Usted está aquí: sábado 9 de agosto de 2008 Política La nueva iniciativa antiplagio de Calderón, refrito de la que envió al Senado en 2007

■ Pablo Gómez insiste en que el PRD no avalará reformas “propagandísticas y oportunistas”

La nueva iniciativa antiplagio de Calderón, refrito de la que envió al Senado en 2007

■ La cadena perpetua riñe el principio constitucional de readaptación social, señala el legislador

Andrea Becerril

La iniciativa para instaurar la cadena perpetua a secuestradores, que Felipe Calderón hizo llegar la víspera a la Comisión Permanente, es prácticamente la misma que envió al Senado en marzo del año pasado y, dado que en esta ocasión pidió que se turne a San Lázaro, se dará el caso poco usual de una misma reforma dictaminada simultáneamente en ambas cámaras.

Las diferncias entre los dos textos son mínimas y la mayoría son de redacción, excepto que la iniciativa recibida el jueves por la noche en la Comisión Permanente excluye la mención expresa a la aplicación de “prisión vitalicia” cuando el secuestrado sea una mujer. De hecho, se propone de manera general esa penalidad cuando el delincuente se aproveche de “la situación de vulnerabilidad” de la víctima y se pone énfasis en el caso de los menores plagiados.

Al respecto, Pablo Gómez, senador del PRD, recalcó que su partido no avalará reformas “propagandísticas y oportunistas”, que no ayudan en nada a frenar el alto índice de secuestros. Por lo que toca a Xicoténcatl, dijo, debe ser dictaminada en contra, ya que no se aprobó antes por considerarla ineficaz para combatir la criminalidad.

La primera iniciativa dedica atención especial a las mujeres secuestradas, ya que Calderón la anunció el 9 de agosto de 2007 en el marco del Día Internacional de la Mujer y por ello lleva ese énfasis de género.

En la exposición de motivos, el Ejecutivo señala que: “se considera de importancia fundamental proteger a las mujeres que son víctimas de este delito, ya que por su propia condición y naturaleza sufren el secuestro con mucha mayor intensidad, sobre todo si sus secuestradores son físicamente superiores y se aprovechan de tal circunstancia. Con ello, se da respuesta a un añejo reclamo que demanda una protección mayor para este sector de la sociedad”.

Este párrafo ya no aparece en la segunda iniciativa de reforma a los artículos 25 y 366 del Código Penal Federal, proyecto en el que todas las referencias explícitas a la pena de cadena perpetua para quien secuestre mujeres o mayores de 60 años fueron eliminadas.

La iniciativa, que Calderón dio a conocer en cadena nacional el pasado jueves, luego del asesinato del joven Fernando Martí, mantiene la argumentación central del proyecto de marzo de 2007 –incluso con la mayoría de los párrafos textuales– para justificar el establecimiento de “prisión vitalicia” en aquellos casos en que el secuestrador haya sido integrante de instituciones de seguridad pública, “ejecute el acto contra un menor de edad, o de una persona incapaz, o bien lesione gravemente o prive de la vida a la víctima”.

Se agrega la modalidad “secuestro exprés” entre los delitos que ameritan cadena perpetua, en esa reforma a la que se dará entrada el próximo miércoles en sesión de la Comisión Permanente, para turnarse a la Cámara de Diputados.

Al respecto, el perredista Pablo Gómez resaltó que el Código Penal Federal incluye ya penalidades altas, equivalente a la prisión de por vida, aunque está demostrado que no resuelve el problema, porque los secuestros siguen incrementándose. Además, agregó, establecer en una ley secundaria la cadena perpetua no es congruente con el principio de readaptación social incluido en la Constitución Política.

Al respecto, en la exposición de motivos de ambas iniciativas se asegura que a quienes sostienen que la cadena perpetua es una pena inhumana, que hace nugatoria la reinserción social de los sentenciados, “habría que contestarles que la prisión vitalicia no cambia el carácter o la pena de prisión, sino tan sólo extiende su duración, a fin de asegurar que el secuestrador que comete una acción tan aberrante como la mutilación o la privación de la vida, no podrá salir libre”.

Y, “por lo que hace a la readaptación del delincuente, es importante mencionar que ésta no constituye la finalidad última de la pena, pues tratándose de la comisión de las modalidades más graves del secuestro, las cuales revelan por sí mismas la imposibilidad de que el delincuente conviva en paz y en armonía con los demás, lo primordial es que la sociedad y la víctima tengan la seguridad de que esa persona no volverá a delinquir”.

Respecto de la excitativa que Calderón pidió a la Comisión Permanente haga al Senado para que descongele su iniciativa de marzo del año pasado, el senador Gómez, dijo que es un tema discutido ya en comisiones, pero en todo caso deberán dictaminarla en contra, con lo que se desechará en definitiva.

“Calderón quiere que el Congreso haga su chamba, para que él aparezca como el paladín en el combate al secuestro, pero nosotros no somos la PGR para andar persiguiendo a delincuentes”, insistió.

 
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