Usted está aquí: sábado 29 de noviembre de 2008 Economía Especialistas: no garantizan el empleo los planes de gobierno

■ En lugar de “programas estructurales”, se incentiva a empresas

Especialistas: no garantizan el empleo los planes de gobierno

■ Calderón tuvo tiempo para cumplir promesas de campaña, afirman

Susana González G.

Los incentivos fiscales a empresas que ofrece el gobierno federal mediante el llamado programa del primer empleo y planes emergentes en la materia no garantizan la conservación de la planta laboral, y se corre el riesgo de que sólo beneficien al sector privado, advirtieron Gonzalo Núñez González, gerente del Colegio Nacional de Economistas (CNE), y Alejandro Vega García, directivo del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (Cilas).

Dichos programas, afirmaron, resultan meramente “compensatorios” para enfrentar la crisis actual; sin embargo, para fomentar el empleo se requiere que el Estado asuma la rectoría en la economía y realice inversiones de gasto público en sectores y actividades intensivas en mano de obra, así como que impulse una política de reindustrialización para aprovechar la mano de obra excedente.

“Se requieren programas estructurales, no de coyuntura y momentáneos, con un modelo de desarrollo donde la variable importante sea la generación de empleos a partir de la expansión de la economía. El mercado no nos lleva a ningún lado, ya lo vimos, y desafortunadamente los salarios son los que absorben la crisis. Necesitamos la rectoría de un Estado que conduzca los destinos del país, no sólo en la política, sino, sobre todo, en lo económico para que garantice trabajos bien remunerados”, aseveró Gonzalo Núñez.

Ingresos deteriorados

“Una medida importante para proteger el empleo puede aplicarse mediante medidas fiscales, pero eso va contra los ingresos del gobierno y, en consecuencia, puede tener un efecto que generaría mayor recesión”, explicó.

El problema del desempleo no está siendo atendido en toda su gravedad por el gobierno, y en lugar de ofrecer un apoyo directo a los trabajadores, cuyo poder adquisitivo se deteriora cada vez más, se opta por incentivos a las empresas”, criticó a su vez Vega García.

Los programas anunciados, dijo, son paliativos que además quedan en el terreno de las promesas y las buenas intenciones. “No hay voluntad política, no hay política de inversión. Se prefiere gastar los recursos en rescatar empresas, en lugar de impulsar el empleo, cuya crisis se arrastra desde hace varios años. No se puede asegurar que los estímulos fiscales anunciados para las empresas tengan correspondencia en la conservación de puestos de trabajo, ¿cómo se va a verificar esto? La experiencia demuestra que las empresas protegen sus propios intereses, como ha ocurrido con las Afore, mientras los trabajadores pierden empleo, poder adquisitivo y prestaciones”, insistió.

Ambos especialistas rechazaron las aseveraciones de las autoridades en el sentido de que el incremento en el desempleo obedece a factores externos, pues recordaron que la administración de Felipe Calderón tuvo más de un año para actuar, antes de que estallara la crisis y para poner en marcha una estrategia para cumplir su promesa de campaña de crear fuentes de trabajo.

Sin embargo, en lugar de ello, agregaron, el gobierno ha omitido que se cumpla la legislación laboral vigente y ha propiciado el crecimiento de trabajos precarios, sin seguridad social. Nuevas condiciones que de facto imponen los patrones a los trabajadores, y ahora más, con la amenaza de despedirlos si no las cumplen.

Gonzalo Núñez consideró que las autoridades reaccionaron con lentitud para reactivar el empleo, pero no sólo frente a la crisis, sino también para cumplir las promesas de campaña.

 
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