Usted está aquí: sábado 5 de julio de 2008 Cultura Quilapayún convocó a luchar por la justicia y por los derechos de todos

■ El grupo chileno ofreció en el Metropólitan su segundo concierto en México

Quilapayún convocó a luchar por la justicia y por los derechos de todos

■ Concluyen gira con dos recitales al aire libre, hoy y mañana, a un costado de la Alameda Central

Carlos Paul

Significativo resultó el concierto que la noche de este jueves ofreció el grupo chileno Quilapayún, en el Teatro Metropólitan, ya que las letras y las canciones, los otrora cantos de rebeldía y resistencia de las décadas de los 60 y 70, contra las dictaduras en Latinoamérica y la represión, la liberación de los presos políticos y la presentación de los desaparecidos: “las canciones fundamentales”, recobraron nueva fuerza y sentido al ser cantadas y coreadas por los asistentes, algunas de ellas con el brazo y el puño en alto, recordando así que hoy día aún hay luchas que continúan.

Significativo resultó también porque una nueva especie de mariposa fue bautizada con el nombre de la agrupación chilena, como una muestra de afecto y solidaridad por parte de los hermanos Roberto y Javier Maza, descubridores de ese insecto. La decisión de los hermanos Maza, hoy científicos e investigadores del sureste mexicano, fue también por la influencia que Quilapayún tuvo cuando ellos formaron el grupo La Kantum, en 1969. Así que “desde hace tiempo, una mariposa con el nombre de Quilapayún surca los cielos de México”.

Vivas a Salvador Allende

El segundo de cuatro conciertos de Quilapayún estuvo dividido en dos partes. En la primera, la agrupación interpretó Cantata Santa María de Iquique, basada en las condiciones de miseria, en la marcha y matanza de obreros del salitre por el ejército, ocurrida en 1907 en esa ciudad chilena.

Dedicada a la memoria de los caídos del 2 de octubre de 1968, en Tlatelolco, el relato de la historia estuvo a cargo de la actriz Luisa Huertas. Durante una hora, mientras se proyectaban imágenes históricas de aquella ciudad y los trabajadores del salitre, el grupo chileno cantó y tocó de manera ininterrumpida.

De sus guitarras, quenas y bombo, de los charangos y los cuatros, batería y piano surgieron las sonoridades provenientes de la conciencia social. “Tres mil 600 mataron. No basta sólo el recuerdo, no basta el lamento, miremos la realidad, luchemos por la justicia, por los derechos que todos debemos tener”.

Tras el intermedio y con vivas a Salvador Allende, comenzó la segunda parte del concierto, con el que se celebraron los 100 años de su natalicio.

El repertorio estuvo integrado por las canciones fundamentales, las más representativas en la lucha por los derechos y la libertad de los individuos y los pueblos.

Hacia el final del concierto, “como una especie de brujería, para evitar que resuciten gorilas como Pinochet”, la festiva canción Malembe.

Quilapayún dará dos conciertos más al aire libre este sábado, a las 20 horas, y el domingo a mediodía en Doctor Mora y avenida Juárez, a un costado de la Alameda Central.

 
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