Usted está aquí: miércoles 21 de enero de 2009 Cultura Rencuentro de Aceves Navarro con la Zona Rosa detona nueva serie pictórica

■ El artista inaugurará La calle de Génova: personajes, en el centro Estación Indianilla

Rencuentro de Aceves Navarro con la Zona Rosa detona nueva serie pictórica

■ “Pasar por allí es pasar por una entrada al infierno; hay asociaciones malignas”, señala

Merry MacMasters

Hacía mucho tiempo que Gilberto Aceves Navarro (DF, 1931) no pasaba por la calle Génova, colonia Juárez, “inclusive por la Zona Rosa”, manifiesta el artista.

Un día fue a comer con unos amigos cuyas oficinas se ubican por ese lugar. El rencuentro con esa vialidad fue el detonante de La calle de Génova: personajes, título de una nueva serie en su producción estética.

Terminada la comida, le dijeron a Aceves Navarro que los acompañara de regreso a sus oficinas para llevarlo a su casa en automóvil. En el trayecto pasaron por la calle Génova.

“Hace muchos años que no pasaba por allí. De ir iba a las afueritas, a Paseo de la Reforma, y no veía esa calle –expresa el galardonado con el Premio Nacional de Arte 2003.

“De repente la veo y digo, qué es esto, no puedo dejar de pintar esto. Me impactó terriblemente y me interesó al mismo tiempo.”

La muestra comprende 19 cuadros y 43 dibujos preparatorios de la serie: “Hago los bocetos mucho antes de hacer las piezas y cuando las hago ya no me acuerdo cómo era el planteamiento. Siento que me lo da la pintura o la escultura. Nada más digo: la calle de Génova cómo es, híjole, grave asunto porque se da de todo allí: venta de hermanas, estupros, alquiler de jovencitos o jovencitas, todos pintarrajeados. Hay venta de droga también y, desde luego, consumo.

“Todo tipo de asociaciones malignas, o por lo menos así lo sentí. Pasar por allí es pasar por una entrada al infierno.”

Cauda de seres estrambóticos

Con La calle de Génova: personajes, Aceves Navarro busca transmitir lo que sintió ante una cauda de seres estrambóticos.

Como no quiso hacer un trabajo “fotográfico”, inventó sus “propios monos” para tampoco ser didáctico. Sin la intención de proponer una denuncia, la presente exposición “no tiene más objeto que plantear esta realidad diferente”.

Al respecto, explica: “Es como la droga. Sabemos que allí está, la podemos combatir, pero lo combatimos mal; entonces prolifera en vez de desaparecer. Siento que esa realidad tiene relación con eso: lo ingobernable”.

Respecto de sus influencias para realizar la serie, el artista señala en primer término el óleo La entrada de Cristo en Bruselas (1888-89), de James Ensor, y algunos dibujos de Goya.

“Vine a pensar en el cuadro de Ensor ya bien avanzado mi proyecto. Era la memoria de haberlo visto, de cómo es, la idea que la multitud tiene de miles de cosas.

“Puedes asumir los modelos que quieras, siempre y cuando te separes lo suficiente para no hacer una copia. Eliges lo que te gusta independientemente de la época, la escuela, el estilo. No construyes un lenguaje de la nada, el arte está allí, y la manera en que se proyecte es mediante esto. No son cuadros bonitos.”

–¿No vamos a reconocer la calle de Génova?

–Es un extra a la sociedad. Todos éstos no debían existir. Pero, ¿por qué no? Son viciosos. Todas las culturas han tenido sus imaginódromos y para ayudarse a ver bien su imaginódromo se ponen según la droga que quieren. Es como los grafiteros: son grupos y hacen acuerdos entre ellos.

“Trato de pintar sin nada de estas cosas y la única idea fija es que debe ser un retrato de puras sensaciones. No hay ningún elemento que sea diferente. Todas son puras cabezas que llenan el cuadro.”

La muestra La calle de Génova: personajes será inaugurada este jueves a las 20:30 horas en el Centro Cultural Estación Indianilla (Doctor Claudio Bernard 111, colonia Doctores).

 
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