Usted está aquí: miércoles 11 de junio de 2008 Espectáculos Germán Robles libra la muerte gracias a la sangre de sus alumnos

■ El vampiro mexicano por antonomasia superó anemia causada por una úlcera en el esófago

Germán Robles libra la muerte gracias a la sangre de sus alumnos

■ Es curioso que algo relacionado con la hemoglobina me persiga en mi vida artística y personal, comenta

■ Prepara una pieza teatral basada en los últimos días de Leonardo da Vinci

Arturo Cruz Bárcenas

Ampliar la imagen El actor agradeció en una conferencia de prensa a los donadores. "Lo único que esperaba es que me dieran de comer, porque tenía mucha hambre", expresó El actor agradeció en una conferencia de prensa a los donadores. “Lo único que esperaba es que me dieran de comer, porque tenía mucha hambre”, expresó Foto: Arturo Cruz Bárcenas

Germán Robles, actor con más de 50 años de carrera que hizo el papel protagónico en la película de fama mundial El vampiro, producida por Abel Salazar, informó el pasado lunes en conferencia de prensa que superó un problema de salud que lo obligó a mantenerse hospitalizado por seis días. Agradeció a algunos de los alumnos de su escuela de teatro y a amigos que le hayan donado sangre, con la cual superó una anemia ocasionada por una úlcera en el esófago.

“Les habló Germán Robles, oficialmente un hombre vivo”, dijo luego de leer un texto escrito de su puño y letra. Nació en Gijón, principado de Asturias, España. Llegó a México con los exiliados españoles y fue Enrique Rambal quien le abrió las puertas del teatro al estelarizar El mártir del calvario. Sus papeles en el arte dramatúrgico son numerosos, variados, de textos basados en piezas maestras de William Shakespeare o León Tolstoi.

Siete personajes en cada función durante 10 años

Su físico delgado, quijotesco, le ha hecho desempeñar papeles como el de vampiro (también destaca su protagónico en El ataúd del vampiro) y demás seres de ultratumba. En la puesta La dama de negro interpretó siete personajes en cada función, durante más de 10 años.

En la rueda de prensa realizada en el foro Los Talleres, en Coyoacán, visiblemente emocionado, Robles dijo ya hasta tener “color” en las mejillas. Sobre la transfusión salvadora, señaló: “No se hizo ningún comentario al respecto. Lo acabamos de hacer en el camerino. ¡Pero pobre vampiro¡ ¡Es que yo soy un vampiro de cuarta!”

Ante lo dicho con jocosidad, los asistentes le respondieron con un aplauso. “¡Darme sangre! ¡Como hematófago! Es curioso que la sangre, una vez más, sea esa piedra de toque que me persigue a través de mi historia… artística, cinematográfica. Pudo haber sido otra enfermedad, pero fue una ligada con la hematofagia”.

–¿Qué imágenes pasan por la mente de un actor con 56 años de trayectoria ante la que podría ser la última escena?

–La crisis que pasé fue tan profunda que no le daba tiempo a la mente de tratar de sacar del disco duro todo lo que existe dentro y almacenado. Creo que lo único que esperaba era que me dieran de comer porque tenía mucha hambre. Estuve durante seis días a agua y a gelatinas, y lo que quería era meterle el diente a algo.

Las risas se sucedieron, pues el actor del vampiro clavó o encajó el incisivo en la carne y el pan. “Francamente, no es cierto que cuando alguien está en los últimos momentos le pasa como una película su vida completa o sus hechos importantes. No. Uno está pensando en salir de ahí, salvarse, ¡y no petatearse!, digo, tan sencillo como eso.

“Pensaba en mi mujer y en mi hijo, nada más. Un solo pensamiento: ¿qué es lo que tiene papá? ¿Qué es lo que tiene don Germán? ¿Se puede curar, salir y no tener una secuela? Estoy en plena reposición, ¡hasta con cachetitos y todo esto! Después de la sangre que me metieron. No, ¡pero cincho! Tengan en cuenta que cuando me hospitalizaron… desconozco eso del conteo de hemoglobina, de los glóbulos rojos, pero pongamos que una persona normal, común y corriente, tiene entre 105 y 120, 110, más o menos. Yo tenía 60 en el recuento. Me faltaba sangre; esa sangre que me dieron mis queridos alumnos (de teatro) y mis más allegados. Entonces, pues ya tenemos sangre de todos. Todos somos unos sangrones.”

No regresará a La dama de negro, aclara

Negó que vaya a volver a actuar en La dama de negro, obra en la que inclusive se lesionó una pierna.

La lectura del texto no estuvo exenta de momentos duros, al punto de las lágrimas. El malestar se le presentó el 27 de mayo en su casa; se desmayó varias veces. “Entré en un estado de confusión y shock, por una baja de (los niveles de) azúcar (…) Ése fue el cuadro con el que a las cinco de la madrugada llegué al hospital”, añadió. Suero y glucosa comenzaron la estabilización. “Uno de los doctores le dijo a mi mujer: ‘no hay mucho que hacer; no sabemos nada’. Fue un mal diagnóstico. El doctor pensó en que quizá fuera cáncer. Una biopsia indicó que no lo era, sino unas úlceras sangrantes en el esófago. Estaba perdiendo sangre, pero no había dolor, no había nada.” Salió del hospital el lunes 2 de junio.

Para que quedara claro y acabar con rumores convocó a una conferencia de prensa, el pasado lunes, “para que no quedara todo en un simple boletín”. Robles prepara la puesta en escena El divino Leonardo, basada en los últimos días de vida del genio. “Será una obra de las mejores que se hayan visto”, aseguró.

Germán Robles agradeció el apoyo de Víctor Sotomayor, director del Festival Internacional de Cine de Acapulco, durante este trance.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.