Guatemala

Desalojos en Laguna del Tigre, asesinatos en Huehuetenango


Representante secoya durante una protesta contra Chevron
en Lago Agrio, Ecuador. Foto: Lou Dematteis
 

Ojarasca. En enero de este año, el ejército guatemalteco y la policía nacional civil desalojaron violentamente a indígenas de la región de Laguna del Tigre, departamento de Petén.

Según la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina (Conic), a raíz del desalojo en El Vergelito el 20 de enero, la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conap) procedió el día 26 al desalojo por segunda ocasión de 45 familias concentradas en la comunidad Santa Amelia, San Andrés, Petén.

“La policía y el ejército dispararon indiscriminadamente contra la población civil. Según líderes de dichas comunidades, murieron el señor Fermín García de la comunidad Los Tubos y un niño. Hay más muertos y heridos, pero no se tienen nombres, porque la misma policía recogió a los muertos y heridos los trasladó en las radiopatrullas a lugares desconocidos”.

Varios miembros de las comunidades fueron detenidos. “Tanto el ejército como la policía saquearon las pequeñas tiendas y robaron el ahorro de las familias de la comunidad, rompiendo puertas de las casas y armarios.”

Los indígenas responsabilizan de la violencia al gobernador departamental Rudel Álvarez y a la directora de Conap Mariela López, porque no dan lugar al diálogo con estas comunidades que cuentan con el respaldo de un Acuerdo de Permanencia firmado en 1996. “Somos 37 comunidades, de más de 20 mil personas que vivimos más de 15 años en el área de Laguna del Tigre, donde desarrollamos la actividad agrícola. Sin embargo no nos dejan en paz para desarrollar nuestra vida, nos quitan los machetes, los animales domésticos. A los ganaderos de la misma área no le dicen nada, tampoco a la empresa Perenco que perfora pozos y extrae petróleo”.

Conic exigió al presidente Colom “poner fin a la persecución y desalojo contra las comunidades de Laguna del Tigre, procesar a los responsables de este hecho de violencia institucionalizada, entregar los cadáveres, los heridos y detenidos ilegalmente, y conformar una comisión de alto nivel para tratar el conflicto con las 37 comunidades”.

El 29 de enero, la Coordinación y Convergencia Nacional Maya Waqib' Kej condenó “las acciones violentas en el desalojo de las comunidades asentadas en la Laguna de El Tigre, acción que da muestra clara de las políticas de remilitarización y represión del gobierno contra la población indígena campesina”.

La Coordinación responsabilizó al presidente Colom de “las acciones violentas y las infundadas declaraciones de criminalización y vinculación con el narcotráfico a las comunidades indígenas campesinas”. Le exigió poner fin a la persecución contra las comunidades y la dirigencia campesina en las áreas consideradas reserva natural, y demandó claras muestras de voluntad política para investigar y procesar a las empresas y personas responsables directas de la depredación y usurpación de los recursos naturales. “Como organizaciones y comunidades indígenas conocedoras y protectoras de las riquezas que la Madre Tierra provee al ser humano, no podemos permitir que se siga acusando de usurpadores a la población que busca un espacio para sobrevivir, mientras grandes finqueros, ganaderos, empresarios nacionales y transnacionales invaden y se apropian de las tierras y territorios indígenas sin que el Estado evite la destrucción y saqueo de los bienes naturales, arqueológicos y biológicos de nuestros bosques.”

A principios de febrero, la reportera Ligia Flores, de La Hora, informó que miembros del Comité de Ruta, que aglutina a 37 comunidades que habitan en el Parque Nacional Laguna del Tigre, “pidieron que se discutan reformas a la Ley de Áreas Protegidas, así como la instalación de una comisión paritaria que determine la existencia de varias comunidades”.

Para ubicar la situación real de la “reserva”, basta citar al planeador territorial Renato Lechuga García cuando describe el “progreso” al cual ha sido sometida la Laguna Del Tigre e ironiza que es la única área protegida “que cuenta con 45 pozos petroleros en producción y que representa un área de comercio internacional destinada al tlc y dr - cafta para la compraventa de estupefacientes que enaltecen el espíritu e imaginación de la población americana”.

Según él, estas tierras “han sido desarrolladas bajo el progreso emprendedor que permite la compraventa de parcelas y fincas”, que promueve “la implementación de practicas agrícolas y ganaderas intensivas con sustitución de bosques latifoliados por pastizales abiertos”, y donde la “protección” oficial “promueve la selección natural de flora y fauna, fomentando los procesos de extinción por causas antropogénicas”. Y concluye: “El desarrollo en Guatemala si que está en apogeo”.

Por otra parte, en el vecino departamento de Huehuetenango, el 22 de enero fueron asesinados a puñaladas y tiros los líderes mam Santiago Pérez Domingo, de 24 años y María Mercedes Ordoñez, de 21 años, miembros del Movimiento de Jóvenes Mayas de Guatemala (Mojomayas) cuando se dirigían a la aldea Chicup, camino a la Cumbre de San Ildefonso Ixtahuacán.

En las últimas semanas Santiago y María Mercedes se encontraban coordinando la presentación del informe “Violación del derecho al territorio de los pueblos indígenas: Situación de la explotación minera en el municipio de San Ildefonso Ixtahuacán, Huehuetenango”. Santiago formaba parte de varias organizaciones indígenas que promueven la defensa de los lugares sagrados y la defensa de la madre Tierra en San Idelfonso Ixtahuacán.

“En Guatemala la violencia, la inseguridad y la represión hacia los líderes indígenas se ha recrudecido, a pesar de pasar ya 12 años de la firma de la paz firme y duradera”, sostuvieron en un comunicado conjunto Asociación Ak'tenamit, Asociación de Desarrollo Integral Maya Mam (Adima/Ajchmol), Asociación de Jóvenes Mayas (Ajomaya), Asociación Pop No'j, Consejo Mam de Quetzaltenango, Comisión de Juventud del Consejo Mam de Quetzaltenango, Grupo Cajolá en Cajolá y Morristown, Red Nacional de Jóvenes Rurales por la Paz (Anjopaz) y Tujal Rock: Asociación Sin Rostro.

regresa a portada