Penultimátum

■ Todo por el rating

Ante la carencia de figuras que eleven el rating los domingos, Televisa le inventó un programa a Niurka Marcos. Además de su belleza, la cubana parece tener otros atributos que estuvieron ocultos por años. Entre ellos, los de conductora. Ahora lo es de un espacio donde promete que no habrá censura alguna y se tocarán temas “indiscretos”. La sección más atrevida, y archiconocida, consiste en que Niurka se mete a la cama con personajes de la política, los negocios o la cultura. En pijama, claro. Los invitados contestan preguntas que ella les formula. Niurka dijo que le encantaría tener en su cama a Carlos Monsiváis para hacerle preguntas “algo escabrosas”. Interrogado por esta sección, el susodicho respondió a los posibles temas “escabrosos”, lo que a su juicio hace ya inútil su comparecencia horizontal. Aquí están las respuestas:

A. Sí terminó la primaria, tal vez no con el promedio que su familia ansiaba pero sí con la obtención de un papel que él puede leer de corrido; B. Ha sufrido mucho pero no lo suficiente, y como no ha sufrido lo suficiente no ha sufrido mucho; C. Su vida amorosa quedó suspendida una mañana del cercano año de 1944 cuando su maestra de primero de primaria le dijo: “A mí se me hace que en tu casa no te dan quesadillas”, afirmación que lo detuvo para siempre en el impulso amoroso que, como bien saben los sicoanalistas, se nutre de sopes y quesadillas; D. No es verdad que le tenga un miedo pánico a las ratas, tan sólo ocurre que está convencido de que una rata lo va a devorar en el Zócalo, y E. Desde que se acuerda, su deseo más ferviente es ascender al cielo por la puerta ancha.

Esas son las respuestas “escabrosas”. Estamos convencidos de que las otras preguntas y las otras respuestas sólo se entenderán a la luz de la reforma energética.

Otra figura que acaba de estrenar programa es Natascha Kampusch, de mucha fama en Europa. Es la rubia austriaca víctima de un secuestro cuando tenía 12 años, quien permaneció ocho años y medio encerrada en una casa de las afueras de Viena. Logró escapar hace dos años. Había prometido llevar una vida normal, alejada de los medios, en especial de la prensa amarillista, que hizo un banquete de pésimo gusto de su rapto, escape y posterior suicidio de quien la tuvo en su poder y abusó de ella tantos años. Natascha dijo alguna vez que su sueño era ser periodista. Y su anhelo se ha cumplido gracias al contrato que firmó con el canal Plus 4. Ahora tiene su propio programa los domingos en la noche y el primer invitado a platicar con ella fue el legendario corredor de autos Niki Lauda. Aunque la televisión hace milagros, los amigos de Natascha aseguran que ahora la rubia está más expuesta a ataques de todo tipo, y a que cierta prensa se ensañe con ella y “revele” partes ocultas de su encierro, como que amaba a su captor.