Confusa confesión de musulmán británico
Londres. Nicky Reilly, de 22 años, quien padece de retraso mental y es converso al Islam, se declaró hoy “culpable” en un tribunal de Londres de intentar perpetrar un atentado suicida contra un restaurante en Exeter, en el suroeste de Gran Bretaña. El joven admitió el ataque contra el restaurante Girraffe en una comparecencia por videoconferencia ante tribunal de Old Bailey. Reilly dijo que buscó información en Internet sobre cómo preparar bombas. La policía cree que dos hombres lo indujeron a que cometiera el atentado. La madre de Reilly señaló que los sujetos, que se piensa viven en el extranjero, le “lavaron el coco”. El plan del joven británico fracasó porque el artefacto le explotó en las manos cuando intentó montar la bomba en el baño del restaurante el pasado 22 de mayo.