■ Conferencia magistral de la investigadora en El Colegio Nacional
Hijo de Orozco obstaculiza el estudio de la obra del muralista: Del Conde
El estudio y la divulgación de la obra de José Clemente Orozco han sido continuamente saboteados por su hijo, José Clemente Orozco Valladares, quien impide y limita el uso de los archivos del muralista.
El caso más reciente es el de Renato González Mello, autor de un nuevo libro sobre el pintor y uno de los especialistas más notables en la obra de Orozco, a quien no le fue permitido incluir una sola imagen del artista jalisciense.
Lo anterior fue señalado por la historiadora y crítica de arte Teresa del Conde, durante la conferencia magistral La crítica: Orozco y sus contemporáneos, ofrecida el martes en el Aula Mayor de El Colegio Nacional.
Esto explica –agregó la articulista de La Jornada– que a diferencia de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, que cuentan con biógrafos recientes, “hasta el momento sólo hay dos obras biográficas dedicadas completamente a José Clemente Orozco: una es la escrita por la periodista estadunidense Alma Reed, y (la otra) La verdad cronológica, de su hijo José Clemente Orozco Valladares, que hemos leído y consultado quienes nos interesamos en el tema, aunque resulta de una contribución indispensable, ha saboteado la realización de otros trabajos”.
Muchos de los documentos cuyo uso es impedido por Orozco Valladares se encuentran precisamente en El Colegio Nacional, institución de la que su padre fue fundador y miembro.
La presentación de Teresa del Conde en esa institución estuvo a cargo del escritor Fernando del Paso, quien hizo una elogiosa relación de la actividad de la académica y también profesora de la Faculta de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Nada permanece incólume
Sobre el tema específico de la conferencia, Del Conde comenzó explicando que “las opiniones sobre los personajes de la cultura, y por supuesto de las artes en México, son históricas y cambian con el tiempo; cada generación propone su visión acerca de sus principales protagonistas y nadie permanece incólume”. José Clemente Orozco no es la excepción.
Para muchas personas de la generación de Del Conde, “que incluye a Carlos Monsiváis y Jorge Alberto Manrique, la visión que tenemos de Orozco está fuertemente matizada si no es que condicionada por la de Justino Fernández y por la de Luis Cardoza y Aragón”.
Fernández y Cardoza y Aragón fueron contemporáneos de Orozco y asiduos críticos e historiadores de su obra.
Críticas como Ida Rodríguez Prampolini o Raquel Tibol retomaron “por entero a estos dos autores”, pero a pesar de estar condicionada por Cardoza y Fernández, la visión de Del Conde sobre Orozco ha empezado a cambiar.
En seguida, la autora de José Clemente Orozco: antología crítica hizo una relación de los autores contemporáneos que escribieron sobre el artista jalisciense: Xavier Villaurrutia, Octavio Paz, Alfonso Reyes, Alejo Carpentier, Jorge Cuesta y José Juan Tablada, entre otros.
No todos contaron con la total aprobación del pintor e inclusive él aborreció textos importantes, como uno publicado por Tablada en una revista neoyorquina, en la que describió a Orozco como “el Goya mexicano”.
Del Conde contó que en 1926 Carpentier publicó un artículo, “El arte de José Clemente Orozco”, acompañado por fotos de los primeros murales que el artista hizo en la entonces Escuela Preparatoria Nacional y que después borró. Toda la explicación que dio es que “tenían un carácter experimental”.
Además de su alocución, Teresa del Conde presentó y comentó una serie de fotografías y reproducciones de obras de Orozco, y se refirió a algunos aspectos de la vida del muralista, como las condiciones en las que perdió la mano izquierda a los 21 años de edad y la manera en que ese hecho marcó su vida.