Usted está aquí: martes 20 de enero de 2009 Opinión El Correo Ilustrado

El Correo Ilustrado

Comentan artículo de Bernardo Bátiz

En relación con el artículo “Salinas y las actas del 88”, de Bernardo Bátiz, publicado ayer, nos permitimos hacer algunos comentarios.

Pueden no gustarle lo que dicen las actas, pero son los documentos oficiales. Y esos mismos documentos sirvieron en 1988 para acreditar la elección de cientos de legisladores del FDN y otros que, como Bátiz, ingresaron al Congreso en ese año. Como siempre ha sucedido, para ser electo no se requería el reconocimiento de ningún partido, sino los documentos oficiales que lo acreditaran.

Por cierto, Bátiz incurre en un lapsus al decir que según su criterio las actas no corresponden “con lo que debió haber sucedido”, porque quizás esas actas no corresponden a lo que debió haber sucedido de acuerdo con sus deseos, pero sí corresponden con lo que efectivamente sucedió. Su relato de una sola casilla es entretenido pero intrascendente (podía haber ido a cualquier otro país, desarrollado o en vías de desarrollo, democrático o no, y encontrarse con un caso similar).

También, actas similares sirvieron para acreditar triunfos de quienes compitieron para el Congreso en 1991 y las gubernaturas posteriores (Álvarez Lima al Senado en 1991 y Tlaxcala en 1992, además de Bartlett en Puebla). Las actas y documentos oficiales no pueden ser buenos para cuestionar su resultado y a la vez para aceptar acríticamente el mismo resultado en el aspecto que significa un beneficio propio.

Si Bátiz afirma que su partido le pidió votar a favor de la calificación en 1988, eso no tuvo que ver con ningún acuerdo: lo único que se habló en la reunión con Clouthier fue sobre la modernización del sistema electoral, lo cual se logró con la creación del IFE y su ciudadanización en 1994, como escribí en mi libro México: un paso difícil a la modernidad (p. 1031).

Nuevamente, sobre la elección de 1988: que hablen las actas. Valdría la pena que quienes están interesados en ese tema se tomaran el tiempo para consultarlas en el Archivo General de la Nación, y si quieren hacer un análisis detallado de ellas, proceder de manera responsable.

Oficina del licenciado Carlos Salinas de Gortari


Respuesta del articulista

Ciertamente, las actas son documentos oficiales; lo que sucede es que ni en 1988, ni después, a esas actas sin las boletas que las respaldan se les puede dar credibilidad plena. En varias de las discusiones durante el Colegio Electoral se ofrecieron las actas, protegidas por la tropa, como pruebas documentales públicas; sin embargo, la consigna fue, igual que en 2006, no buscar la verdad, sino cumplir con la formalidad, y la forma sirve, pero no suple al fondo.

En la segunda mitad del gobierno salinista, ya con el jefe Diego como su operador en la Cámara de Diputados (y que tanta cercanía ha confesado tener con el presidente puesto en tela de juicio), se quemaron las boletas, a pesar de que al finalizar la 54 Legislatura, algunos compañeros diputados propusimos que si no se querían conservar todas, al menos se preservaran las que cada partido escogiera como documentos importantes para reconstruir la historia de lo que había pasado en aquella elección tan impugnada y dudosa. Nada se aceptó, lo que se quería era simular, esconder, escamotear, no buscar la verdad. Lo que está en las actas no es lo que sucedió en las elecciones, todo mundo lo sabe, excepto la oficina de Carlos Salinas.

Despacho del maestro Bernardo Bátiz Vázquez


“¿Guanajuatizaremos a México?”

Germán Martínez, presidente del CEN del PAN, declaró recientemente, ante sus correligionarios: “¡Vamos a guanajuatizar a México!”

¿Querrá con ello decir que en todo nuestro país deberemos ser tan retrógrados como el presidente municipal de Guanajuato, el panista Eduardo Romero Hicks, y prohibiremos cualquier muestra pública de afecto erótico como besar o los inefables “tocamientos olímpicos”?

O ¿deberán prohibirse las minifaldas, como propuso en su momento otro ilustre panista de Jalisco, porque dichas prendas propician violaciones y van en contra de “las buenas costumbres”?

Que conste que son sólo preguntas.

Leonardo Ffrench Iduarte, Cuernavaca, Morelos


La desvergüenza de Bush

De un collage de fotos irónicas de Bush que ilustran la excelente portada de ayer será dicho para siempre lo que puede, desde diversos ángulos, mostrar un rostro que acusa la desvergüenza y el deshonor de la que ha sido la gestión presidencial más miserable en Estados Unidos.

Por fin se va, pero ello no significa que haya esperanza; siempre tendrá fieles que quieran intervenir en las decisiones actuales, ocultos en la sombra, esperando arrojar la garra en cuanto se pueda. Bienvenido Obama y será lo que tenga destinado actuar, puede ser buen o mediano presidente, e incluso malo; sólo el tiempo lo dirá.

Esperemos que sea mejor que el que lo antecedió.

El collage de La Jornada muestra la ironía, maldad y sobre todo la cara oculta de un hombre que siempre la expuso, bajo cualquier circunstancia.

María Isabel Galván Rocha


Invitaciones


Presentación del MRP

El Movimiento la Esperanza se Respeta hará pública su transformación en el Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP) y su alianza con el Partido del Trabajo para impulsar la plataforma política para las elecciones de 2009, el miércoles 21 de enero a las 10 horas en el Club de Periodistas. La plataforma puede ser consultada en www.geocities.com/laesperanzaserespeta. Informes 55 1158 7612 y [email protected]

Antonio Martínez Torres, Pedro Martínez Salas y Víctor R. Moreno Peña

 
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