Usted está aquí: lunes 15 de septiembre de 2008 Capital Elefantes blancos, las plazas comerciales entregadas a los ambulantes del centro

■ Tras la reubicación, algunas lucen semivacías y otras son usadas sólo como bodegas

Elefantes blancos, las plazas comerciales entregadas a los ambulantes del centro

■ Además de los inmuebles, líderes obtuvieron espacios alrededor del perímetro A de la zona

Rocío González Alvarado

Ampliar la imagen Las plazas, predios y espacios en las calles entregados a los vendedores ambulantes tras su salida del perímetro A del Centro Histórico, se convirtieron en el nuevo coto de poder de sus líderes. En la imagen la Plaza Popular Bicentenario Las plazas, predios y espacios en las calles entregados a los vendedores ambulantes tras su salida del perímetro A del Centro Histórico, se convirtieron en el nuevo coto de poder de sus líderes. En la imagen la Plaza Popular Bicentenario Foto: Roberto García Ortiz

Al aire libre o en inmuebles que no cuentan con la infraestructura adecuada, las plazas comerciales creadas a partir de la reubicación del comercio ambulante del Centro Histórico lucen semivacías, e inclusive, en algunos casos, son utilizadas sólo como bodegas y estacionamientos, mientras los agremiados de las organizaciones beneficiadas se ven obligados a torear para vender sus mercancías.

Un análisis realizado por asociaciones del ramo arroja que a un año de la implementación del programa de reordenamiento del ambulante, entre los grupos más beneficiados se encuentra el que lidera Alejandra Barrios, que cuenta con 15 de los 44 predios habilitados, seguida de los hermanos Sánchez Rico, Miguel Ángel Huerta y María Rosete, que durante años han hecho del primer cuadro de la ciudad su territorio.

Los líderes de los comerciantes no sólo obtuvieron plazas que administran a su libre albedrío, sino también espacios en la vía pública, formando un cordón que rodea las calles liberadas del perímetro A, en donde se invade prácticamente todo el arroyo vehicular, con lo que asfixian otros puntos de venta que ya estaban consolidados.

Esta situación, advierte el documento, podría derivar en una serie de conflictos entre los comerciantes al confluir prácticamente en los mismos espacios, como sucede en República Dominicana y Costa Rica, el callejón de Girón y Torres Quintero, donde se ubican grupos antagónicos.

En un recorrido por la zona se pudo constatar cómo al desdoblamiento del comercio establecido sobre Manuel Doblado y calles como Lecumberri, Miguel Alemán y San Antonio Tomatlán, entre otras, donde la comunidad libanesa ha sentado sus reales e impera la venta de ropa pirata, se aúnan los corredores del ambulantaje, que obstruyen por igual aceras y arterias.

Fritangas y ropa

Cerca de la Plaza del Estudiante, las esquinas de las calles son ocupadas por puestos de fritangas, a un costado de los establecimientos de ropa. En Anillo de Circunvalación, del lado de Cuauhtémoc, se restringe el ambulantaje, y del lado de Venustiano Carranza se levantan corredores comerciales de acera a acera. Se calcula que se autorizaron 6 mil espacios, lo que obliga a caminar entre codazos.

Un escenario diferente se observa en las plazas. Salvo contadas excepciones, como el centro comercial Doña Guillermina Rico, ubicado sobre el Eje Central, el ir y venir de clientes es una constante, otras en cambio, también sobre la misma arteria, lucen desoladas y el único ingreso que obtienen es por el cobro de la entrada al baño.

La mayoría de los inmuebles –cuyas fachadas están repletas de rejillas cuadriculadas, de las cuales penden todo tipo de artículos–, están subutilizados y en algunos casos han comenzado a tener otro uso que el comercial. Un predio en República de Brasil funciona como bodega de mercancías de los agremiados al grupo de Alejandra Barrios, que se despliegan en calles aledañas, y uno más en Argentina sirve como estacionamiento.

Como reflejo de esta situación, cada vez es más notoria la invasión de toreros en por lo menos 20 calles liberadas del perímetro A, entre ellas El Carmen, Colombia, Bolivia, Brasil, Tabaqueros, Mesones, Regina, Pino Suárez, que se ven obligados a dar mordidas tanto a los policías que realizan los operativos, como a las autoridades que supervisan.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.