Usted está aquí: lunes 15 de septiembre de 2008 Sociedad y Justicia Investigadores: en México ya se venden contratos de protección hasta por Internet

■ Varios sectores económicos están plagados de mafias sindicales, plantea un estudio

Investigadores: en México ya se venden contratos de protección hasta por Internet

■ Esos convenios, que se “exportan” a AL, precarizan los empleos y concentran la riqueza

Patricia Muñoz Ríos

México es uno de los países que más contratos de protección tiene a escala mundial. Esa fórmula de “sindicalismo de membrete”, además de que ya se está exportando a toda América Latina y en territorio nacional opera como mecanismo de mafias sindicales que institucionaliza la inequidad, el empobrecimiento y la explotación de los trabajadores mexicanos, es un mecanismo de “precarización” laboral y de concentración del ingreso y la riqueza.

Un amplio informe de la Organización Regional Interamericana de Trabajadores, elaborado por un grupo de expertos en derecho laboral que está integrado por los abogados José Alfonso Bouzas, Graciela Bensusán, Aleida Hernández y Patricia Juan Pineda, entre otros, plantea que el contratismo de protección ya se vende hasta por Internet y hay sectores económicos, como el comercio, que se están plagando con este tipo de sindicalismo de simulación. Sólo un pequeño porcentaje de trabajadores mexicanos, abunda, cuenta con organizaciones reales.

En el reporte, Graciela Bensusán, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco, detalla que dichos convenios surgen a partir de que autoridades federales y locales otorgan el registro a los líderes como “recurso de poder” para amigos y aliados, y lo restringen a quienes no aseguran su complicidad.

Se pregunta: “¿bajo qué condiciones y con qué requisitos, líderes que no tenían el menor respaldo de los trabajadores lograron ser reconocidos por la autoridad laboral y construyeron monopolios sindicales que se volvieron prácticamente indestructibles?” Se habla ya incluso de una “gerontocracia sindical”.

En el documento, Jorge Robles, investigador y catedrático de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, señala que la ruta crítica del sindicalismo mexicano ha llevado a desembocar en la perversión de la contratación colectiva, al grado de que incluso una organización denominada Grupo Morelos anuncia y vende contratos de protección por Internet.

A su vez, el especialista en temas laborales José Alfonso Bouzas, quien coordinó la investigación, ahonda sobre la manera en que se manejan esos contratos en los grandes consorcios comerciales del país y plantea que, por ejemplo, organizaciones como la Asociación Sindical de Trabajadores, Empleados y Agentes de las Casas Comerciales, y el Sindicato Nacional de Empleados y Trabajadores de Supermercados, poseen los contratos colectivos de 88 almacenes Wal-Mart y son los principales vendedores de protección sindical a centros comerciales, como Superama, restaurantes y cafeterías.

En prácticamente todo el sector no hay un sindicato real y democrático, indica el informe. Apunta que en todas las panaderías de las tiendas de autoservicio los contratos los detenta el Sindicato Único de Trabajadores de la Industria del Pan y Similares, titular de la contratación de esos empleados en los almacenes, a los cuales aún se paga a destajo.

María Xelhuantzi, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, hace ver la nula o escasa independencia de las juntas de Conciliación y Arbitraje en los conflictos, y establece que el crecimiento del sindicalismo de protección en el país “explica por qué se han acentuado el deterioro salarial y la precarización laboral en el país, pero también la elevación de los niveles de corrupción en el sector”.

 
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