■ Derechos Humanos envía recomendación a la titular de INM, Cecilia Romero
Funcionarios de Migración extorsionan a indocumentados hondureños en Sonora
Por casos de corrupción de varios funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) en Nogales, Sonora, que exigieron 4 mil dólares para dejar en libertad a dos indocumentados hondureños que permanecían detenidos en instalaciones de ese organismo con la promesa de que no serían deportados y les iban a entregar actas de nacimiento mexicanas, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación 40/2008 a la titular del instituto, Cecilia Romero.
La CNDH sostiene que, de la cantidad solicitada, los funcionarios recibieron 28 mil pesos, los cuales fueron depositados por un amigo de lo agraviados en una cuenta bancaria, “cuyo número resultó ser de un jefe de departamento de Regulación Migratoria de dicha delegación del instituto”.
La comisión destaca que la investigación dejó al descubierto la corrupción de varios funcionarios del instituto gracias a que el amigo de los hondureños que hizo el depósito denunció lo ocurrido ante el órgano nacional de defensa de los derechos humanos. “La queja se presentó tras haber dado el dinero para ‘rescatar’ a sus dos amigos retenidos en la delegación del INM en Nogales”, explicó.
Luego de constatar los hechos “presuntamente constitutivos de delitos, la CNDH solicitó que se dé vista al Ministerio Público Federal”.
En el texto, la comisión refiere que autoridades del Ministerio Público deben investigar a los funcionarios implicados, “porque nada justifica el requerimiento directo o indirecto de dádivas a cambio de realizar u omitir actos propios de la función pública. Ello sin prejuzgar posibles conductas contrarias a derecho que pudieran derivarse de la participación de los agraviados”.
Versión de que eran cuatro hondureños
Entre las investigaciones de la CNDH destaca que hizo una visita de inspección a las instalaciones de la delegación del INM en Nogales, donde servidores públicos del instituto señalaron que la población ‘aseguraba’ que eran cuatro migrantes. “Las personas allí detenidas manifestaron que ellos no eran los únicos, que había dos hondureños más, pero que en ese momento no se encontraban”.
La CNDH reporta que, cuando solicitó a la autoridad migratoria la posibilidad de platicar con los indocumentados no presentes, el subdelegado del instituto en Nogales dijo que “los habían llevado a una certificación médica”; sin embargo, la pesquisa reveló que fueron conducidos a las oficinas del jefe de departamento de Regulación Migratoria. Por esos hechos la comisión comenzó una queja de oficio.
El texto refiere que “el amigo de los indocumentados informó en su queja que el hermano de uno de los hondureños radicado en Estados Unidos le llamó para solicitarle que hiciera el depósito, pero como él únicamente disponía de 2 mil 800 dólares hizo el pago por esa cantidad en la casa de cambio Luna, tal como solicitaron las personas del INM que retenían a los indocumentados. Añadió que tras haber hecho el depósito recibió la llamada de un desconocido, quien le indicó que los migrantes ya habían sido liberados”.
Además de documentarse la corrupción, se solicitó a la comisionada de dicho instituto que diera vista al órgano interno de control para que investigara al subdelegado local, así como al jefe del departamento de Regulación Migratoria en Nogales y se auditaran los expedientes administrativos con motivo de la detención de personas extranjeras.
La CNDH asegura que al pedir informes a la delegación del INM en Nogales, los funcionarios refirieron que los hondureños señalados se habían fugado de la estación migratoria.
Finalmente, sostiene que se acreditó la vulneración de los derechos a la legalidad y a la seguridad jurídica en agravio de los hondureños por servidores públicos de la delegación del INM en esa ciudad.