Usted está aquí: miércoles 3 de septiembre de 2008 Mundo Nueva Orleáns, una ciudad fantasma; los diques soportaron la embestida de Gustav

■ Algunas voces critican al alcalde Ray Nagin por magnificar la potencia del meteoro

Nueva Orleáns, una ciudad fantasma; los diques soportaron la embestida de Gustav

■ Los habitantes podrán volver a sus hogares a finales de semana; sigue el toque de queda nocturno

Reuters, Dpa y Afp

Ampliar la imagen Robert Brooks recupera algunos enseres de su casa destruida por el huracán Gustav, ayer en Houma, Luisiana Robert Brooks recupera algunos enseres de su casa destruida por el huracán Gustav, ayer en Houma, Luisiana Foto: Reuters

Nueva Orleáns, 2 de septiembre. Nueva Orleáns amaneció hoy como una ciudad fantasma, pese a que los daños del huracán Gustav fueron menores a lo anticipado. El alcalde Ray Nagin llamó a los residentes a no volver hasta que funcione de nuevo el suministro eléctrico y se retiren los árboles caídos; al menos siete personas murieron en accidentes asociados con el meteoro.

Aunque se temía que el fenómeno meteorológico igualara los daños de Katrina en 2005, con más de mil 800 muertos y daños materiales por 800 mil millones de dólares, Gustav comenzó a debilitarse en cuanto tocó tierra, hasta ser degradado a depresión tropical en las primeras horas de hoy, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.

Los diques que protegen Nueva Orleáns parecen haber soportado bien los embates de la lluvia y el viento, a pesar de que la marea los rebasó por momentos y se coló por algunas grietas.

El alcalde Ray Nagin no quiso adoptar un tono demasiado optimista, y aunque afirmó que los habitantes podrían volver a sus hogares a finales de esta semana, llamó a que la gente espere que la electricidad, el drenaje y los servicios funcionen con normalidad.

Mientras, el toque de queda nocturno sigue aplicándose en Nueva Orleáns, y brigadas de rescatistas patrullan las calles para retirar árboles y anuncios caídos.

En contraste con el desorden durante el huracán Katrina, en esta ocasión sólo hubo siete muertos –por la caída de un árbol y un accidente de auto– y la policía detuvo únicamente a dos personas por tratar de saquear comercios.

Los temores de que Gustav fuera devastador hicieron que las empresas petroleras cerraran casi en su totalidad las plataformas en el Golfo de México, área de donde se extrae una cuarta parte del crudo y 15 por ciento del gas natural que consume Estados Unidos.

Sin embargo, ante la virtual desaparición del huracán, los precios de los energéticos bajaron a niveles mínimos en cinco meses, y se espera que el barril de petróleo alcance los 100 dólares.

En esta atmósfera de aparente tranquilidad, hay algunas voces que critican al alcalde Nagin por haber “exagerado” la amenaza del huracán, que en el momento más álgido calificó como la “madre de todas las tormentas”.

Sin embargo, el funcionario defendió su decisión, con el apoyo del secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos, Michael Chertoff, quien dijo que no hubiera actuado de manera distinta.

Por último, un tornado golpeó las afueras de Nueva Orleáns y destrozó edificios pero sin causar heridos, en una ciudad desalojada antes del paso de Gustav, dijo el jefe del Cuerpo de Bomberos.

Keith Bouvier informó que el alcance del daño en la comuna de Westwego habla de que podrían haber sido dos los tornados.

 
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