Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 15 de marzo de 2009 Num: 732

Portada

Presentación

Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA

Fantasy Black Box (Fragmento)
EFRÉN MINERO

Los disparates de Konstantino
TAKIS SINÓPOULOS

Actualidad de la enseñanza social de la encíclica Populorum progressio
MIGUEL CONCHA MALO

¿Qué es Kind of Blue?
ALAIN DERBEZ

El legado poético de los antiguos mexicanos
ADRIANA CORTÉS KOLOFFON Entrevista con MIGUEL LEÓN-PORTILLA

Es el momento de estar solo
RICARDO VENEGAS entrevista con VICENTE GANDÍA

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Columnas:
Mujeres Insumisas
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La Jornada Virtual
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Angélica Abelleyra

Hayde Lachino: aprehender desde el cuerpo

La danza fue su encuentro salvador pues le permitió descubrir el placer del cuerpo. Y ahora, combinando no sólo el hacer sino el mirar la danza a través del video, la crítica y la promoción, Hayde Lachino (Michoacán, 1967) ha logrado conectar en lo emocional dos intereses en movimiento que la alimentan y le otorgan identidad: danza e imagen.

Viene de una familia de científicos donde el pensamiento racional era la regla, mientras la corporalidad placentera estaba casi negada. De manera que su incursión en el teatro, primero, y la danza contemporánea, después, le permitió descubrir su espacio para ser. A los dieciséis años salió de casa y debió trabajar para sobrevivir. De todo, lo que más disfrutaba era la producción de tv y de cortometrajes, así que no le costó mucho decidirse por combinar sus estudios dancísticos con el experimento audiovisual. Hizo producción, edición y manejo de cámara de video. Recordaba entonces los momentos en que su infancia se rodeaba de muchas imágenes a través de los pintores, fotógrafos y escultores que solían visitar la casa. También con las funciones de cine soviético y chino que sus padres compartían con ella y su hermano en lugar de las películas de Disney, casi siempre de cartel exclusivo entre los niños.

Llegó tarde a ejercitarse en la danza, cerca de los veintitrés años de edad. Pero igual bailó, formó su grupo, La Nao, y lo disfrutó mucho. El proyecto duró cinco años con giras en el extranjero y como compañía inicial del Programa Alas y Raíces. Pero llegó el momento en que le pesó demasiado el compromiso por conseguir recursos para sostener económicamente al equipo, al tiempo que se alejaba mucho de su familia. Decidió cerrar el ciclo, pero le quedaba aún más danza por delante, con otros asideros.

La videodanza fue ese nuevo reto. Descubrió que a través de la cámara podía decir un guiño, el temblor de unos labios, el halo que deja un giro, sutilezas que la lente de una cámara registra, magnifica, detalla. Así, los documentales de danza empezaron a ocupar sus días con esa visión absolutamente personal y subjetiva que en mucho admira de Pola Weiss, la artista que con su cámara y su cuerpo hiciera del video una vanguardia, a pesar del escaso reconocimiento que aún tiene en México.

Es precisamente en torno de Pola Weiss que Lachino ha realizado una investigación para la unam , donde revisó cerca de diecisiete videos de la extinta videasta para destacar sus innumerables aportaciones formales y no instalarla (como ha sucedido) en la anécdota de una vida suicida, sufriente.

De las aproximaciones al cuerpo que Pola Weiss experimentó con el video es de lo que Hayde se alimenta. El año pasado realizó un documental con Lidia Romero en el cual experimentó otros ángulos con la cámara. Le encantó el ejercicio en que asume que el documental no es sólo colocar una cámara neutral, sino que se metió a camerinos, detrás de bastidores y a ras de piso para contar de otras maneras el proceso de una puesta en escena.

Autora además de los documentales para conmemorar los veinte años del Centro Cultura Universitario, y de Ventanitas (en colaboración con Irene Martínez) para el Segundo Festival Nacional de Video Indígena, Lachino también ha coproducido espectáculos multimedia como Agua y Last Dance (nominado a Las Lunas del Auditorio en 2006).

Otra de sus facetas es la de crítica de danza, ya que considera muy endeble el contexto teórico de esta área creativa. Colabora en el semanario Tiempo Libre y en otras publicaciones como la Red Sudamericana de Danza. Hace un año ingresó a estudiar filosofía en la unam para encontrar un método que le permitiera teorizar sobre danza con más sustento y hacer que la conexión con su cuerpo encuentre asidero en la organización de su pensamiento.

Y como la teorización y profesionalización de la danza le importan, en su veta de promotora ha posicionado la videodanza como un espacio de legitimidad. En 2000 creó la Jornada Internacional de Videodanza en México y, junto con Mariana Arteaga, dirige el Festival Internacional de Danza y Medios Electrónicos, cuya primera emisión tuvo lugar en 2006, con excelentes resultados en la recepción del público en espacios como la Alameda Central. Por cierto, este año el festival se realizará los dos fines de semana últimos de abril, con cinco funciones en el DF; una en Jalapa y otra en Mazatlán.

Así, entre el manejo de la cámara de video, la edición y alteración de las imágenes, la organización de festivales y el ejercicio de la crítica, Lachino continúa con su cuerpo como asidero placentero y pleno, investigándolo a partir de las nuevas identidades que las tecnologías nos plantean en términos de identidad y compromiso con la persona que somos, con el trabajo mismo y con el otro, la otredad.