Usted está aquí: lunes 13 de octubre de 2008 Política Censura Clara Jusidman que sean ya 25 años de contención salarial en México

■ Ello hará resurgir problemas superados, como el hambre, señaló la experta en política social

Censura Clara Jusidman que sean ya 25 años de contención salarial en México

Gabriel León Zaragoza

La contención salarial que ha regido en el país durante 25 años es un tema “escondido”, que como nación no se ha querido ver, pero con la actual crisis internacional y el alza en los precios de alimentos e insumos esta negativa a subir las percepciones laborales está provocando problemas de alimentación y desnutrición en los sectores pobres de la población, consideró la especialista en desarrollo y política social, Clara Jusidman.

Agregó que con los ajustes presupuestales que se prevén en desarrollo social y las “reducciones sistemáticas” que han venido operando en los años recientes a programas alimentarios, “se agudizarán los problemas de hambre (...) palabra que habíamos dejado de usar, pero que estamos viendo hasta en estudiantes universitarios –según destaca un estudio reciente de la Universidad Nacional Autónoma de México– que llegan sin comer a tomar clases. Los temas del hambre y la desnutrición los hemos invisibilizado y los hemos considerado como resueltos”, pero continúan ahí y aumentan, observó.

La también presidenta honoraria de Iniciativa Ciudadana y Desarrollo Social (Incide Social), advirtió que a consecuencia de las crisis mucha gente de los sectores medios al perder sus fuentes de trabajo y seguros privados de salud aumentan “espectacularmente” la presión sobre el sector público de salubridad, por lo que sugirió que una “medida inteligente” del gobierno federal para atender la situación es “meterle mucho dinero a la calidad y ampliación de esos servicios públicos”. En su análisis sobre la afectación a la población en este periodo de crisis, dijo que habrá un aumento nacional en los tres niveles de pobreza, con el regreso de trabajadores inmigrantes desempleados y la reducción de remesas; el encarecimiento de alimentos básicos; mayor inflación por la dependencia del sector productivo al dólar, y los ajustes al presupuesto social.

Sobre esto último, consideró que hay que estar alerta para ver qué sucederá con el Programa Oportunidades –que aunque la semana pasada la Secretaría de Desarrollo Social anunció que sólo se ajustarán las metas de 2009 de estancias infantiles, apoyo a adultos mayores, zonas prioritarias y rescate de espacios públicos–, debido a que es el esquema gubernamental más fuerte dirigido a la población más necesitada y del que dependen alrededor de 25 millones de mexicanos.

“Por el tamaño de su cobertura, cualquier cosa que pase con él tendrá un efecto muy fuerte en las familias pobres”; lo mismo que, con el de leche Liconsa, que “ha estado disminuido desde hace varios sexenios, habiendo sido un programa fundamental para la lucha contra el hambre”.

 
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