Preservar el patrimonio cultural, ampliar la oferta museográfica y hacer que la cultura llegue a más mexicanos y sea embajadora de nuestra nación en el mundo son las primeras instrucciones que el presidente Felipe Calderón dio ayer a Consuelo Sáizar, nueva titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA).

También le pidió de manera muy especial que se coordinara con otras instancias gubernamentales encargadas de los festejos por el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución para promover la memoria colectiva de México, labor que deberá realizar a contrarreloj para tener todo listo el próximo año.

No obstante, para la comunidad intelectual es evidente que los pendientes que Sáizar debe resolver son muchos más.

En primer lugar, hace falta definir una política cultural en la que conceptos como turismo cultural dejen de tener tintes mercantilistas, como han hecho notar diversos especialistas en la materia.

Mendicidad de grupos artísticos

Amén de añejos temas, como la asignación de un presupuesto que no permite cubrir las necesidades culturales del país, la falta de personalidad jurídica del CNCA, controversias en cuanto a la asignación de becas y estímulos a los artistas, así como legislaciones fallidas o anacrónicas en materia de protección patrimonial, Sáizar, quien es la quinta titular del consejo en 20 años, deberá coordinar con eficiencia y dedicación, como dijo Calderón, los esfuerzos de promoción de la literatura, la pintura, la escultura, la danza, el teatro, la música, la arquitectura y el cine, entre otros.

En la lista de pendientes está definir la vocación de la Biblioteca Vasconcelos, a la que se le auguró en tiempos de Fox un futuro como el cerebro electrónico de la red nacional de bibliotecas públicas y que a la fecha sigue a la espera de desarrollar potencialidades.

El cierre del teatro del Palacio de Bellas Artes para su rehabilitación, con el consecuente descuido en el que se ha tenido a los grupos artísticos que tenían en el recinto su sede, es otra situación para conciliar.

Apenas la semana pasada se realizó una protesta más en la explanada del inmueble; los grupos artísticos del Instituto Nacional de Bellas Artes denunciaron que continúan en un estado de mendicidad ante la falta de oficio de las autoridades para poder organizar labores artísticas.