■ En el penal de Culiacán, internos ultiman a balazos a hermano de narcotraficante
Seis asesinatos ayer; atacan instalaciones de Seguridad Pública en Guanajuato
Al menos seis personas murieron ayer en diversos atentados de sicarios en los estados de Sinaloa, México, Sonora y Tamaulipas. Mientras, en San Francisco del Rincón, Guanajuato, un grupo armado atacó las instalaciones de la Dirección de Seguridad Pública sin que hubiera lesionados.
En un ataque perpetrado por internos del penal de Culiacán, Sinaloa, fue asesinado a balazos Victoriano Araujo Payán, hermano del extinto narcotraficante Gonzalo Araujo, El Chalo, quien fue gatillero y operador del cártel de Sinaloa en la capital del estado.
Los reportes indican que el homicidio ocurrió en la mañana, en la barandilla, donde varios reos sorprendieron a la víctima e hirieron a un guardia de seguridad, así como a Juana García, quien visitaba a un interno. Con éstos, suman 130 los homicidios ocurridos en julio, la cifra más alta en un un mes en esta entidad.
En el estado de México, la Agencia de Seguridad Estatal (ASE) reportó que en el municipio de Nezahualcóyotl se localizó dentro de un automóvil el cuerpo de un hombre baleado. Con éste se elevó a 12 el número de asesinatos ocurridos en los últimos días en la entidad.
Mientras, la policía estatal investigadora de Sonora informó que tres jóvenes de entre 19 y 26 años fueron asesinados en el predio Las Cuevitas, al noroeste de Nogales. Elementos del Ejército Mexicano encontraron a las víctimas y detuvieron a dos personas; el caso se turnó a la agencia del Ministerio Público de Nogales.
Autoridades policiacas del municipio de Matamoros en Tamulipas localizaron en la colonia Real de Catorce el cuerpo de un hombre de cerca de 36 años con dos balazos en el rostro, reportó el agente del Ministerio Público investigador.
En tanto, la Procuraduría de Justicia de Guanajuato informó que por la madrugada del sábado, durante el cambio de turno, un grupo armado atacó las instalaciones de la Dirección de Seguridad Pública en San Francisco del Rincón. Los agresores, presuntamente ligados a Los Zetas, dispararon contra dos patrullas estacionadas fuera del lugar y una de ellas recibió 81 impactos de armas AK-47.
Este hecho sigue a otros como la ejecución de Román Flores Medel, El Chicago, quien estaba identificado como el principal distribuidor de drogas de la localidad y fue emboscado por una pareja de motociclistas en el centro de la ciudad.
Fuentes allegadas a las investigaciones señalan que éste es otro de los avisos que ha recibido la corporación que dirige Joel Alférez Rodríguez.
Decomisos
En Tijuana, Baja California, autoridades policiales incautaron 275 kilogramos de mariguana, 600 semillas de estupefacientes y un kilogramo de heroína, además de cuatro vehículos y aditamentos para producir drogas sintéticas. El operativo se realizó en la colonia popular Puerta del Sol de la delegación La Presa, donde fueron detenidos Leonor López Hernández y su hijo José Sánchez López.
En tanto, el Ministerio de Justicia de Chiapas reportó que en Tapachula se decomisaron uniformes militares y de la AFI, al parecer apócrifos, así como tres casas de seguridad, casquillos de diversos calibres y tres vehículos que habían sido reportados robados.
El inculpado, Roberto Hernández López, al parecer vecino del municipio de Palenque, y detenido el 23 de julio, declaró ser miembro de una banda dedicada al tráfico de indocumentados, y aseguró haber participado en los secuestros de Román Martínez García y Ramón Hernán López Guzmán en el motel Villa Escondida, quienes le “quitaron” a su organización un grupo de migrantes que transportarían de manera ilegal, y agregó desconocer el paradero de esas personas.
Durante el operativo efectuado en tres domicilios se aseguraron 63 cartuchos útiles de los calibres 9, 75 y 12 milímetros; dos cargadores de 30 tiros; un aditamento de mira telescópica; cinco fornituras; 5 porta cargadores de cartucho, y 70 cartuchos calibres 9 milímetros, entre otros.
Javier Valdez, René Ramón Alvarado, Antonio Heras, Ulises Gutiérrez Ruelas, Rodolfo Villalba y Agustín Galo Samario, corresponsales