■ Priístas, panistas y verdes llaman a Marcelo Ebrard a que “otorgue garantías al Congreso”
Suaviza AN su postura y ofrece al FAP debate sin tiempo prestablecido
■ Queda de lado la lógica de 50 o 120 días de discusión en torno a la reforma energética, señala Santiago Creel
■ Se citó a sesión el próximo lunes; el partido tricolor dejó de ser intermediario
Ampliar la imagen Santiago Creel, a su salida del recinto de Donceles 14, donde no pudo sesionarse Foto: José Carlo González
El presidente del Senado, el panista Santiago Creel, abrió ayer la posibilidad de un acuerdo con el Frente Amplio Progresista (FAP) que ponga fin a la crisis que vive el Congreso desde hace una semana, al proponer lo que llamó una “tercera vía”, es decir, una salida intermedia sobre la duración del debate en torno a la reforma de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Sin embargo, aunado a esa flexibilización en la postura antes inamovible, durante la sesión que ayer se llevó a cabo en la Torre del Caballito priístas, panistas y legisladores del Verde Ecologista aprobaron un llamado al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, a fin de que “de manera inmediata otorgue garantías al Congreso”, y le recordaron que, de no hacerlo, el Senado lo puede remover del cargo.
Se citó a sesión para el próximo lunes, en lugar por definirse, por lo que las próximas horas serán cruciales en la negociación, en la que el PRI ya no es intermediario al posibilitarse el diálogo entre Acción Nacional y el FAP.
Rodeado de personal de seguridad, fuera del edificio de Donceles –donde originalmente se pretendió sesionar–, Creel informó que había ya planteado a todos los grupos parlamentarios dejar de lado la lógica de si son 50 o 120 días de debate en torno a la reforma energética, y entrar a diseñar un programa de foros calendarizados, “con el tiempo que sea necesario tomar”.
Detalló que no se trata de buscar un día más o un día menos, “sino tener un buen programa que le sirva al Senado para su dictamen. En consecuencia, estamos abiertos a ese diálogo y esa negociación”, recalcó entre el ruido de un helicóptero que vigilaba el escenario y los gritos de “no a la privatización”, que llegaban desde el Eje Central y la calle Allende.
Creel dijo que ya pidió a la Comisión de Energía que empiece de inmediato esas tareas, “para que, como resultado del trabajo colegiado y plural de la mesa directiva, puedan ellos encontrar el mejor calendario posible”, de manera que, recalcó, “se pueda avanzar en la reflexión del tema sin chantajes, sin presiones, sin cercos ni amenazas de violencia, porque eso no lo vamos a permitir”.
El priísta Manlio Fabio Beltrones no se opuso a flexibilizar posturas. Entrevistado luego de la sesión comentó que avala que sea la Comisión de Energía la que decida cuánto tiempo se requiere “para cumplir con la obligación de celebrar los debates y nos ajustaremos a ello”.
Con un cambio evidente en la defensa férrea que hizo en los últimos días a la propuesta que llevó a la Junta de Coordinación Política, para circunscribir el debate a 50 días, ayer dijo: “Nosotros no debemos poner como camisa de fuerza los plazos”.
Los coordinadores del FAP, Carlos Navarrete, Alejandro González Yáñez y Dante Delgado, informaron que analizarán la propuesta de Creel y coincidieron en que podría ser el inicio de la solución. Se sabe que desde un día antes habían establecido contacto con el panista.
“Estamos abiertos a discutir un esquema que nos permita transitar en un debate en los términos que estamos planteando, y hoy ha quedado claro que si no hablan las tribunas, hablan las calles; si no hablan los argumentos, puede hablar la fuerza”, comentó Navarrete.
Igualmente, el también perredista Ricardo Monreal dijo que esta apertura de Creel, frente al endurecimiento del PRI, abre una vía de arreglo, y sostuvo que de acordarse un debate amplio e incluyente, el FAP se comprometerá a moderar la resistencia civil a fin de que la discusión en torno al futuro de la industria petrolera se lleve a cabo libremente en el Senado.
Por otra parte, durante la sesión realizada en el quinto piso de la Torre del Caballito, PRI, PAN y Verde aprobaron un punto de acuerdo por el que llaman al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, a que de manera inmediata “otorgue garantías al Congreso de la Unión” para realizar su trabajo.
La propuesta, que llevó al pleno el senador del Partido Verde Arturo Escobar, incluyó la advertencia a Ebrard de que son causales para su remoción el “no brindar la debida protección a las instalaciones” de los poderes de la Unión, cuando éstas hayan sido requeridas.
El priísta Jesús Murillo Karam planteó que también al gobierno federal se soliciten garantías para la seguridad al interior del recinto senatorial. Beltrones rechazó que ello implique pedir que la fuerza pública desaloje la tribuna y las calles. Sin embargo, Escobar no descartó esta última medida si significa “liberar vías para que los senadores podamos usar nuestras instalaciones”.
La sesión en el improvisado salón de plenos de la Torre del Caballito permitió desahogar los puntos urgentes en la agenda de panistas y priístas, entre ellos el nombramiento de los 18 senadores propietarios e igual número de suplentes que integrarán la Comisión Permanente. Causó sorpresa la inclusión de legisladores del FAP, quienes no participaron en la sesión.
El coordinador petista, González Yáñez, explicó que no podían quedar fuera de la representación del Congreso durante el periodo de receso, y por ello accedieron a quedar integrados en la planilla que ayer se votó.
Los tres coordinadores del Frente Amplio van como titulares, al igual que Pablo Gómez y Rosalinda López. También el PRI y el PAN mandan a sus cartas fuertes, Creel y Beltrones, además de la mayoría de los integrantes de la Comisión de Energía. El lunes podría clausurarse el periodo de sesiones, para dar paso a lo que González Yáñez calificó de “desalojo jurídico”, ya que sin sesiones perdería efectividad la toma de las tribunas.