Usted está aquí: viernes 8 de agosto de 2008 Política Investigan dos asesinatos realizados por presuntos elementos del Ejército, en Oaxaca

■ Una de las víctimas era agente municipal; la otra, campesino

Investigan dos asesinatos realizados por presuntos elementos del Ejército, en Oaxaca

Octavio Vélez Ascencio (Corresponsal)

Oaxaca, Oax., 7 de agosto. La Procuraduría General de Justicia del Estado inició una averiguación previa por los asesinatos de Cecilio Vásquez Miguel, agente municipal de San Juan Lachivía, y del campesino Venancio Olivera Ávila, realizados presuntamente por soldados del Ejército Mexicano, así como por las lesiones de otro nativo, identificado como Aurelio Ortega Pacheco, en tierras de sembradío de esa población.

Al lugar arribaron peritos en diferentes especialidades, quienes recabaron indicios para emitir sus dictámenes, mientras que el agente del Ministerio Público con sede en San Carlos Yautepec inició la indagatoria 64/2008 en contra de quien o quienes resulten responsables.

Las víctimas se encontraban laborando en su sembradío de milpa ubicado en el paraje denominado Tanilovia, de Santiago Lachivía, perteneciente a San Carlos Yautepec, cuando fueron atacados por los presuntos militares con armas de fuego.

Por su parte, el presidente de la Comisión para la Defensa de los Derechos Humanos (CDDH), Heriberto Antonio García, informó que este órgano remitió el caso a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), debido a que en las acciones están involucradas personas que fueron identificados como elementos del Ejército.

La CDDH envió la noche del miércoles los oficios 7678/ 2008 y 7635/ 2008 al organismo nacional los cuales contienen la queja presentada por Leobardo Vásquez Hernández, vecino de la localidad.

Antonio García dijo que una comisión de visitadores de la CNDH llegará en las próximas horas a esa comunidad serrana.

Rufino Olivera Velasco, marino de la Armada de México e hijo de Venancio Olivera Ávila, una de las víctimas, lamentó que el destino lo ubique en esta paradoja, en la que su padre falleció desangrado por los impactos de arma 761 recibidos en ambas piernas, y disparados presuntamente por soldados.

De regreso a la comunidad, con la responsabilidad de mantener a 11 hermanos, a su mamá y a la abuela de 85 años, el marino exige una investigación ministerial “pronta y expedita”, a pesar de estar involucradas las fuerzas castrenses. “Son compañeros del Ejército; eso me aseguran los testigos”, señaló.

El padre del marino, junto con el agente municipal fueron sepultados durante la tarde en el panteón de la localidad. El primero envuelto en un petate y una cobija; el otro, en un ataúd de madera.

 
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