Usted está aquí: jueves 13 de noviembre de 2008 Opinión Dinero

Dinero

Enrique Galván Ochoa
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■ Los Mouriño volverán a España

■ Sin Juan Camilo los negocios no irían igual

■ Los Legionarios

Sic transit gloria mundi

La gloria del mundo es transitoria, decían los antiguos. Hace un mes el futuro de Juan Camilo Mouriño no tenía límites, tanto en riqueza como en la política. Hoy, en cambio, su familia está considerando, entre distintas posibilidades, vender sus negocios en México y volver a España, de acuerdo a personas allegadas al clan que pidieron no ser identificadas. Su padre, Carlos Mouriño Atanes, emigró a México en busca de fortuna a finales de la década de los 70, pronto se dio cuenta de que las relaciones políticas eran el camino para hacer dinero. Su hijo, Juan Camilo, tenía un talento especial para moverse entre la elite. Había nacido en Madrid pero eso no fue impedimento para que avanzara localmente y luego en el escenario nacional. La suerte familiar dio un vuelco radical cuando conoció a Felipe Calderón. La cuestión es que los Mouriño se sienten en el desamparo tras el trágico avionazo. Iván hizo muchos amigos pero también poderosos enemigos dentro y fuera del panismo.

El futuro sin Iván

De acuerdo a un libro de próxima aparición de Anabel Hernández, titulado Los cómplices del presidente, las empresas de la familia se apoyan en un número aproximado a 170 contratos con varias dependencias del gobierno, un número que duplica al que se había conocido hasta ahora. Los más relevantes son los que reveló Andrés Manuel López Obrador y que llevaron a Juan Camilo a admitir que, efectivamente, los había firmado en su doble carácter de funcionario público y empresario privado. Pero son más. El 70% –según la escritora– fueron firmados en los dos años del calderonismo, con el IMSS, el ISSSTE, Diconsa. Los más jugosos, desde luego, siguen siendo los de Petróleos Mexicanos. Anabel también escribe para la publicación electrónica Reporte Índigo, que dirige el periodista regiomontano Ramón Alberto Garza. Antes de que los Mouriño puedan levantar anclas, tendrían que vender, traspasar o liquidar sus negocios. Incluyen a un grupo de más de 30 estaciones de gasolina Pemex conocido como Grupo Energético del Sureste, Transportes Especializados Ivancar, Gasovales GES, Inmobiliaria GES, Grupo Marítimo Mouriño, Tesorera GES, Naviera Isla de Tris, Restaurantes Sub, Grupo Acuícola del Sureste y Urbanizadora la Marina. No es que teman perder el favor del presidente Calderón para seguir prosperando en el futuro inmediato, están seguros de que hasta iba a apoyar a Iván como candidato presidencial para el 2012, un sueño hoy convertido en polvo, pero no son indiferentes al riesgo de un cambio de actitud entre la demás gente del gobierno. Para empezar, el nuevo secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, no es un personaje al que podría calificarse como ivanista.

Cierran su expediente

¿Y la esposa y los hijos del malogrado secretario de Gobernación cuyo jet se desplomó a 10 segundos de vuelo de Los Pinos? Quizá pasarían una parte de su tiempo en México y otra en España. “Era un hombre separado en gran parte ya de su familia”, apunta Anabel Hernández. “Cuando crecieron los rumores de que ya estaba separado de su esposa, María de los Ángeles Escalante, decidió traerla a México y hacer una vida supuestamente social. Lo vimos en las revistas del corazón como jefe de familia modelo. Lo cierto es que el martes 4, cuando se muere, su esposa y sus hijos estaban en Campeche, donde realmente hacían su vida”. Así pues, el clan Mouriño tendría cuatro años para hacer maletas, mientras cuente todavía con la mano protectora de Calderón. No ha dejado de actuar en su favor un solo momento: ayer el secretario de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, anunció que será cerrado el expediente que contiene las denuncias contra el entrañable amigo.

e@Vox Populi

Asunto: los Legionarios

Enrique: leí la carta que te dirige el Ing. Roberto Camacho Becerra. Estas escuelas Mano Amiga las iniciaron los Legionarios de Cristo en zonas paupérrimas de la República. Una obra altruista, humanitaria, para proporcionar educación de calidad a niños de escasos recursos. La inició hace menos de veinte años un grupo de personas de la iniciativa privada con enorme entusiasmo y dedicación. Empezaron con un terreno baldío que adquirieron en Chalco y un kínder. Todo lo hicieron con donativos. Actualmente tienen preparatorias, instalaciones deportivas, etcétera. El proyecto lo manejaba admirablemente bien un patronato integrado por las mismas personas que comenzaron la obra. Sin embargo, el año pasado les ordenaron los Legionarios de Cristo que se las entregaran, porque en adelante pasarían a ser parte de su corporativo. Así hicieron con las 16 escuelas Mano Amiga en la República Mexicana. Forman parte casi todos del Regnum Cristi de los Legionarios y obedientemente se sometieron. Seguramente ya subieron las colegiaturas porque se queja el Ing. Roberto Camacho de que son altas. Eran muy modestas, la idea fue que los padres de familia contribuyeran a los gastos de la educación de sus hijos pero sin llevarlos a la quiebra. También he sabido que a los alumnos que están por recibirse en sus universidades los eximen de hacer servicio social si consiguen 18 donativos. Los Legionarios son millonarios. Esto es indignante. Confidencialidad por favor.

Buzón reservado

R: ¿Cuándo volverá el Mesías a arrojar del templo a los mercaderes con el látigo en la mano?

 
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