estar el semáforo en color rojo ahora está en naranja en la ciudad de México.

En el caos provocado por la falta de organización para que la prensa pudiera entrevistar a los gobernadores, que salieron rápidamente a bordo de diversos vehículos, la llanta del automóvil Honda oscuro en el que viajaba Ebrard pasó encima del pie de la reportera de Multivisión Gloria Hernández.

La periodista fue atendida en un hospital del Estado Mayor Presidencial, donde se informó que sufrió el desprendimiento de una uña, lo cual le impedirá realizar sus actividades de manera adecuada en los próximos días.

De los gobernadores priístas, el del estado de México, Enrique Peña Nieto, resaltó que pidieron al Ejecutivo federal que ponga en marcha una campaña en el extranjero que permita mejorar la imagen nacional y así pueda reactivar su economía.

En el mismo sentido, el gobernador de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong, explicó que plantearon la urgencia de aplicar medidas para reactivar la economía y el turismo en los estados, mientras el nayarita Ney González pidió suficiente dotación de cubrebocas.

Otro priísta, el veracruzano Fidel Herrera Beltrán, aprovechó para reiterar que en su estado no surgió el virus de la influenza humana –esto, en referencia a la firma Granjas Carrol–, y señaló que, de hecho, en esa reunión se reveló dónde tuvo su origen, aunque no quiso dar el dato.

Días cruciales

Una vez que los gobernadores informaron los acuerdos y que las declaraciones de Ebrard sobre el regreso a clases se habían difundido ampliamente en radio y en los portales de Internet, la Presidencia dio a conocer el discurso de Calderón en el que informó dichas medidas; además resaltó que la responsabilidad y solidaridad de los mexicanos, así como la acción oportuna y decidida de las autoridades de los tres órdenes de gobierno, está rindiendo frutos.

Frente a los mandatarios locales –que en su mayoría llegaron con cubrebocas, pero luego se los quitaron– aseguró que estamos en condiciones de volver a la normalidad, pero dijo que los siguientes días serán cruciales para que no bajemos la guardia, porque el virus aún está presente.

Agradeció reiteradamente el cierre de filas de los mandatarios estatales para proteger la salud de los mexicanos con la suspensión provisional de clases y de diversas actividades económicas y gubernamentales no esenciales.

También reconoció que esta situación ha significado costos importantes para las economías de las entidades federativas, pero aseguró que estas medidas permitieron salvar miles de vidas.

Para mitigar el impacto en la economía, Calderón anunció por la noche que su gobierno otorgará estímulos fiscales. Como el turismo es uno de los sectores más afectados, señaló que se reducirán los impuestos a los cruceros que visiten México, y otra medida de carácter general permitirá que los contribuyentes puedan compensar los pagos del impuesto sobre la renta con sus pagos mensuales del impuesto empresarial a tasa única.

En un mensaje que fue difundido a las 21:30 horas en cadena nacional, reiteró lo dicho ante los gobernadores de que se está superando este desafío, ya que el número de defunciones ha disminuido notablemente, así como el de personas contagiadas.

Sostuvo que México ha encabezado el frente de batalla contra este virus, y en esa trinchera estamos defendiendo no sólo a los mexicanos, sino a todos los seres humanos que en el mundo pueden contagiarse con esa nueva enfermedad.

Volvió a expresar su enérgico rechazo a las medidas vejatorias y discriminatorias de varios países en contra de los mexicanos a raíz del descubrimiento del nuevo virus; por tanto, les pidió que dejen de realizar acciones que dañan a México y que no contribuyen a evitar la transmisión de la enfermedad.

En lo que pareció una respuesta a las críticas por el tiempo que tardó el gobierno en declarar la emergencia, aseguró que su gobierno actuó con rapidez y muy cerca de la Organización Mundial de la Salud; además, aplicó las medidas correctas para evitar la propagación de este mal, dijo.