Las autoridades culturales definirán hoy la logística que deberá ponerse en marcha en museos, teatros, bibliotecas, zonas arqueológicas, galerías, auditorios y foros artísticos ante la inminente reanudación de actividades.

Con base en las recomendaciones sanitarias que ordenen la Secretaría de Salud (Ssa) y, en algunos casos, el Gobierno del Distrito Federal, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) determinará las acciones correspondientes para que el público retorne al disfrute de la cultura.

En la ciudad de México, donde se concentra la mayoría de espacios, la limpieza de los inmuebles, las condiciones para el acceso del público y las medidas para evitar aglomeraciones son algunas de las cuestiones que son causa de incertidumbre entre los responsables de la infraestructura cultural.

Si bien desde que se anunció el cierre de los recintos personal de guardia se ha encargado, entre otras cosas, de la limpieza, como afirmó ayer a La Jornada la titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Teresa Vicencio, se deberá decidir si los lugares que reciben visitantes, así como las escuelas de educación artística, se fumigarán antes de reabrirlos.

De ser así, en el caso de museos y galerías se deberán tomar medidas especiales para proteger las obras de arte.

Pendiente, el impacto económico

La Ssa recomendó a los centros de reunión cerrados, como cines, teatros y auditorios (e igual se aplicaría a museos y galerías) que las personas no se acerquen a la taquilla más allá de lo indispensable, así como utilizar gel antibacterial después de las transacciones con dinero.

Indicó además que para la entrada a los recintos se deberá implementar un filtro de supervisión para que ninguna persona con síntomas de influenza entre. También se recomienda que el público se limpie las manos con gel antibacterial, pero en la capital hay desabasto de éste.

Antes de cada función se debe desinfectar el inmueble con cloro y los botes de basura deben contar con tapas para que permanezcan cerrados, y colocarles una bolsa de plástico.

Para evitar el contagio del virus de influenza A/H1N1 en el butaquerío, la Ssa señaló que se debe restringir la proximidad de las personas a una distancia de 2.25 metros, dos butacas como mínimo entre usuario y usuario, así como dos filas al frente y atrás.

Esto implicaría una asistencia menor al aforo, lo cual ocasionará conflictos en varios conciertos que se reprogramarán, pues algunos ya han vendido la totalidad de localidades.

De igual forma, para evitar aglomeraciones las autoridades de salud indican que las personas que hacen filas deben guardar una distancia de por lo menos un brazo.

Además de reprogramar un centenar de actos, el CNCA informará del impacto en lo económico del cierre de recintos.

Por ejemplo, el Museo Nacional de Culturas Populares dejó de atender, aproximadamente, unos 15 mil visitantes y de percibir unos 30 mil pesos por concepto de entradas, informó ayer a este diario la directora de ese espacio, María Antonieta Gallart.

La funcionaria dijo que uno de los retos ante la reapertura del museo, ahora bajo estrictas medidas sanitarias, será la impartición de talleres infantiles de fin de semana, los cuales tenían hasta 300 participantes; eso lo tendremos que replantear, pero estamos listos para volver, puntualizó.

Mientras, en el Museo Nacional de Antropología, uno de los más visitados de país, que el día 18 inaugurará la exposición Teotihuacán: ciudad de los dioses –hasta ayer sin cambio de fecha–, siguen los trabajos cotidianos de mantenimiento. También se han realizado inventarios y reacomodo en las bodegas.