Usted está aquí: lunes 1 de diciembre de 2008 Política Nueve sedes en ocho estados, candidatas de Pemex para edificar la nueva refinería

■ Nuevo León cabildea para que se ubique en Cadereyta; costaría entre 9 mil y 10 mil 800 mdd

Nueve sedes en ocho estados, candidatas de Pemex para edificar la nueva refinería

Enrique Méndez y Roberto Garduño

Ampliar la imagen La refinería petrolera de Toluca, estado de México, en imagen de archivo La refinería petrolera de Toluca, estado de México, en imagen de archivo Foto: Alfredo Domínguez

Petróleos Mexicanos (Pemex) concluyó que para la construcción de una refinería, que procesaría 300 mil barriles diarios de crudo tipo Maya, existen nueve sedes posibles: Cadereyta, Campeche, Dos Bocas, La Cangrejera, Lázaro Cárdenas, Manzanillo, Salina Cruz, Tula y Tuxpan.

En un amplio estudio enviado a la Cámara de Diputados, la paraestatal aseguró que la inversión sería de entre 9 mil y 10 mil 800 millones de dólares, y permitiría generar casi 48 mil empleos, directos e indirectos, durante la ejecución del proyecto, y entre mil y mil 400 de manera permanente durante la operación del complejo.

El documento señala que el rezago histórico en infraestructura de refinación constituye “un problema estructural”; que el actual volumen de importaciones de gasolina ha saturado los ductos y por ello se debió utilizar mayor transporte terrestre para su distribución.

Pemex señala que al país le ha costado casi 12 mil millones de dólares la importación de combustibles entre 2000 y 2007, y advierte: “diversos segmentos de la cadena de valor del organismo (Pemex Refinación) operan con infraestructura tecnológicamente obsoleta, mantenimiento deficiente, una antigüedad que rebasa los estándares permisibles; y niveles de saturación que implican riesgos elevados para su operación. Esta situación es especialmente crítica en el caso de la infraestructura de producción de petrolíferos, la cual ha permanecido sin cambios ni actualizaciones durante casi dos décadas”.

Debido a que una de las opciones es Cadereyta, esta semana el PAN, por conducto del diputado Marco Heriberto Orozco Ruiz, presentará un punto de acuerdo para que la Cámara exhorte al presidente Felipe Calderón y a Pemex a construir la refinería en esa región: “en ese municipio se cuenta con las características y requisitos necesarios para la realización de la refinería... por su cercanía a un mercado en crecimiento y a la frontera norte del país”.

Refiere que para la construcción de la planta se requiere de un espacio de aproximadamente 500 hectáreas para las unidades de proceso, servicios principales, laboratorios, talleres de mantenimiento, oficinas administrativas y los tanques de almacenamiento, aunque ese municipio cuenta con los terrenos para ello. Incluso legisladores panistas señalaron que el Ejecutivo prepara una gira por Cadereyta la próxima semana.

El estudio agrega que de 2000 a 2007 las ventas internas de productos petrolíferos se incrementaron a una tasa anual promedio de 1.1 por ciento. En el caso de las gasolinas, el aumento fue de 5.2 por ciento, y el año pasado fue de 760 mil barriles diarios, que Pemex atribuye a “la respuesta de los consumidores nacionales a un entorno de precios relativamente bajos” respecto de los que se observan en los mercados internacionales.

Importaciones crecientes

La preocupación de Pemex Refinación se centra en que 40 por ciento de las gasolinas que se consumen en el país son importadas, y que las compras al exterior de petrolíferos crecieron en ese periodo a una tasa media anual de 3.3 por ciento, al pasar de 84 mil barriles diarios, en 2000, a 414 mil barriles diarios, en 2007, de los cuales tres cuartas partes, es decir, 310 mil barriles diarios son de gasolina.

Tan sólo en el primer semestre de 2008, las importaciones de ese combustible alcanzaron 331 mil barriles diarios, y Pemex asegura que entre enero y marzo se destinaron casi 4 mil 500 millones de dólares para comprar al extranjero.

Ante este panorama, Pemex reconoce que la industria de refinación del país atraviesa por “una coyuntura crítica, que dificulta cada vez más su capacidad de cumplir el compromiso de abastecer la demanda interna de derivados del petróleo”. Más aún, admite que desde el inicio de sus operaciones, Pemex Refinación “ha tenido resultados negativos o marginalmente positivos. Entre 1993 y 2007 la tendencia de los resultados fue decreciente, alcanzando una pérdida antes de impuestos de 42 mil millones de pesos en 2007”.

Uno de los factores a considerar para la ubicación de la nueva refinería es la infraestructura requerida para el transporte de sus productos. En este caso, Pemex refiere que la capacidad del sistema de distribución está llegando a su límite, “y la capacidad de los ductos que abastecen la zona centro se sitúa en su nivel máximo”.

Asimismo, para determinar la viabilidad de la instalación, Pemex identificó “las ventajas y desventajas comparativas de la regiones”.

En el caso de Cadereyta, se pondera su cercanía con Estados Unidos, y que para hacerla funcional se requeriría construir poliductos y un nuevo oleoducto que costaría más de 2 mil 500 millones de dólares. Respecto de Campeche se considera su proximidad con la materia prima, aunque su demanda regional es relativamente baja y se tendría que construir infraestructura para transporte y almacenamiento, con una inversión de mil 500 millones de dólares adicionales.

Los mismos factores se consideran para Dos Bocas, Tabasco, donde también se necesitaría una inversión extraordinaria de mil 100 millones de dólares, y para Minatitlán, Veracruz, donde tendrían que destinarse mil 300 millones de dólares más.

Para Lázaro Cárdenas, Michoacán, Pemex señala que, a pesar de ubicarse lejos de los puntos de distribución de crudo, se encuentra cerca de la zona centro-occidente, y su selección “permitiría diversificar la distribución de productos y aumentar la flexibilidad del sistema de suministro; cuenta con disponibilidad de gas natural y electricidad”, y también se requeriría una inversión adicional de mil 600 millones de dólares.

La misma ventaja de cercanía se considera para Manzanillo, y se señala que podría recibir el suministro de crudo vía marítima desde Salina Cruz, Oaxaca, y también cuenta con disponibilidad de gas y electricidad, pero también requeriría mil millones de dólares extras de inversión.

En el caso de este puerto, dice Pemex, podría aprovecharse su infraestructura de oleoductos e instalaciones portuarias, y los derivados enviarse vía marítima y construirse un poliducto de Manzanillo a Guadalajara. También Tula se considera viable, pero requeriría de la construcción de un oleoducto desde Nuevo Teapa o Chicontepec, con un valor de 850 millones de dólares, y finalmente en el caso de Tuxpan, Pemex indica que en ese municipio se ubica la terminal marítima por donde se realiza la mayor parte de las operaciones de importación de petrolíferos.

 
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