Opinión
Ver día anteriorViernes 27 de marzo de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

Rescates en la familia feliz

Osito con hueso

Salvar a Cemex

N

o son los únicos, mucho menos los últimos, pero el gobierno calderonista operó dos rescates (uno laboral, otro financiero), que resultan igual de onerosos que de ignominiosos para la nación: el de Luis Téllez, el osito bocón, y el de Cemex, la primera trasnacional mexicana, según la definen sus allegados.

A su ex secretario de Comunicaciones y Transportes, el de Los Pinos primero lo cubrió con la invención de una asesoría para políticas contra la crisis, con generoso salario, manga ancha y, sobre todo, impunidad plena, para de inmediato operar políticamente con la pandilla de enfrente, los chicos malos de la especulación, y acomodar la pieza. Y, en efecto, la acomodó (habrá que conocer a qué precio, porque los bolsudos no dan gratis ni el saludo): el ex salinista, ex zedillista, ahora calderonista, prianista de corazón y representante en México de los más oscuros intereses del oscuro Grupo Carlyle y sus halcones, será el nuevo presidente de la Bolsa Mexicana de Valores. Sólo falta la asamblea de la BMV para formalizar el regalo (será ilustrativo conocer cómo votará Carlos Slim, uno de esos accionistas).

Así fuera de efectivo, contundente y veloz el inquilino de Los Pinos cuando de sacar al país adelante se trate. Pero no da para mucho, de allí que limite su campo de acción a ese tipo de personajes. De cualquier suerte, llama la atención el apasionado rescate de un personaje tan nefasto como Téllez, pues lleva a pensar que debe ser enorme y espinoso el adeudo que el mochoacano mantiene con su ex secretario de Comunicaciones y Transportes. De gran proporción, como para que después de su remoción lo haya cobijado con una asesoría personal para políticas contra la crisis (cargo en el que apenas lleva tres semanas) sacada de la chistera, y de allí acomodarlo en la presidencia de la BMV. ¿Qué le debe, qué le sabe?

Pero los amores gubernamentales no se limitan a esa parte de la pandilla, por lo que habría preparado un rescate financiero del corporativo encabezado por Lorenzo Zambrano, uno de los beneficiarios, también, de la venta de Banamex a Citigroup (obviamente libre de impuestos). Pues bien, esta primera trasnacional mexicana se endeudó hasta el cuello (cerca de 16 mil millones de dólares), especuló con derivados, el precio de sus acciones se fue a la lona y la crisis le estalló en la cara. Los primeros movimientos fueron los usuales en este tipo de consorcios: despidió a más de 5 mil trabajadores, utilizó sus influencias políticas para obtener apoyos crediticios –que originalmente se destinarían a pequeñas y medianas empresas– y con eso comenzó a manejar su propia crisis, pero no fue suficiente, de allí que las sensibles fibras de Los Pinos actuaran en consecuencia.

Desde octubre pasado el precio de las acciones de Cemex fue de mal en peor. Pero de repente, en este marzo de la esperanza, algunos especuladores ilusos confiaron en el futuro del corporativo y de la noche a la mañana recompraron sus acciones, y su precio aumentó casi 30 por ciento. Pero esos soñadores suelen estar bien informados, y lo que ahora saben es que el gobierno ha elaborado un plan de rescate para Cemex (obviamente con recursos públicos), para que el grupo que preside Zambrano salga del hoyo y siga vendiendo más caro el cemento en México que en otras latitudes en las que se mueve.

Los cocineros del rescate no perdieron el tiempo y fijaron sus ojos donde siempre: la banca de desarrollo, que de salvamentos privados con dineros públicos sabe un rato. Todo indicaría que la institución agraciada sería Banobras (ya en tiempo de López Portillo rescató al Grupo Alfa), la que en lugar de financiar obra pública atiende urgencias privadas. De cualquier suerte no habría que descartar al sufrido Bancomext, al que a lo largo de los años le han cargado todo tipo de salvamentos.

Lo mejor del caso es que tanto Téllez como Zambrano son grandes defensores de la libertad de mercado, que todo lo arregla, y odian profundamente la intervención del Estado en asuntos de particulares, siempre y cuando la crisis no los alcance.

Las rebanadas del pastel

De los lectores, la crisis y los que no son Cemex: “propietarios de una pequeña empresa que se dedica a la construcción, tenemos poco de haber iniciado –un año, aproximadamente– y como es bien sabido el país enfrenta una seria crisis que a pesar de los esfuerzos del (des)gobierno por lanzar cifras optimistas, en el ramo de la construcción son numerosas las obras que se han tenido que parar, dado el incremento en los precios de los materiales. A pesar de esta crisis, el IMSS y el gobierno federal no han hecho nada por apoyarnos; manejamos una plantilla de aproximadamente 200 trabajadores para la construcción, y la empresa para la que trabajamos (somos subcontratistas) no nos ha pagado oportunamente el dinero destinado al IMSS y al Infonavit. A pesar de los esfuerzos que hemos hecho para estar al corriente en los pagos, ya tenemos un adeudo de algunos meses y no obstante la coyuntura (así le dicen en Los Pinos) el IMSS sólo espera al siguiente día de que se vence la fecha de pago –el 17 de cada mes– para emitir la notificación con su respectiva multa que es de 40 por ciento y ya con amenaza de embargo, por lo cual en ocasiones se tiene que llegar a un ‘arreglo’ con los ejecutores,que siempre va de 10 mil pesos en adelante dependiendo la cantidad que se notifica. La pregunta es ¿por qué esta falta de sensibilidad por parte del IMSS; no se da cuenta de la crisis en que nos encontramos? ¿No se percata que si nos ahoga de esa forma lo único que va a conseguir es que una empresa pequeña más cierre y que de esa forma se cancelen los empleos que genera? En la delegación del IMSS que nos corresponde no dan solución. Por ultimo, ¿sabían que los notificadores, además de bastante personal del Seguro Social, trabaja con contratos por mes y no cuentan con IMSS. ¿Con qué calidad moral entonces dicho Instituto exige los derechos de los trabajadores, si es el primero en violarlos?” (Fausto Centeno, Saúl Hernández, [email protected]).... El Club de Periodistas de México invita a su cuadragesimosexto foro TLCAN: implicaciones sociales, políticas, económicas y jurídicas; ¿es viable la renegociación? Participan Antonio Mejía Haro, Manuel Becerra Ramírez y Alberto Montoya Martín del Campo. Moderan Celeste Sáenz de Miera y José Manuel Orozco Garibay. La cita es a las 18 horas en Filomeno Mata 8, Centro Histórico.