DIRECTORA GENERAL: CARMEN LIRA SAADE
DIRECTOR FUNDADOR: CARLOS PAYAN VELVER
SUPLEMENTO MENSUAL  DIRECTOR: IVAN RESTREPO  
EDICIÓN: LAURA ANGULO   LUNES 30 DE MARZO 2009 
NUMERO ESPECIAL


Portada

Introducción

Codorniz mascarita, la extinción toca a la puerta
Horacio de la Cueva

El muro fronterizo: una amenaza para especies en peligro
Óscar Moctezuma O.

El borrego cimarrón, monarca del desierto mexicano
Roberto Martínez Gallardo

Los oasis de palma de abanico en las Californias
Ernesto Franco

Un murciélago en el delta del Río Colorado
Lourdes Mexicano

¿Basta la norma oficial para la observación de ballenas?
Refugio Chávez Ramírez

El tiburón ballena: ecoturismo para su conservación
Tania Paola Romero Brito

Tijeretas, las aves pirata de isla Santa Margarita
Mónica González Jaramillo

Aves inmutables en el Pacífico: ángeles de Guadalupe
Mario Guerrero Madriles


Correo electrónico:

[email protected]

  

Tijeretas, las aves pirata de isla Santa Margarita

Mónica González Jaramillo
El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur)
Biología de la Conservación
Correo electrónico: [email protected]


Foto: Juan Carlos Pérez

Un macho de plumaje negro, patrullando la costa de isla Santa Margarita (en las costas de Baja California Sur), vuela en busca de aves marinas a quienes robar el alimento. Con mirada aguda, pico en forma de garfio, alas extendidas de más de dos metros de envergadura, cola en forma de tijera y peso de no más de kilo y medio, surca ligero los vientos subiendo y bajando en las corrientes de aire que se forman sobre el mar. Es un ave marina de presa conocida en el noroeste como tijereta, Fregata magnificens.

Repentinamente avista un pato buzo (Phalacrocorax auritus) volando sobre las olas, de regreso para alimentar a sus crías. La tijereta estira el cuello, encoge las alas, cierra las plumas de la cola y cae en picada. Persigue velozmente al pato buzo de modo que sus alas hacen al viento silbar. En segundos le da alcance, lo toma por las plumas de la cola y lo empieza a sacudir. Para librarse del asedio, el pato buzo suelta el pescado que lleva en el pico y la tijereta lo toma al vuelo.

Igual que el aclamado “rey de los cielos” (el albatros, Diomedea sp.) , las tijeretas pueden volar de noche y de día casi sin esfuerzo. Su vuelo puede ser elegante, extraordinariamente veloz y acrobático. Sus despegues y aterrizajes son perfectos y su figura es estética e inconfundible. Tal vez el título de “rey de los cielos” lo debería portar esta especie.

Las tijeretas son indicadoras de la salud del ecosistema porque son depredadoras tope, lo más alto de la cadena alimenticia. Son cleptoparásitas, o sea que roban el alimento a otras aves (por eso son llamadas “piratas”) pero también pescan en la superficie del mar.


Foto: Mónica González

Estas aves están catalogadas como de alta prioridad de conservación. Au n cuando no es una especie muy amenazada, se piensa que sus poblaciones disminuyen y que tienen riesgos conocidos o potenciales. Entre ellos, depredación, patógenos, destrucción de hábitat, introducción de especies depredadoras no nativas, competidores y captura incidental en redes y líneas de pesca.

Las tijeretas anidan en grandes colonias en las islas tropicales del Pacifico y el Atlántico bañadas por corrientes marinas de agua caliente. En México, la colonia más norteña se encuentra en el Noroeste, en isla Santa Margarita. En esta isla hay actividad pesquera, depredadores naturales y fauna introducida. Aquí las características oceanográficas están regidas por la corriente de aguas frías de California. Por algo las tijeretas de esta isla son genéticamente diferentes al resto de las otras colonias mexicanas.

Debido a que se reproducen hasta los siete años, a que ponen un huevo cada dos años y a que cuidan de sus crías hasta por 17 meses, son aves con un sistema de reproducción frágil. Si sus poblaciones disminuyen, su recuperación sería un esfuerzo titánico.

Ayudemos a la conservación de los lugares donde anidan las tijeretas y permitamos de esa manera que las maravillosas aves de Santa Margarita, sigan surcando los cielos y patrullando las islas y costas del Noroeste de México.

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