Usted está aquí: miércoles 23 de julio de 2008 Sociedad y Justicia Debe el Estado “rescatar” a los miles de rechazados de la educación: Gertz Manero

■ Presidente del consejo del Ceneval, propone financiar estudios aun en universidades privadas

Debe el Estado “rescatar” a los miles de rechazados de la educación: Gertz Manero

■ El sistema de enseñanza y sus exámenes, diseñados “para preservar la segmentación social”

Karina Avilés

Ampliar la imagen Alejandro Gertz Manero, el 17 de marzo de 2003, cuando era titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal, en entrevista con La Jornada Alejandro Gertz Manero, el 17 de marzo de 2003, cuando era titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal, en entrevista con La Jornada Foto: Cristina Rodríguez

Para el rector de la Universidad de las Américas de la ciudad de México, Alejandro Gertz Manero, con el dinero público se debe hacer un “rescate” de los miles de rechazados de la enseñanza superior, en quienes ve la oportunidad para promover el viejo anhelo del sector privado, consistente en que el Estado pague la educación de los estudiantes que “no tienen dinero”, sin importar si es en una escuela privada.

Esto, con la justificación de que el Estado “no debe financiar la educación pública, sino a los estudiantes”.

El ex secretario de Seguridad Pública en el gobierno foxista acusa a las administraciones federales –desde los 60 hasta hoy– de solapar la proliferación de las “escuelas patito”, y afirma que el Registro de Validez Oficial de Estudios (RVOE) que tienen muchos de estos centros para poder operar se convirtió en un “privilegio” de los gobiernos estatales, “igual que las notarías, los taxis y las líneas de los camiones”.

En entrevista, Gertz Manero considera que para “negociar” con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), encabezado por Elba Esther Gordillo, se realizó la federalización de 1992, por la que los gobiernos locales adquirieron la facultad de administrar la educación. Sin embargo, “nunca pudieron manejarlo (al sindicato)” y los gobiernos de las entidades empezaron a emitir los registros de validez de estudios, mientras que en el nivel federal “permitieron, haciéndose omisos, la expansión de estos centros de baja calidad”.

Ahora –dice– se sorprenden de estos centros, que son un “fraude”, pero si existen es porque “hubo un gobierno que los permitió, que los dejó nacer” –especialistas en la materia calificaron el sexenio de Fox como el de “la expansión de las escuelas patito”– y ahora, “están tratando de meterle orden; a ver si pueden”, en referencia a las actuales acciones que realiza la Secretaría de Educación Pública en la materia.

Nombrado en días pasados presidente del consejo del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval), reconoce que el sistema de enseñanza y sus exámenes están diseñados para preservar e incrementar las diferencias y la segmentación social.

No obstante, rechaza que dicho consejo –que precisamente se ha encargado de la elaboración y calificación de las pruebas por las que miles de jóvenes son “rechazados”, como el llamado examen único de ingreso a la educación media superior– sea un instrumento de dicho sistema de estratificación.

Así, señala que es necesario “salvar”, “rescatar”, a aquellos que forman parte de los cerca de 200 mil “rechazados” de la educación superior pública. Para ello tiene una solución, según él, muy sencilla: “estos rechazados tienen derecho a ir a la universidad que ellos escojan. No tienen dinero para pagarlo, lo paga el Estado. Y así, los comienza uno a rescatar”.

–Es decir, que con dinero público se financie la educación privada –se le cuestiona.

–No, no, no. Con dinero público se financia a los estudiantes mexicanos. Nosotros no debemos financiar ni a la educación privada ni a la pública, ni zánganos de un lado, ni vividores del otro.

–¿El Estado no debe financiar la educación pública?

–No. El Estado debe financiar a los estudiantes.

En esta defensa del sector universitario que representa, el también ex secretario de Seguridad del DF insiste en que las universidades públicas no son perfectas por ese carácter, ni las privadas “son malas” por el hecho de serlo.

Considera que no sólo se debe examinar, sino “rehacer” el sistema educativo, y como parte de ello plantea un sistema nacional de evaluación, manejado por la “sociedad civil y la vida académica” para hacer una calificación de los programas, las escuelas y las universidades que cumplan con los niveles académicos de alta calidad.

Al cuestionarle si presentará esta propuesta a la Secretaría de Educación Pública –que el sector privado ha tratado de impulsar al menos en los últimos dos sexenios–, señaló que “hace seis meses ellos dijeron que iban a ser los que encabezaran este proyecto... Ellos son los que van a discutirlo con nosotros, y vamos a ver si logramos algo”.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.