Usted está aquí: sábado 24 de enero de 2009 Política Crece disputa entre Sedena y SSP por dirigir operativos conjuntos

■ La Defensa cancelaría pacto por el que presta policías a la PFP

Crece disputa entre Sedena y SSP por dirigir operativos conjuntos

■ Reconoce el gabinete de seguridad falta de coordinación y pocos logros

Gustavo Castillo García

La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) disputa a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el mando de los operativos conjuntos; sin embargo, en el seno del gabinete de seguridad se estima que la dependencia que dirige Genaro García Luna debe plegarse esta vez al cumplimiento de las estrategias planteadas por la institución que encabeza el general Guillermo Galván Galván, si se quieren resultados concretos contra el crimen organizado, revelaron fuentes de alto nivel del gobierno mexicano.

De acuerdo con los entrevistados, la disputa del mando a los militares en los operativos conjuntos surgió hace semanas, cuando el gobierno federal analizó los resultados en la lucha contra el crimen organizado y se detectó la falta de coordinación y pocos logros, por lo que inició el trabajo de renovación de estas acciones; en ese contexto, la SSP exigió ser la que elaborara planes, decidiera acciones y tuviera el mando los grupos.

Esta situación, según los funcionarios consultados, ha llegado a tal grado que se plantean la posibilidad de que no se renueve el convenio mediante el cual la Sedena comisiona a miles de militares desde 1999 a la Policía Federal Preventiva (PFP).

A principio de esta semana que termina, indicaron las fuentes, se realizó una reunión del gabinete de seguridad, y en ella, aumentaron las diferencias de criterio en cuanto al mando de los operativos, que según documentos oficiales, sólo son realizados de manera coordinada por miembros de las fuerzas armadas, es decir la Secretaría de Marina y la Sedena.

En los encuentros ha salido a la luz la inconformidad de las fuerzas castrenses porque la policía federal (dependiente de la SSP) no responde a las directrices trazadas con base en inteligencia militar, sino a decisiones de sus mandos.

En ese contexto, la SSP habría solicitado que fuera su titular y los responsables de las áreas de Inteligencia para la Prevención y de combate a Delitos Contra la Salud y los jefes de la llamada policía federal, integrada por la PFP y la Agencia Federal de Investigación (AFI), quienes decidieran los blancos y las formas de actuar en Sinaloa, Chihuahua, Durango, Coahuila, Tamaulipas, Baja California (especialmente Tijuana), Nuevo León, Veracruz, Michoacán y Guerrero.

Sin embargo, los entrevistados señalaron que, tanto los órganos de inteligencia de la Secretaría de Gobernación, PGR y la milicia han coincidido en que es necesario sustentar la estrategia en dos pilares, una verdadera coordinación entre todas las dependencias y la aplicación del conocimiento y fuerza territorial del Ejército.

Respecto de la transferencia o asignación de policías militares a la PFP, se debe recordar la participación de 5 mil 721 de ellos significó hasta marzo de 2007, un pago a la Sedena por más de 250 millones de pesos.

Los convenios entre Sedena y SSP federal se firmaban los primeros días de cada año, sin embargo en 2008, el acuerdo tardó varios meses en celebrarse, y ahora, según las fuentes consultadas, podría suspenderse.

 
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