Usted está aquí: domingo 9 de noviembre de 2008 Cultura Discuten en la Feria del Libro de Francfort el legado de Fidel Castro

■ Ignacio Ramonet presentó la biografía del líder cubano en alemán

Discuten en la Feria del Libro de Francfort el legado de Fidel Castro

Eva Usi (Especial para La Jornada)

Berlín, 8 de noviembre. “El legado de Fidel Castro se encuentra sobre todo en América Latina, y consiste en haber defendido una concepción latinoamericana del progreso que hoy día en muchos países se está desarrollando”, afirma el periodista español Ignacio Ramonet, en conversación con La Jornada.

Ramonet presentó en la Feria del Libro de Francfort la versión en alemán de su libro Fidel Castro: biografía a dos voces, que ha sido recibido con gran interés por los medios germano parlantes desde que salió a las librerías en septiembre pasado. Con un tiraje de 10 mil ejemplares, el sello berlinés Rotbuch Verlag cuenta ya con una segunda edición de la obra revisada por el mismo Castro, y que en alemán fue titulada Fidel Castro: Mein Leben (Fidel Castro: mi vida), un tomo de 784 páginas.

“Vemos que la revolución cubana fue algo como el santuario de los valores progresistas latinoamericanos que en muchos países fueron pisoteados por las dictaduras o bien por el neoliberalismo brutal de las terapias de choque”, señala quien fue director de la publicación francesa Le Monde Diplomatique hasta marzo pasado. “En Cuba se mantenía una llama y esa llama vuelve a prender. No para que se repita la experiencia cubana; el mismo Fidel lo dice, no se puede repetir. También ha dicho esa frase terrible que ha pasado inadvertida por los comentaristas: hoy nadie sabe lo que es el socialismo”, señala. El periodista recuerda que Castro es la inspiración de Hugo Chávez en Venezuela, de Evo Morales en Bolivia, de Rafael Correa en Ecuador, y tiene una excelente relación con Lula en Brasil, así como con el peronismo de izquierda en Argentina, encabezado por Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

Espacio para disentir

El fundador de la organización ATTAC subraya que el desarrollo de la revolución cubana ha estado condicionado por la hostilidad de Estados Unidos y reconoce que hay cuestiones en las que disiente con Castro. “Fidel Castro lo sabía. Soy un adversario de la pena de muerte, y después de esa conversación con él, Castro mismo dice que la pena de muerte puede ser eficaz en algunos momentos, pero no siempre hace avanzar las cosas.”

El periodista destaca que la pena de muerte para crímenes comunes no se aplica en Cuba desde 2003, y los condenados a muerte por razones políticas, por ejemplo, los autores de atentados, no eran ejecutados, pues eran considerados por Castro como “instrumentos” pagados por instituciones.

En la conversación con el Máximo Líder, Ramonet le hizo ver cuán desmesurado es que oponentes políticos no violentos sean condenados a penas de hasta 25 años de prisión. “Pero también ahí ha habido un avance, casi la mitad de los condenados en 2003 han sido liberados y el número de disidentes detenidos es relativamente pequeño, aunque sigan siendo demasiados. Pensemos en que en la mayoría de nuestros países democráticos hay mucho más detenidos políticos de los que hay en Cuba.”

El periodista advierte que al igual que los códigos penales de países como Francia, España, Alemania o México, también en Cuba se castiga a quien coopera con el enemigo. “Si Cuba y Estados Unidos están prácticamente en guerra desde hace casi 50 años, aquellos que se oponen al sistema político, que reciben dinero y que cooperan con los servicios de inteligencia del adversario, y por ello son detenidos, aunque uno no lo apruebe, hay una base legal para su detención”.

Ante un público azorado, Ramonet relató uno de los capítulos del libro, que aborda la famosa entrevista realizada por el periodista Herbert Matthews a Fidel Castro en 1957 en el campamento guerrillero en Sierra Maestra, que se convirtió paradójicamente en una de las más célebres en la historia del periodismo. “En ese momento 20 hombres integraban la guerrilla, entonces Fidel recibe a Matthews en una tienda de campaña sentado frente a una mesa donde había un teléfono que sonaba incesantemente. Castro contesta y ordena que se envíen 200 hombres a la colina 23. El teléfono vuelve a sonar y Castro envía otros 150 hombres a la colina 24, así es como Matthews publicó en la primera plana del New York Times: Fidel Castro está vivo y su guerrilla controla Sierra Maestra. En realidad el teléfono no funcionaba, había un guerrillero detrás que le daba cuerda.”

 
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