Usted está aquí: viernes 6 de febrero de 2009 Espectáculos Pese a ser relegado, el cine político puede ser exitoso: Mario Hernández

Cementerio de papel, que trata el tema de la guerra sucia, se estrena hoy, tras 2 años enlatada

Pese a ser relegado, el cine político puede ser exitoso: Mario Hernández

■ Rosario Ibarra de Piedra participa en la cinta, basada en la novela de Fritz Glockner

Arturo Cruz Bárcenas

Ampliar la imagen Alberto Estrella y Rocío Verdejo, en un fotograma de la cinta Alberto Estrella y Rocío Verdejo, en un fotograma de la cinta

Tras dos años de estar enlatada por falta de distribuidores que confiaran en ella, este viernes 6 de febrero será el estreno con 27 copias de la película Cementerio de papel, dirigida por Mario Hernández, que trae a los días que corren la llamada guerra sucia, a partir de la pregunta de si habrá un día justicia para las víctimas y contra los criminales, los torturadores y los represores que aún están vivos.

Es protagonizada por Alberto Estrella, quien interpreta a Primitivo, que investiga el periodo de represión política en México; José Juan Meraz, en el papel de Jacinto, reportero del periódico La Jornada que se sumerge con valor en los archivos que inculpan a los responsables, y Rocío Verdejo, Claudia en el filme, cuyo trabajo deja un amargo sabor de boca y la pregunta de si vale la pena meterse hoy en ese mundo de asesinatos.

Hacer el papel de reportero no fue fácil: José Juan Meraz

La película está basada en la novela homónima del escritor Fritz Glockner y es un thriller sobre cuatro jóvenes que investigan el asesinato de una trabajadora del Archivo General de la Nación; ellos descubren el robo de documentación que incrimina a un ex presidente y a un alto ex comandante policiaco.

En la indagatoria, los jóvenes hablan con la luchadora social Rosario Ibarra de Piedra, quien da credibilidad a la historia. En pantalla se oye decir a Rosario Ibarra: “En 1977 los familiares de los desaparecidos políticos formamos el Comité Eureka, por la sugerencia de los presos políticos que estaban en las cárceles públicas, porque querían que lucháramos por amnistía para ellos, por su libertad, y además para recuperar a los nuestros. Desde entonces estamos con ese grito de batalla, que es ¡Vivos los llevaron, vivos los queremos!”

En entrevista, José Juan Meraz expresó que hacer el papel de reportero no le fue fácil. “Hay muchas leyendas urbanas de lo que sucedió y sucede. Pienso que a baja intensidad lo de la guerra sucia no deja de ocurrir; por eso esta película tendría que evitar que se repita. La cinta es una ficción basada en hechos reales que investigó Fritz Glockner a partir de la historia de su padre, quien fue desaparecido político. Es una ficción que tiene mucho de realidad.”

Para Meraz, haber conocido a Rosario Ibarra de Piedra fue positivo. “Más que hablar de lo político, ver la fuerza que tiene a sus 80 años, la esperanza que tiene de un cambio en el país... ¡caray! Uno imaginaría que es una persona gris, apagada y enojada con la vida, y no es cierto, pues tiene mucha vitalidad, mucho amor a la vida. Vive con sus sueños, pero sin ser amargada.”

Mi papel es conmover: Estrella

Alberto Estrella expuso: “Al acabar de ver Cementerio de papel me queda una dualidad: por un lado, ponerme de lado del público y pensar que estoy actuando, y me deja una sensación de impotencia, una gran opresión por el hecho de ver que esta situación continúa en diferentes aspectos. La corrupción acaba con todo y en la película acabó con una relación sentimental, amorosa. No podemos quedarnos en la impotencia; necesitamos actuar. Mi trabajo de actor es conmover”.

El escritor Fritz Glockner habló de su historia; “La novela se me ocurrió porque en 2002 Vicente Fox abrió los archivos de la extinta Dirección Federal de Seguridad. Me percaté de que camino las mismas calles que recorrí 28 años atrás, cuando fui a ver a mi padre, Napoleón Glockner Carreto, quien perteneció a las Fuerzas de Liberación Nacional, o sea, fue un guerrillero activo en los años 70.

“Mi padre cayó preso en 1974, luego de que nos abandonó como familia. Nos rencontramos con él en Lecumberri. Él como huésped distinguido del palacio negro. Fue asesinado en 1976 por la Brigada Blanca.

“Desde hace 26 años estudio lo que mal se llama guerra sucia en México, porque es realmente de baja intensidad. Somos un país donde se ha ocultado esa guerra desastrosa. Quedan unos culpables, empezando por Luis Echeverría y Miguel Nazar Haro.”

El director Mario Hernández expuso: “Al ver una película en la pantalla te das cuenta de que pudo haber sido mucho mejor. Cementerio de papel no es una cinta complaciente y hubo que convencer a personas que compartieran mi ideología.

“Mi vida ha sido de lucha constante, porque ha sido necesario luchar a brazo partido para subsistir. En la medida en que una película se hace más radical mucha gente no está de acuerdo contigo. El reto es no hacer un panfleto. Cementerio de papel costó unos 15 millones de pesos y aún no se cómo saqué la lana.

“Ya casi nadie cree en este tipo de cine, pero la gente conciente, sí, como Rosario Ibarra. Lamentablemente, sigue siendo un tema vigente el de la represión de los luchadores sociales. ¡Llevo dos años luchando para estrenarla! Estaba enlatada y la veían casi todos los distribuidores y acababan rechazándola. Alegaban que no era comercial.

“El problema es que el cine mexicano está relegado al último lugar en México, y especialmente el cine político. Alegan que no es comercial, a pesar del éxito de Rojo amanecer, La ley de Herodes, El crimen del padre Amaro. ¡Claro que hay censura! Soterrada, pero la hay. Todo cambió cuando llegó y me apoyó Decine, que está con el cine mexicano.”

Los productores son Servando Rodríguez y Jorge Rubio.

 
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