Usted está aquí: domingo 22 de junio de 2008 Política Sedena extendió acciones de la guerra sucia contra campesinos inocentes

■ No tenían vínculos con Lucio Cabañas o Genaro Vázquez, según reportes oficiales

Sedena extendió acciones de la guerra sucia contra campesinos inocentes

■ Civiles y menores fueron retenidos e interrogados por semanas en instalaciones militares

Gustavo Castillo García

Ampliar la imagen Las protestas contra los responsables de las desapariciones forzadas durante la guerra sucia han sido constantes durante años. Imagen de archivo frente a la desaparecida Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado Las protestas contra los responsables de las desapariciones forzadas durante la guerra sucia han sido constantes durante años. Imagen de archivo frente a la desaparecida Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado Foto: José Carlo González

En 1971, el general Hermenegildo Cuenca Díaz, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) durante el mandato de Luis Echeverría Álvarez, ordenó la detención e interrogatorio, sin mandato judicial de por medio, de campesinos en Guerrero, su traslado a la base militar de Pie de la Cuesta, en esa entidad, y luego al Campo Militar número uno en la capital de la República, a pesar de que no tenían ningún vínculo con las guerrillas de Lucio Cabañas Barrientos y Genaro Vázquez Rojas, revelan informes de la Sedena y la Secretaría de Gobernación.

Había concluido la Operación Amistad, pero estaba en plena actividad la Operación Telaraña. Guerrero no era la única entidad donde la represión gubernamental se hacía sentir. En el Distrito Federal, en la cárcel de Lecumberri, seguían presos líderes y participantes del movimiento estudiantil del 68, así como integrantes de grupos guerrilleros capturados por la milicia, el Servicio Secreto y la Dirección Federal de Seguridad (DFS).

Muestra de la situación que se presentaba en esa prisión –hoy es sede del Archivo General de la Nación (AGN)–, en 1971 estuvo a cargo el general Francisco Arcaute Franco y durante su gestión reos de alta peligrosidad fueron enviados a las crujías donde estaban los presos políticos, con la intención de que estos últimos fueran agredidos; además, como forma de presionar más a los opositores al régimen, el militar prohibió que usaran pelo largo y barba.

Mientras, en Guerrero se incrementaba la presencia militar y se “rastrillaba” con patrullajes cada comunidad serrana en busca de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez. Cualquier sospechoso era detenido.

Al respecto, el 12 de mayo de 1971, agentes de la Secretaría de Gobernación elaboraron una tarjeta informativa con el siguiente contenido: “Acapulco.- El día de hoy en el transcurso de la noche, por instrucciones del secretario de la Defensa Nacional, general de división Hermenegildo Cuenca Díaz, serán trasladados a bordo de un transporte DINA de la S.D.N., 13 detenidos que se encuentran en la Base Aérea Militar # 7 de Pie de la Cuesta, con motivo de la Operación Telaraña que se está llevando a cabo para la localización y detención de Genaro Vázquez Rosa y Lucio Cabañas Barrientos y del grupo que lo sigue; hacia la ciudad de México, al Campo Militar número Uno.

“Se hace notar que la mayoría de los detenidos son personas que sólo tienen conocimiento de la existencia de estos grupos facinerosos y que los conocen, pero según ellos sin tener ninguna intervención directa en lo que corresponde a sus actividades.”

También, en los documentos que hoy posee la Procuraduría General de la República y que supuestamente sirven para la integración de averiguaciones previas relacionadas con la guerra sucia de los años 70 y 80, se confirma que durante estas operaciones en Guerrero no sólo se detenía a civiles en instalaciones castrenses y que ahí eran sometidos a interrogatorios durante días o semanas, sino que también se aprehendía a menores de edad.

Según un documento de la DFS, fechado en junio de 1971, militares capturaron a ocho personas, siete de ellas en el poblado de San Martín de las Flores, y otra de la comunidad de La Vainilla. Una era un joven de 17 años. El reporte menciona: “en los interrogatorios que se les practicaron, la mayoría de ellos manifestó conocer a Lucio Cabañas Barrientos”.

Otro informe de la DFS refiere que en los primeros días de junio de 1971, 31 personas fueron trasladadas de Guerrero al Campo Militar número uno, y que luego de días de interrogatorio se determinó que “las personas numeradas del 1 al 14, deben ser ampliadas sus declaraciones, ya que pueden aportar mayores datos en relación a los grupos de Genaro Vázquez y Lucio Cabañas Barrientos, y las del 15 al 31, se considera que no tienen ninguna participación con esos grupos”.

Las detenciones de campesinos se sucedían diariamente; ello permitió que se elaboraran reportes como éste, obtenido de un cuñado de Lucio Cabañas: “de 35 años de edad, dedicado a las labores del campo. Con su esposa ha procreado cinco hijos, y el mayor tiene diez años de edad. Que hace dos años fue la última vez que vio a Lucio Cabañas porque éste los fue a visitar a su pueblo y sabe que se ha dedicado a secuestrar personas para obtener determinadas cantidades de dinero. Manifiesta no conocer a Genaro Vázquez Rojas”. Esta persona estaba marcada con el número 2, y fue uno de los recluidos en el Campo Militar número uno.

Promesa de indulto

En ese contexto, los informes de la DFS también refieren que el 7 de julio de 1971 se elaboró el siguiente informe: “Acapulco.- El día de ayer el general de división, comandante de la 27 Zona Militar, declaró que desearía que los profesores Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas Barrientos, se acercaran a él, para dialogar y conocer su verdadera ideología y de no encontrárseles culpables en ninguno de los delitos que se les vienen señalando, personalmente buscaría el indulto del gobierno, de las citadas personas.

“El día de la fecha (8 de julio), el citado militar, reconoció haber hecho declaraciones a los periodistas, ayer en su despacho, tomando como base que cuando fue designado comandante de esa Zona Militar, le comentó al secretario de la Defensa Nacional, general Hermenegildo Cuenca Díaz, que si se le acercaban los mencionados profesores, para pedirle protección, que les podía ofrecer, contestándole el alto jefe militar que les prometiera el indulto y que les manifestara que si ellos querían continuar con su ideología se les daría la oportunidad para que lo hicieran o en su defecto abandonaran el país.”

El 2 de febrero de 1972, Vázquez Rojas murió en un accidente automovilístico en la carretera México-Morelia; tenía 35 años de edad. Versiones extraoficiales aseguran que el guerrillero quedó herido y posteriormente fue ejecutado por militares.

 
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