Usted está aquí: lunes 22 de septiembre de 2008 Política Díaz Cuervo, nuevo dirigente del PSD

■ Llama a superar el largo conflicto interno y promete que no habrá purga de disidentes

Díaz Cuervo, nuevo dirigente del PSD

■ Todavía no se oficializa la renuncia de la ex candidata Patricia Mercado al instituto político

Alonso Urrutia

El Consejo Político Nacional extraordinario del Partido Socialdemócrata (PSD) eligió ayer a Jorge Carlos Díaz Cuervo como nuevo dirigente nacional, en sustitución de Alberto Begné, quien en días pasados renunció a la organización.

Tras alcanzar un acuerdo político con el grupo de Marina Arvizu –nueva cabeza de la corriente que encabezaba Patricia Mercado, quien anunció su renuncia al partido–, Díaz Cuervo llamó a dejar las disputas internas; ofreció que no habrá purga y planteó que en los comicios de 2009 el partido irá sólo a los comicios.

Con 96 votos en favor, dos abstenciones y uno sólo en contra, Díaz Cuervo consideró que existen condiciones políticas favorables para preservar el registro en los próximos comicios, como mayor militancia y liquidación de adeudos que el partido arrastraba desde 2006. Ofreció además la institucionalización del organismo político.

La anunciada renuncia de la ex candidata presidencial –aún no formalizada ante el partido– y la postura asumida por Begné de concluir “su ciclo” como dirigente, permitieron distender el polarizado ambiente que había prevalecido en los pasados meses en el PSD.

Acuerdo a la media noche

Hacia la media noche de este sábado, ambos grupos, el de Begné, que apoyaba a Díaz Cuervo como sucesor, y el de Arvizu, lograron un acuerdo político para que esta última no se postulara a la presidencia del instituto político.

El acuerdo planteaba “respetar” los espacios del grupo opositor y avanzar en la recomposición de las “prácticas políticas” internas.

En entrevista, Arvizu reconoció que el retiro de Mercado –“todavía no se ha concretado su salida”– y la postura sensata de Begné de hacerse a un lado permitieron lograr el acuerdo.

Con base en ello, Díaz Cuervo –diputado local en el Distrito Federal– basó su discurso de postulación en “darle la vuelta a la página” y lograr la institucionalización del partido, además de consolidarlo. Aseguró que no habrá purga.

En su discurso, Arvizu reconoció los ofrecimientos de Díaz Cuervo, pero mantuvo el escepticismo respecto del cumplimiento de los acuerdos alcanzados, destacando la necesidad de que el partido supere las disputas internas para perfilarse ante los votantes que en 2006 les dieron el registro.

Señaló que el acuerdo alcanzado es para destrabar la vida interna en el corto plazo, y aunque dijo que no será fácil, demandó que se respete el ofrecimiento de asumir la pluralidad interna.

Uno de los aspectos que indirectamente incidió en favorecer el acuerdo, se derivó de las reformas constitucionales que prácticamente anulan la posibilidad de hacer alianza, lo cual había sido uno de los factores que confrontó a ambos grupos.

En entrevista, Begné dijo que determinó cerrar su ciclo como dirigente al concluir el proceso de reformas estatutarias, y reconoció que esto –junto con la salida de Mercado– han sido factores que permitirán reactivar la vida interna del PSD.

Con ello, dijo, el partido podrá pasar de las discusiones internas a la preparación de la agenda legislativa y del proceso electoral.

Por su parte, la diputada Elsa Conde, del grupo de Arvizu, señaló que se alcanzó un acuerdo sobre la base de respetar los espacios de esta corriente que, según planteó, controla al menos ocho dirigencias estatales y mantiene presencia importante en otras entidades.

Señaló que la dirigencia de Begné había registrado un desgaste importante, producto de las disputas internas, por lo cual consideró “sensata y necesaria” su renuncia para allanar así el campo a la recomposición de la vida interna.

 
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