Usted está aquí: sábado 23 de agosto de 2008 Cultura Presentó la maestra Elba Estéril su propuesta de “libro de sexo gratuito”

■ Ofrece Jesusa Rodríguez monólogo para “complementar la discusión sobre la reforma educativa”

Presentó la maestra Elba Estéril su propuesta de “libro de sexo gratuito”

■ Durante la obra, la actriz también hace alusión a los titulares de la SEP y Gobernación

Mónica Mateos-Vega

Ampliar la imagen Durante la obra, la maestra Elba Esteril propone cambiar de nombre al sexo y ponerle bombón, porque la primera palabra es horrible. Todo esto durante la presentación de su monólogo en la sala del Universo del Museo de Historia Natural de la ciudad de México Durante la obra, la maestra Elba Esteril propone cambiar de nombre al sexo y ponerle bombón, porque la primera palabra es horrible. Todo esto durante la presentación de su monólogo en la sala del Universo del Museo de Historia Natural de la ciudad de México Foto: Carlos Ramos Mamahua

La ya legendaria maestra Elba Estéril, la misma que aparece siempre en los momentos más (políticamente) convenientes, presentó su propuesta de “libro de sexo gratuito” la noche del jueves en la sala del Universo del Museo de Historia Natural de la ciudad de México, la cual quedó convertida en una aula interactiva donde la mentora lo enseñó todo, literalmente.

Se trató de una representación más del monólogo teatral El libro de sexo gratuito, que desde hace algunas semanas interpreta la actriz Jesusa Rodríguez con el fin de “complementar” la discusión en torno a la reforma educativa.

Bajo el domo del recinto, en donde se iluminan decenas de lucecitas que dan la impresión de un cielo estrellado, la maestra Elba Estéril, “sencilla y humilde”, como presume ser, ¡ah!, y también muy honrada, inició la clase mostrando la portada del libro que pretende hacerle la competencia a los dos que circulan ya en las escuelas de México.

Por la derecha, explicó la profesora, “está un libro que representa al país ganador, olímpico, emprendedor, el futuro; por la izquierda, el de la nación perdedora, fracasada, populista, el pasado. El mío es el presente, un libro delgado pero sustancial, para que el educando no pierda demasiado tiempo en él”.

La portada del libro de Elba-Jesusa lleva el título Dios mío, hazme cívica por favor y la ilustración recuerda aquellos volúmenes que mostraban a la Patria imaginada por el artista Jorge González Camarena, ahora con el rostro de la secretaria de Educación, Josefina Vázquez Mota, y a su lado, a la líderesa del sindicato de maestros, Elba Esther Gordillo, a punto de devorar una serpiente.

La clase de sexo impartida por la maestra Estéril hizo llorar, pero de risa, a muchos de los espectadores que con gusto participaron en la experiencia de conocer las funciones del bombón, nombre que la mentora dio al sexo, porque esta es una palabra horrible, dijo.

“El bombón se divide en partes, por eso hablamos de nuestras partes”, explicaba la recia lideresa magisterial cuando fue interrumpida por la llamada de un tal Juan Camilo, a quien ya en confianza llamó “mi lobito”.

“Si, me encantó lo de anoche, aquí esta tu caperucita roja... ¡me fascinas, gallego pedorro!”, dijo apresuradamente Elba Estéril antes de cortar la comunicación con su misterioso galán y continuar la clase de sexo, es decir, de bombón.

Luego, practicó la oralidad, o sea, explicó frases y verbos, como “vamos”, que viene de “venirse”, señaló antes de poner a todos a frotar bombones, así como lo leen.

No, no se iba a tratar de una fiesta de Succar Kuri, advirtió Jesusa-Elba, sino de experimentar la sexualidad de manera correcta y sabrosa. Repartió a los alumnos, es decir, al público, dos bombones por persona, les pidió que cerraran los ojos, se relajaran y frotaran los dulces.

“Sientan que son felices, el pueblo es bueno, se conforma fácilmente con poco, jamás abrirán los ojos, les estoy dando la oportunidad de ser alguien, de sobar bombones”, decía la traicionera Elba Estéril al tiempo que se robaba el botecito de petróleo que antes había dicho era de todos, las últimas reservas del país.

Por fortuna, varios abrieron los ojos y comenzaron a acribillarla con los bombones, sin importar que ella vociferara: “¡jamás me iré del sindicato, me vengaré, la hambruna se viene cabrona y no me importa, yo la provoqué, no me interesa su resistencia civil, quédense sin libro de sexo gratuito!”.

Elba Estéril huyó entre carcajadas victoriosas de los espectadores, para dejar volver sólo a Jesusa Rodríguez quien recibió una larga ovación por su trabajo escénico.

 
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