jornada
letraese

Número 150
Jueves 8 de enero
de 2009



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate


La célula contra los virus mutantes

El CCR5, una proteína presente en la superficie de las células, es la puerta de entrada del VIH, su supresión inmuniza a la célula del virus e impide que se propague. El hallazgo abre buenas perspectivas para el desarrollo de nuevos medicamentos anti sida

Rocío Sánchez
portada 149 letra ese

Para que el VIH infecte a una célula y logre reproducirse a expensas de ella debe completar varios pasos. Cada una de las clases de medicamentos antirretrovirales que existen interfiere en alguna parte del proceso. Por ejemplo, al intentar interceptar la entrada del virus a la célula se ha descubierto el principio de acción de una de las proteínas superficiales clave en la progresión de la infección. Se trata del correceptor CCR5.

El CCR5 es una proteína de la superficie de las células CD4, componentes del sistema inmunológico que suele atacar el VIH. Además del receptor principal, el virus necesita el correceptor CCR5 para fijarse a la célula e iniciar el proceso de infección. Tal correceptor puede o no encontrarse en la superficie de la célula; su presencia depende de un gen hereditario. Si el gen es defectuoso, la proteína en cuestión no aparece. Paradójicamente, este defecto es lo que “protege” a la célula de la infección.

De los tipos de VIH, el más común es el VIH-1. No todos los VIH-1 se unen al mismo correceptor, pero la mayoría lo hace al CCR5; este tipo es llamado VIH-1 R5 o simplemente VIH R5. Existe otro tipo, el que se une al correceptor CXCR4, al que se le llama VIH X4. Estas diferencias que suceden a nivel celular son cruciales en el desarrollo de la infección. El VIH X4, aunque más escaso, es mucho más agresivo que el tipo R5, pues está asociado con una baja más drástica en la cantidad de células CD4 y, por lo tanto, la enfermedad progresa entre tres y cinco veces más rápido. Una persona puede tener en su cuerpo virus del tipo R5, del tipo X4, o bien, de tipo doble/mezclado (D/M), es decir, ambos tipos de VIH.

Con este conocimiento se crearon los inhibidores o antagonistas del CCR5, la clase de medicamentos más reciente contra el VIH. El único aprobado hasta ahora, Maraviroc de la farmacéutica Pfizer, actúa contrarrestando la presencia del correceptor, por lo que el virus no puede iniciar la infección de la célula.

¿Una cura?
El caso de una persona que parece haberse “curado” del VIH después de recibir un transplante de médula puso al CCR5 en la mira. El hombre, un estadounidense de 42 años, padecía leucemia y requería un transplante de médula ósea, por lo que sus médicos buscaron a un donador que presentara el gen que evita que aparezca el correceptor CCR5. Sólo alrededor de 1 por ciento de la población europea tiene esa mutación; en otros grupos étnicos prácticamente no existe.
Los investigadores suspendieron el tratamiento antirretroviral el día del transplante y hoy, a más de 20 meses, no lo han vuelto a comenzar. Los estudios después de 145 días del transplante mostraron que las células CD4 carecían del CCR5. A partir de los 61 días la carga viral se volvió indetectable y permanece así, según reportaron a la prensa los médicos que trataron el caso en el Hospital Charité de Berlín, Alemania.

Aunque alentadora, la noticia fue tomada con cautela incluso por los propios médicos tratantes, pues se sabe que una carga viral indetectable no asegura que el VIH ya no esté en el organismo.
A la recurrente pregunta de si un transplante de médula ósea podría ser la cura para quienes viven con VIH, especialistas de todo el mundo han destacado la dificultad de realizar este tratamiento masivamente, tanto por la escasez de donadores como por ser un procedimiento complejo y caro que implica suprimir la médula del paciente y después sustituirla con la del donante.
Lejos de los reflectores que apuntaron a esta aparente esperanza, las investigaciones con los correceptores siguen su curso. Está en desarrollo un segundo inhibidor del CCR5 (Vicriviroc), al tiempo que se estudia más sobre el correceptor CXCR4 y el más recientemente descubierto CCR2.

S U B I R

 

CCR5

El inhibidor del
CCR5, una realidad