Usted está aquí: miércoles 24 de septiembre de 2008 Capital En situación de sobrevivencia, cumple hoy La Merced 51 años

■ La falta de apoyos oficiales ha mermado gravemente su salud, dicen comerciantes

En situación de sobrevivencia, cumple hoy La Merced 51 años

■ Es uno de los principales centros de abasto popular

■ Ayer festejaron en Jamaica y Sonora

Raúl Llanos Samaniego

Ampliar la imagen Vendedores de las calles aledañas al mercado de La Merced colocaron ayer mantas y altares para la celebración, hoy miércoles, del 51 aniversario de ese centro de abasto popular Vendedores de las calles aledañas al mercado de La Merced colocaron ayer mantas y altares para la celebración, hoy miércoles, del 51 aniversario de ese centro de abasto popular Foto: Roberto García Ortiz

A sus 51 años de edad, la falta de recursos económicos ha mermado gravemente la salud de uno de los más antiguos y tradicionales mercados de esta ciudad: La Merced.

Sus orígenes datan de 1890, cuando era una concentración de pequeños puestos de techo de fierro galvanizado y acanalado que se extendían a lo largo de 83 metros. Con el paso del tiempo se fueron extendiendo y eso hizo necesario construir, en 1957, lo que son las actuales Nave Mayor y Nave Menor, Merced Desnivel, Merced Flores, Merced Comidas y Merced Anexo, que hoy en día concentra a cerca de 5 mil 300 locatarios en un área superior a los mil 813 metros cuadrados.

Después de medio siglo, los incendios, la construcción cercana de cadenas comerciales de grandes corporativos trasnacionales, los presupuestos reducidos y la ausencia de políticas públicas de largo plazo para el rescate de los mercados, mantienen en una situación de sobrevivencia a La Merced, que a decir de los propios locatarios han visto caer sus ventas hasta en un 80 por ciento.

Un recorrido por varios de los puntos de La Merced revela las condiciones de deterioro: cientos de lámparas inservibles; telarañas de cables eléctricos; diablitos por encima de los puestos; tramos de bóveda ya vencidos, fugas de agua, y hoyos en algunas partes del piso.

Con todo y eso, miles de personas continúan frecuentando a diario este enorme centro de abasto popular; ni ellos ni los locatarios lo dejan morir, pues saben que todavía es posible encontrar aquí, a precios bajos, prácticamente de todo; “aunque la crisis nos esté ahorcando”, asegura Ernesto Rodríguez, detrás de su puesto de frutas y legumbres.

Sus nada alentadoras expectativas tampoco inhiben su gusto por festejar, como cada año, un aniversario más, y por eso en pequeños grupos, levantan vistosos y creativos altares a lo largo y ancho de La Nave Mayor en donde este día colocarán, entre mariachis, misas y rezos, la imagen de su patrona, la Vírgen de la Merced.

“Le voy a pedir a Virgencita que nos permita mantener nuestra única fuente de ingresos, nuestro único patrimonio, que son nuestros puestos”, testimonia la señora María Hernández, mientras coloca un ramillete de flores alrededor de un nicho de rosas. Este será parte del panorama que prevalecerá durante los próximos tres días de festejos de los 51 años de existencia de la La Merced, el cual completarán grupos de música tropical y mariachis.

Cercados por súpers

Carlos Villalba, representante de los locatarios de la Nave Mayor, lamenta que a la indiferencia de las autoridades delegacionales por destinarles más recursos para mantenimiento y modernización de La Merced, se sumen ahora las facilidades que se les otorga a las tiendas de autoservicio, que se abren cada vez más cerca de sus puestos.

“Hace como 10 o 12 días abrió una Bodega Aurrera en el cruce de Manzanares y Limón; otra más se abrió antes en Fray Servando Teresa de Mier, cerca de la calle de San Ciprián, y una más en la calle de San Antonio Tomatlán esquina con Congreso de la Unión, y pues claro que nos están robando mucha clientela”, resume.

Por eso, pide que así como hay un programa para el rescate de barrios de esta ciudad, o de unidades habitacionales, también haya uno para los mercados y no se pierda uno de los elementos que da identidad a los mexicanos.

De hecho, el ambiente festivo de los mercados capitalinos inició hoy con el aniversario de dos emblemáticos lugares, los mercados de Jamaica y el de Sonora. El primero especializado en la venta de flores, aunque también es posible encontrar frutas y legumbres, y el segundo muy conocido por la venta de todo tipo de yerbas.

En ambos casos, y desde temprana hora, los locales se adornaron con globos y adornos multicolores, y se oficiaron misas para los cientos de locatarios, quienes por tarde repartieron regalos entre sus clientes, y por la noche se amenizó el ambiente con conjuntos musicales.

 
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