Usted está aquí: lunes 19 de mayo de 2008 Cultura Martí vive en el corazón de los pobres de la tierra, afirma embajador cubano

■ Rinden homenaje al prócer, a 113 años de su muerte en combate

Martí vive en el corazón de los pobres de la tierra, afirma embajador cubano

Merry MacMasters

Ampliar la imagen El embajador de Cuba en México, Manuel Aguilera de la Paz, saluda al delegado en Gustavo A. Madero, Francisco Chiguil, durante el 103 aniversario luctuoso de José Martí El embajador de Cuba en México, Manuel Aguilera de la Paz, saluda al delegado en Gustavo A. Madero, Francisco Chiguil, durante el 103 aniversario luctuoso de José Martí Foto: Marco Peláez

A 113 años –cumplidos hoy 19 de mayo– de la caída en combate de José Martí, por la libertad de Cuba, “de cara al sol” como él quería, el prócer vive hoy más que nunca en la mente y el corazón de todos los pobres de la tierra, “con los que echó su suerte y a cuya definitiva emancipación dedicó su obra y su fructífera vida”, expresó Manuel Aguilera de la Paz.

El embajador de Cuba en México encabezó ayer el acto conmemorativo del aniversario luctuoso celebrado en el parque María Teresa, conocido como “de los cocodrilos”, donde hace tres años se develó un busto de Martí, y cuya casa de cultura lleva su nombre.

Después de montar una guardia de honor y colocar una ofrenda floral ante la efigie, Aguilera de la Paz, acompañado por el delegado en Gustavo A. Madero, Francisco Chíguil Figueroa, dio inicio a una serie de actividades para honrar al prócer.

Aguilera de la Paz continuó: “A lo largo de nuestra historia de lucha, hemos contado siempre con la solidaridad y el apoyo de los pueblos de nuestra América, como llamó Martí a la América india, negra y mestiza, humilde, saqueada y explotada durante siglos desde el río Bravo hasta la Patagonia.

“Destaca especialmente la solidaridad fraternal y sostenida del pueblo hermano de México, al que Martí amó entrañablemente y lo consideró su segunda patria. Aquí, Martí encontró refugio, y su especial talento recibió cálida acogida en el ambiente de creación solidario y rebelde de los diarios y liceos de la época.

“Aquí se hizo cronista, orador, poeta, polemista. Aquí amó y fue amado. Aquí se casó y formó amistades. Aquí llegó con el espíritu aterrado, como él mismo escribió, para despedirse luego. Aquí volvió más de una vez en busca de apoyo y consuelo, movido por la angustia de ver libre a Cuba, pero también por el afán infinito de cuidar a México”.

El embajador cubano acotó que los pueblos de nuestra América avanzan “indeteniblemente hacia la conquista de su segunda y definitiva independencia, y de sus derechos inalienables, enarbolando las banderas victoriosas de Bolívar, Martí y Juárez, y tantos otros próceres que lucharon no sólo por la independencia formal de nuestras naciones, sino también por la verdadera libertad de nuestros pueblos”.

Intelectual congruente

Para Chíguil Figueroa, el pensamiento martiano está vigente en cada momento y en cada lucha, “no sólo de Cuba, también de los mexicanos que, como ahora, vemos que un gobierno espurio, obediente a intereses imperialistas, pretende privatizar nuestros recursos naturales más valiosos, como el petróleo, violentando con esta acción nuestra soberanía nacional, para entregársela a los poderosos extranjeros. Nosotros, mexicanos patriotas, no lo permitiremos”.

Jesús Escamilla, miembro del Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba, se refirió al Martí “no de bronce o de mármol, sino al intelectual congruente que es ejemplo para todos los intelectuales de nuestra América y el mundo. Aquel que no sólo se quedó en el cubículo o en la élite de su patria, sino al intelectual que estuvo lado a lado con su pueblo, que lo encabezó con sus ideas y su práctica en la lucha para la liberación de su patria, al intelectual que en el extremo de la congruencia ofrendó su vida en combate.

“A ese Martí intelectual que es ejemplo hoy, cuando vemos a intelectuales pagados con el dinero del imperio o de las oligarquías nacionales, que sólo sirven a intereses extranjeros y no al deber supremo de cada hombre, que es la defensa de la patria”.

 
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