Usted está aquí: lunes 22 de septiembre de 2008 Espectáculos Narcos se adueñan de la televisión colombiana; son tema de 2 series

El Cártel y Los Protegidos compiten por la audiencia en el horario estelar de RCN y Caracol

Narcos se adueñan de la televisión colombiana; son tema de 2 series

■ La gente identifica a los personajes con artistas y políticos reales

■ “En medio de tanta novela rosa, que es lo que se consume fuerte, no es fácil entrar al mercado”, destaca productor

Reuters

Ampliar la imagen Robinson Díaz, Manolo Cardona y Diego Cadavid, protagonistas de la serie El Cártel Robinson Díaz, Manolo Cardona y Diego Cadavid, protagonistas de la serie El Cártel Foto: Reuters

Bogotá, 21 de septiembre. Un narcotraficante colombiano se apresta a revelar los secretos de uno de los cárteles de las drogas más poderoso del país, mientras que otro rudo mafioso persigue por cielo y tierra a una familia entera protegida por las autoridades a cambio de declarar en su contra.

A primera vista se pensaría que se trata de dos casos que se viven con frecuencia en el país sudamericano, considerado el mayor productor mundial de cocaína.

Pero en realidad son las historias centrales de dos series con las que los canales privados de televisión Caracol y RCN se disputan la audiencia en la franja estelar, en las que tratan el tema del narcotráfico desde diferentes ángulos.

El tema del tráfico de drogas se niega a desaparecer de la televisión colombiana, en medio de una transformación del flagelo que comenzó en el país en la década de 1970 con el negocio de la mariguana.

El éxito de las series radica, de acuerdo con expertos, en la identificación que logran los televidentes con los personajes en un país en donde el narcotráfico ha infiltrado todos los estratos de la sociedad e incluso las autoridades del Estado.

Además, se convirtió en el combustible que alimenta a la guerrilla izquierdista y en su momento a los desmovilizados grupos de paramilitares de ultraderecha, actores de un conflicto interno armado durante las pasadas cuatro décadas.

“Son historias supermaravillosas porque el narcotráfico ha tenido una cosa que no ha tenido la guerrilla y que no tuvieron los paramilitares y es que el narcotráfico convive con nosotros”, dijo a Reuters Omar Rincón, crítico de televisión y profesor de periodismo.

Historias reales

Una de las series, El Cártel, está basada en libro El Cártel de los Sapos, escrito por Andrés López, uno de los capos del cártel del Norte del Valle, quien se entregó en 2001 a las autoridades de Estados Unidos y narra la historia de esa organización criminal y su relación con las autoridades colombianas y estadunidenses.

El cártel del Norte del Valle surgió luego de la desaparición del de Medellín, que dirigió el extinto Pablo Escobar, y del de Cali, de los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, ahora presos en Estados Unidos.

“Creo que es un tema que le interesa a la gente porque de alguna u otra manera todos los colombianos han sido afectados por el narcotráfico y quieren ver esa realidad de cómo piensa esta gente”, dijo Cristina Palacio, productora de la serie del canal Caracol, que se grabó en Colombia, México y Estados Unidos.

Otro ingrediente divertido que tiene la serie El Cártel es que aunque los personajes tienen nombres diferentes, los televidentes los asocian con personalidades de la farándula y de la vida nacional de esa época.

Incluso, en los primeros capítulos la serie levantó malestar entre autoridades, debido a que mostraba la oscura relación de algunos altos mandos de la policía con narcotraficantes para lograr la captura de algunos de ellos.

RCN, el canal rival de Caracol transmite Los Protegidos, la historia de una familia que se acoge al programa de protección de testigos, cambia su nombre y lugar de residencia luego de que el padre, un contador, delata a su jefe, un peligroso capo, que ahora lo busca para asesinarlo.

“En medio de tanta novela rosa, que es lo que se consume fuerte, no es fácil entrar al mercado con estas cosas.

Realmente sí despierta mucho (interés) ese tema y la gente logra tenerlo mucho más cerca”, opinó Juan Pablo Posada, productor de la serie de RCN, que ya fue vendida a Guatemala, Costa Rica, República Dominicana, Paraguay y Ecuador.

Exorcizar fantasmas

Rincón explicó que presentar este tipo de historias ayuda a liberar a los colombianos de ciertos paradigmas en una sociedad que justificó durante mucho tiempo el tráfico de drogas como la más fácil y rápida alternativa para conseguir dinero y mejorar la calidad de vida.

Como recuerdo de ello están las imágenes en las que los legendarios Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mexicano, jefe militar del cártel de Medellín, entregaban dinero a los pobres en las calles, incluso ante la presencia de policías.

“En el lado educativo se crea conciencia del mal gusto que tienen los narcotraficantes, se crea conciencia de cómo mataban porque sí y del lado sicoanalítico es buenísimo porque exorcizamos esos fantasmas”, dijo Rincón.

Lo curioso es que los colombianos aceptan y aplauden este tipo de series, pero tienen una actitud de rechazo cuando las películas de Hollywood muestran esa realidad del país.

“A uno le ofenden que hagan escenas de Colombia en Ecuador o en México, uno quiere ver las locaciones de uno, los actores de uno y las historias contadas por libretistas colombianos y eso hace que sean verosímiles”, sostuvo Palacio, de la serie El Cártel.

Pero en un intento por quitarle trascendencia y altruismo a las series, Rincón resume en una frase el interés de la gente por este tipo de historias.

“Es puro entretenimiento, está buenísima, cada noche matan tres y cada noche sale un narcotraficante”, concluyó.

 
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