Usted está aquí: lunes 19 de mayo de 2008 Cultura Destaca Matos similitudes urbanas de Teotihuacán, Tula y México-Tenochtitlán

■ Asegura que las culturas de Mesoamérica compartían rasgos comunes

Destaca Matos similitudes urbanas de Teotihuacán, Tula y México-Tenochtitlán

Arturo Jiménez

Ampliar la imagen El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma durante su conferencia en El Colegio Nacional, el viernes pasado El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma durante su conferencia en El Colegio Nacional, el viernes pasado Foto: José Antonio López

La idea de que el territorio del México antiguo conocido como Mesoamérica era el espacio en el que se desarrollaba toda una civilización, pero integrada por culturas diversas que convivían entre sí y compartían rasgos comunes, quedó de nuevo manifiesta al abordarse uno de los aspectos de estas similitudes: el trazo urbano de sus ciudades.

Ello se infiere de una conferencia del arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma sobre la ciudad de México-Tenochtitlán, en la que destacó que ésta compartía elementos con urbes anteriores, por ejemplo Teotihuacán, Tula y su gemela Tlatelolco, como la orientación de sus templos mayores al poniente o la realización de trazos y avenidas considerando como referencia los cuatro rumbos y el centro del universo.

Con la exposición de Matos Moctezuma, realizada el viernes pasado en El Colegio Nacional, concluyó el ciclo de conferencias Grandes Ciudades del Centro de México, en el que participaron los investigadores Linda R. Manzanilla Naim, quien el miércoles 14 habló sobre Teotihuacán, y Miguel León-Portilla, quien el jueves 15 abordó Tula.

De hecho, Manzanilla y León-Portilla comentaron la exposición de Matos y también contestaron preguntas del amplio público que suele asistir a esos ciclos de divulgación de El Colegio Nacional y que esa noche ocuparon además varias salas adjuntas a la principal, en las que se instalaron monitores.

Autor de varios libros, entre ellos uno de los más recientes, precisamente titulado Tenochtitlán (FCE-El Colegio de México), y con excavaciones arqueológicas en diversos sitios, entre ellos el Templo Mayor de la antigua ciudad de México y los mencionados Tula y Teotihuacán, Matos Moctezuma se valió de imágenes de códices, mapas y planos coloniales y fotos.

La ciudad que subyace

Luego de abordar brevemente aspectos sobre el origen mítico de Aztlán y la fundación de Tenochtitlán, dijo que, por ejemplo, los espacios sagrados y sus templos mayores de la antigua ciudad eran replicados a menor escala en los barrios de la urbe lacustre, así como en las poblaciones más pequeñas que la rodeaban.

Comentó que los cuatros barrios principales de Teotihuacán, surgidos del cruce de las dos grandes calzadas, influyó también en un resultado similar en el trazo urbano de Tenochtitlán.

Otro de los muchos elementos que aportó la ciudad de los dioses, cuyo esplendor se dio mil años antes del surgimiento de la capital mexica, que fue en 1325, es la presencia de esculturas sedentes del dios viejo y del fuego Huehuetéotl.

Y así siguió Matos su exposición sobre la ciudad antigua que “subyace” bajo la ciudad colonial y ciudad actual de México, de la que León-Portilla, al citar textos mexicas, dijo que “en tanto que dure el mundo, no acabará la gloria y la fama de México-Tenochtitlán”.

El autor de Visión de los vencidos pidió después a Matos que diera más ejemplos de influencias entre las ciudades prehispánicas, y éste mencionó Cuicuilco, urbe mucho más antigua que tuvo su esplendor en los años 200-400 antes de Cristo.

Linda Manzanilla solicitó a Matos que diera una idea de qué tan multiétnica era la ciudad México-Tenochtitlan, lo que daría un reflejo del activo intercambio humano entre las diferentes culturas mesoamericanas.

Y Matos respondió que en la capital del imperio mexica había extranjeros de todo Mesoamérica y, como otro ejemplo, recordó que cuando Hernán Cortés y su gente visitó el mercado de Tlatelolco, les llamó la atención que escucharan gran cantidad de otras lenguas que no eran el náhuatl.

Entre las varias participaciones del público resaltó la de una vecina de Azcapotzalco, quien pidió a los investigadores su intervención ante las autoridades del INAH para frenar la construcción de una unidad habitacional en un terreno de 48 mil metros cuadrados donde hay importantes vestigios arqueológicos. La respuesta de Matos fue positiva y los aplausos sellaron el compromiso.

 
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