Usted está aquí: sábado 12 de abril de 2008 Política Las adelitas levantan el cerco al Senado y realizan protesta ante la sede de Televisa

■ Exigen a la emisora que transmita información veraz sobre la resistencia civil pacífica

Las adelitas levantan el cerco al Senado y realizan protesta ante la sede de Televisa

■ Miles de mujeres viven jornada festiva y promueven la asamblea ciudadana del Zócalo

Enrique Méndez

El segundo día de la resistencia civil en defensa del petróleo no sólo fue festivo por su efecto, sino también de gozo personal entre las miles de mujeres que levantaron temporalmente el cerco al Senado de la República, 27 horas después de iniciado en forma pacífica.

Porque si bien es relevante mantener la protesta, también lo es el brigadeo que se inició en las calles y colonias para que mañana, en el Zócalo, se logre la mayor concentración en repudio al plan privatizador de la industria petrolera nacional. Ayer, pues, el cerco se levantó, pero el martes volverán.

La decisión también incluyó una marcha a Chapultepec 18, la sede central de Televisa, para solicitar al presidente del consorcio, Emilio Azcárraga Jean, tiempo en los noticiarios, donde hasta ahora sólo se ha “difundido información distorsionada de nuestro movimiento y han asumido como propios los argumentos del gobierno” en favor de la apertura de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Combativas siempre, esta vez la reclamación ante la concesionaria fue nuevamente por la ausencia de veracidad de sus contenidos. El índice en alto, miles de mujeres que trasladaron el cerco a la televisora, gritaron: “¡Esos son, esos son, los que mienten a la nación! ¡Buitres!”

Nadie se asomó a las ventanas de los ejecutivos. Únicamente dos cámaras registraron la protesta y el grito punzante: “¡Televisa informa, no pasa la reforma!”

Claudia Sheinbaum, Jesusa Rodríguez y Laura Itzel Castillo, junto con otras coordinadoras, lograron pasar la valla de policía capitalina que resguardó el edificio, y luego de tocar por varios minutos las puertas, entregaron a Carlos González, quien se presentó como coordinador de información nacional, la carta dirigida a Azcárraga Jean. Y así como regresarán al Senado, también volverán al emporio por la respuesta. “Vendremos en otro momento”, previno Sheinbaum.

Ayer también se reforzó la identidad de la protesta. Persistente la campaña despectiva contra las adelitas, en la primera fila de la caminata desde el Senado a Televisa se mostró una cartulina con este mensaje: “Las Adelitas, Marías, Lupitas, Anas, Rosarios, Patricias, Claudias… ¡Todas en resistencia!”

Guadalupe Mercado, ama de casa, tiene muy claro el objeto de la resistencia civil pacífica. “Tengo hijos y para ellos estoy luchando. Y por todo nuestro México”, dijo.

Porque más allá de lo que se machaca en la radio y en la televisión, y hasta los comentarios por lo bajito de la gente al pasar –“¿no tienen otra cosa que hacer?”–, las brigadistas sí tienen muy claro el porqué del cerco.

Una a una, decenas de ellas describieron por qué se sumaron a la resistencia. Auxiliadas de un aparato de sonido, contaron sus motivos. “Háganlo desde el fondo de su corazón”, les pidió Jesusa Rodríguez.

Ivonne, física egresada de la UNAM, relató: “La tristeza de 2006 nos dejó muy marcadas, entonces nos rebasaron. Hoy tenemos la siguiente gran oportunidad de hacer algo y ahora sí que no nos rebase nadie”.

La telefonista jubilada Alicia Sepúlveda recordó que durante el salinato, el grupo en el poder también desalentó las inversiones en Telmex y emprendió una campaña similar a la de ahora, para entregarle la compañía a Carlos Slim. Cada acción, en el momento de la venta, costaba 2.80 pesos y seis meses después, contó Donaciano Morales, ya estaban en 8 pesos. “No le costó nada la empresa”, lamentó.

“¡Por eso son magnates!”, exclamó un anciano que se detuvo a escuchar.

Ayer no sólo hubo historias, también solidaridad. Vecinos de la zona les acercaron a las mujeres bolsas con tortas. Ya había pasado la hora del desayuno, muchas salieron de sus casas sin bocado, para llegar a tiempo al remplazo de los hombres, que pasaron la noche sin novedad.

Y además fue el gozo. En el antiguo callejón de Betlemitas, frente a los policías que resguardan la plaza Tolsá, las brigadistas de Coyoacán armaron un bailongo. Hasta Javier Hidalgo, director del Instituto de la Juventud, que pasaba en su bicicleta, fue convidado a bailar danzón.

A las dos de la tarde se corrió la voz: el cerco se levantaría, momentáneamente, a las cuatro. Además, el Senado está a buen resguardo de los senadores del Frente Amplio Progresista, y lo primordial es, como explicó Claudia Sheinbaum, la convocatoria a la asamblea de mañana. “El martes estaremos de nuevo aquí, en apoyo a nuestros legisladores”, anticipó.

En la calle de Tacuba sólo se dejó una cartulina, pegada en los muros del Palacio de Minería. Si la intención es privatizar, el reto se devuelve: “¡Basta de saqueos! 500 años de chingaderas. ¡Hoy la oligarquía se va a chingar!”

 
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