■ Dice el instituto que pese a recibir menos fondos cumplirá sus tareas
La baja al presupuesto afectará el número de casillas que se instalarán
Con el propósito de asumir el ajuste presupuestal de 700 millones de pesos que determinó la Cámara de Diputados para la partida asignada al Instituto Federal Electoral (IFE), dicho organismo realizará reducciones en su gasto que implicarán, incluso, modificaciones del presupuesto de proyectos del proceso electoral. Entre los cambios se indica reducir 309 millones de pesos al rubro relacionado con las elecciones, lo que representa alrededor de 10.6 por ciento.
En el documento Proyecto de ajuste al presupuesto del IFE para el ejercicio fiscal del año 2009 se indica que “no obstante el ajuste de 10.6 por ciento, las unidades responsables contarán con los recursos suficientes para afrontar todas las obligaciones y las actividades del próximo proceso electoral federal”.
Sin embargo, subraya que las modificaciones impactarían de la siguiente manera: se ajustó la previsión en el número de casillas de 146 mil 446 a 143 mil 561 –2 mil 885 casillas menos–, para lo cual fue necesario reducir la proyección de crecimiento en casillas especiales y extraordinarias.
Ligado a este ajuste, se determinó que los supervisores electorales pasarán de una proyección original de 3 mil 883 a 3 mil 463, difiriéndose su contratación del 8 al 16 de febrero; los capacitadores electorales disminuirán de 26 mil 192 a 25 mil 592 y su periodo de contratación se reducirá dos días.
Asimismo, se indica que en algunos rubros se asumirá parte del gasto con el presupuesto de 2008, como es el caso de la instalación de los 150 sitios de verificación y monitoreo. En esta misma lógica se adelantaron otros conceptos de gasto y, por ejemplo, parte del costo de la tinta indeleble será liquidado con los recursos de este año.
El documento refiere que en el caso de la Dirección Ejecutiva del Registro Federal de Electores, el ajuste neto fue sólo de 4 por ciento, lo que fue posible mediante el adelanto de pagos en algunos rubros como la adquisición del papel seguridad.
Un resumen general de la reducción del presupuesto refleja que el gasto de operación total del IFE pasará de 9 mil 150 millones de pesos a 8 mil 450 millones de pesos. El desglose indica que el presupuesto base cambia de 5 mil 622.5 millones a 5 mil 559.4 millones de pesos; los proyectos de proceso electoral pasan de 2 mil 929.2 millones a 2 mil 619.3 millones de pesos; los proyectos especiales, bajan de 301.5 millones de pesos a 150 millones; los proyectos de modernización se modifican de 208.6 millones de pesos a 110.6 millones de pesos –una reducción del 47 por ciento– y los proyectos de inversión se reducen de 88.3 millones a 10.8 millones, lo que supone un ajuste de 87.8 por ciento.
Todo ello mientras las prerrogativas de los partidos se mantienen inalterables y éstos recibirán los mismos 3 mil 730.6 millones de pesos originalmente presupuestados.
De lo que corresponde al denominado Presupuesto Base –que se le reducirán 61 millones a los 5 mil 622 millones para programas, se desprende que una parte del ajuste presupuestal será con cargo a los trabajadores del IFE toda vez que el aumento salarial previsto de 6 por ciento será diferido hasta el mes de abril.
Asimismo, la contratación de de 32 asesores jurídicos en juntas locales se difiere 15 días, por lo que su contratación será a partir del 16 de enero. Sin embargo, el porcentaje que impacta el ajuste en el presupuesto base es solamente de 1.1 por ciento.
Más allá de los proyectos asociados al proceso electoral, uno de los rubros que más resentirán el ajuste será el denominado “proyectos especiales” que enfrentará una reducción de 50.2 por ciento del total del presupuesto originalmente asignado, al pasar de 301.5 millones de pesos a 150 millones de pesos. Entre algunos de los programas que se verán afectados destacan el de la notificación ciudadana cuyo periodo original de agosto a diciembre será cambiado solamente al mes de septiembre.
La revisión de la integración seccional se reducirá de 15 mil a solo 7 mil; la estrategia de calidad de datos del padrón electoral a través de un sistema de diagnóstico y validación de información se cancela en el 2009, difiriéndose a 2010. Las actividades asociadas a la depuración y detección de duplicados se reduce de tres meses a 30 días.