Usted está aquí: sábado 18 de octubre de 2008 Cultura African Footprint compartirá la música, la poesía y los ritmos tribales del barrio marginal de Soweto

■ La compañía participará en un Encuentro Amistoso y de Hermandad en Iztapalapa

African Footprint compartirá la música, la poesía y los ritmos tribales del barrio marginal de Soweto

Mónica Mateos-Vega

Soweto e Iztapalapa son lugares representativos de Sudáfrica y México. El primero es un barrio oprimido durante años por la discriminación racial, cuna de aguerridos líderes que llevaron a su nación hacia la libertad.

El segundo, la delegación más poblada de la capital del país, asolada durante décadas por la delincuencia y el abandono social, hoy ejemplo, con sus iniciativas culturales (como el Faro de Oriente) de que el arte sí puede reconstruir el dañado tejido social.

El próximo lunes, con motivo de la presencia en el país de la compañía African Footprint, dirigida por Richard Loring, se llevará a cabo un Encuentro Amistoso y de Hermandad entre las comunidades de Iztapalapa y Soweto, en las instalaciones de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), plantel San Lorenzo Tezonco (ubicado en Prolongación San Isidro 151, San Lorenzo Tezonco), a partir de las 12:30 horas.

Jóvenes de barrios pobres

African Footprint está conformada por jóvenes originarios precisamente de los barrios marginados por el apartheid. Estos artistas han crecido con la compañía, que fue apadrinada por el líder sudafricano Nelson Mandela en 1999 (La Jornada, 16 de junio de 2008).

Ahora van por el mundo con un espectáculo que presenta tanto las raíces estrictamente tribales de África profunda, como la fusión entre ésta y la cultura europea de los colonizadores.

Hace unos días se presentaron con gran éxito en el Auditorio Nacional, pero fieles a su espíritu de solidaridad, realizarán una función gratuita este domingo a las 20 horas en la Plaza de Santo Domingo, del Centro Histórico (ubicada en las calles de República de Brasil y Belisario Domínguez).

Historia de un continente

Se trata de una danza que no sólo narra la historia de un continente, sino que recrea la diversidad de su presente, la magia del canto y la sorpresa de encontrar en otras culturas muchos vasos comunicantes.

Mientras los músicos tocan tambores que retumban en el corazón de los espectadores, aparecen un saxofón y una guitarra, así como la poesía que acompaña los ritmos tribales, el jazz, el blues, el hip hop, el soul, el pantsula, toda la música del mundo que ha nacido en aquellas tierras sudafricanas.

Todo eso y más es lo que African Footprint viene a compartir con México, en una visita organizada por el Centro Cultural El Juglar.

 
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