Usted está aquí: miércoles 18 de junio de 2008 Mundo Fernández envía al Congreso proyecto sobre impuesto a exportaciones de granos

■ Cautas, organizaciones del agro argentino; se reúnen esta tarde para decidir el futuro del paro

Fernández envía al Congreso proyecto sobre impuesto a exportaciones de granos

■ Líder radical de productores anuncia que los bloqueos continuarán hasta que la medida sea derogada

■ Descarta Néstor Kirchner que el ex presidente Duhalde esté detrás de un intento de golpe de Estado

Stella Calloni (Corresponsal)

Ampliar la imagen La gobernante de Argentina abraza a la lideresa de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, durante una ceremonia en la Casa Rosa La gobernante de Argentina abraza a la lideresa de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, durante una ceremonia en la Casa Rosa Foto: Reuters

Buenos Aires, 17 de junio. La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, anunció esta tarde que envió al Congreso un proyecto para debatir el tema de las retenciones móviles, impuestas el pasado 11 de marzo a las exportaciones de soya y rechazadas por cuatro entidades rurales, que desde hace casi 100 días mantienen bloqueos de carreteras en un paro patronal inédito en el país.

Después de cuatro días tensos y una noche de cacerolazos en algunos barrios y sectores de clase alta aquí y en el interior del país, la presidenta habló en cadena nacional e hizo referencia a la necesidad de luchar por ideas y demandas dentro del marco de la democracia y el respeto institucional, lo cual se ratificará en un acto al que invitó a todos los argentinos este miércoles en Plaza de Mayo.

Los dirigentes de las cuatro entidades del agro comprometidas con el paro patronal que lleva ya cien días, Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales, Federación Agraria Argentina y Conninagro, aunque calificaron de “positivo” este paso, estuvieron cautos y nuevamente expusieron algunos puntos de desacuerdo.

Se decidió que se reunirán mañana a las 15 horas mientras continúa el cese de comercialización de granos, como estaba previsto en el paro patronal que debe terminar también mañana en la noche.

A su vez, Alfredo de Ángeli, uno de los productores más radicalizados, reconoció que es “un avance” para destrabar el conflicto, aunque dijo que continuará con los bloqueos de carreteras hasta que se deroguen las retenciones.

De Ángeli agregó más leña al fuego al considerar hace 48 horas que había un camino similar en estos días al del estallido de diciembre de 2001 que podía escenificarse “ahora en el interior del país”, con lo cuál se enrareció aún más el clima de desestabilización.

Hubo afirmaciones falsas, por ejemplo de Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria, quien sostuvo que el desabasto o la falta de combustible no son por causa de los cortes de rutas, cuando es evidente que retienen camiones con alimentos y han sido atacados los que llevan combustible.

La reacción inmediata de varios sectores opositores fue de alivio. En la Cámara alta, senadores opositores hablaron de “un triunfo para todos los ciudadanos”.

Con el envío al Congreso de este proyecto de ley sobre el impuesto a exportaciones de granos, al que se añade el de redistribución para soluciones sociales, la presidenta dijo que “la democracia se defiende con más democracia y las instituciones se defienden con más instituciones”.

El gobierno tiene mayoría en el Congreso, pero hay diputados que podrían tomar otras decisiones por la presión a que están sometidos en sus provincias, pero éste es un paso importante y dejó sin excusas a líderes de las entidades rurales.

La presidenta habló durante un emocionante acto en la Casa Rosada en homenaje a las víctimas de los bombardeos en Plaza de Mayo el 16 de junio de 1955, en el primer intento de golpe contra el entonces presidente Juan Domingo Perón, elegido por segunda vez con una mayoría aplastante de votos, que dejó más de 2 mil víctimas entre muertos y heridos.

Detrás de la Casa Rosada se levanta ahora un monolito, que recuerda a las víctimas del hecho, develado hoy por la presidenta, y es la primera vez que en el país se reconoce oficialmente esta acción que será llevada a la justicia.

La presidenta también analizó que los golpes de Estado en el país no sólo han sido responsabilidad de los militares que los ejecutaron, sino también de otros sectores “incapaces de convalidar un proceso político y democrático y que usaban a las fuerzas armadas para interrumpirlos. El mejor homenaje a esas víctimas es que finalmente se puede reconstruir aquí un sistema político donde todos puedan sentirse representados y expresados”.

También fue clara al expresar que hay caminos siempre institucionales y que si se quiere cambiar un modelo debe formarse un partido y disputar en democracia, y pidió igualdad a la justicia después de recordar los avances logrados en el gobierno de Néstor Kirchner cuando se produjo el cambio de la Corte Suprema, entre otras medidas muy importantes.

Sin embargo, la mandataria dijo que “nos falta mucho una justicia igual para todos” y recordó que militantes sociales han estado presos por pedir comida o protestar con demandas justas, pero que la misma justicia no actúa igual cuando un “estanciero corta rutas, o desabastece el país y no deja pasar combustible”.

Fernández de Kirchner hizo énfasis en que no quiere “vivir en un país donde se me diga qué puedo llevar y por dónde puedo pasar. Y que si alguien no me deja, haya un juez en uso de la Constitución, un fiscal de la república que me garantice el derecho de transitar libremente”. Ratificó que su gobierno ha estado dispuesto al diálogo pero que éste debe darse “a partir de que definitivamente y para siempre no se corten mas rutas”.

Asimismo, solicitó a los medios de comunicación una visión más equilibrada y equidistante, “para poder tener un relato de los argentinos diferente”.

Antes de su discurso, su esposo el ex presidente Néstor Kirchner, quien dirige el Partido Justicialista, convocó a todos los argentinos al acto que se va a realizar este miércoles en “defensa del sistema democrático” y “para poder convivir pensando diferente sin caer en el autoritarismo”.

Mencionó que con el paro se estaba actuando para extorsionar al gobierno provocando desabastecimiento y con esto buscan descontento popular, pero descartó que el ex presidente Eduardo Duhalde estuviera detrás de un golpe de Estado, aunque hizo referencia a la actuación de algunos medios de comunicación en el país.

Kirchner se refirió asimismo a la actuación de los grupos ligados a los militares de la pasada dictadura, cuando advirtió que éstos están detrás de “la logística de todas estas movilizaciones”.

 
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